Ayer y Hoy -Cuando la Policía se acerca a la comunidad-

Argentina 10 de Noviembre de 2015
Nota: Varias.

13/11/2000 Mendoza. Con este programa los chicos aprenden deporte y tienen la posibilidad de entretenerse sanamente. Ayuda a que busquen oportunidades y no piensen en delinquir o drogarse.  


Todo está preparado. Hace frío, a pesar de que es plena primavera. Los equipos están frente a frente. El árbitro espera para dar la orden de comenzar el partido. El escenario: un pedregal, que hace las veces de cancha, en Los Cerros, detrás del barrio SUPE de Godoy Cruz. La pelota, de un pobre cuero marrón, lista para ser maltratada. De repente todos giran la cabeza y detienen el calentamiento. 

 ¡Llegó la policía! Pero, contrariamente a lo que se puede imaginar, nadie corre. Por el contrario, dibujan una sonrisa al verlos y hasta parece que fuesen bienvenidos. Es que en este caso la policía viene a ayudar, a integrar y a integrarse.

Se trata del programa Deporte y Desarrollo Comunitario que lleva adelante la Subsecretaría de Relaciones con la Comunidad del Ministerio de Justicia y Seguridad. Con este plan los oficiales de la fuerza intentan, a través del deporte, mostrar a chicos marginados de Los Cerros, La Diuca y zonas aledañas de Godoy Cruz, que existe otro camino.

El programa consiste en enseñar deporte y, de paso, darles una merienda a los chicos dos veces por semana. La cita es obligada todos los martes y jueves. María Paz Ihistarry y Julio César Herrera son el alma y el motor que mueve el proyecto. “Con el plan intentamos que los chicos tengan otra ocupación, más sana, para que no salgan a delinquir y puedan tener otra visión de la vida ”, comentó María, con la paz que indica su nombre.

Estos dos policías tomaron las riendas y encararon, a pulmón- y con mucho menos de lo justo y necesario- la idea original desde abril. Pero casi no les costó encontrar gente que les ayudara. Desde el comienzo se “prendieron” Rubén Soto y David Munives, los profesores de educación física que adiestran a los futuros astros de la N° 5. Poco tiempo después se sumó la colaboración de la municipalidad de Godoy Cruz a través de su dirección de Deportes. “Al ver la obra que hacen los policías decidimos colaborar, nosotros preferimos apoyar esta forma de hacer deporte, denominado deporte comunitario, antes que ayudar a los clubes privados” afirmó Federico Chiapetta, subsecretario de deportes de la municipalidad de Godoy Cruz. Gracias a la repercusión que ha tenido el programa ya se ha pensado en extenderlo a otras zonas.


Pobreza estructural

“Necesitábamos entrar y que nos tuvieran confianza para poder ayudarlos, y nada mejor que el fútbol para ganarse el visto bueno de los chicos” comentó Héctor.

Claro, la tarea no era sencilla. Los cerros es un barrio de los que se denominan “difíciles”. La droga es, según dicen, moneda corriente. La alimentación es casi un privilegio. Además, la violencia familiar y el ambiente delictivo, es el ámbito donde se forman los más chicos, sin posibilidad de conocer otra forma de vida y carentes de oportunidades. En este contexto la policía es, casi siempre, un enemigo. Pero esto no hay que analizarlo aisladamente. En realidad, esta gente son la cara de los duros números de exclusión social que tanta gente maneja pero tan pocos conocen.

En poco tiempo, estos policías lograron entablar una relación estrecha con los habitantes de la zona a base de empeño y comprensión.

”Estos chicos no reciben atención de nadie, necesitan que les des algo de tu tiempo, que los escuches y los trates de igual a igual, si no manejás sus códigos ellos no te aceptan. Pero principalmente, necesitan cariño” dijo Rubén que, además de profesor, es el encargado oficial de los asados. Rubén tiene 27 años y maneja al grupo de los más grandes. A pesar de que casi no hay diferencia de edad, logró ganarse la confianza y el respeto de todos. “Para ellos no soy Rubén sino “el pelado cabeza de rodilla” y eso te indica la confianza y el cariño que te tienen, cosa que es impagable” indicó mientras preparaba una choriceada con la que agasajarían a los jugadores.

El deporte como excusa

Los objetivos formales del proyecto son contribuir con la comunidad carenciada y acercar la policía a la gente mostrando otra cara de la fuerza. Pero este grupo va mucho más allá: intentan descubrir cuáles son los problemas que cada chico tiene y así poderles dar asistencia en forma particular.

En un principio el programa estaba destinado a niños de entre 5 y 14 años, pero al ver que la pelota estaba rodando seguido en la cancha, se fue sumando un nutrido grupo de jóvenes. “Trabajar con los chicos mayores es complicado, ellos han crecido en un ambiente difícil y cuesta integrarlos a otra realidad. Pero el fútbol es un punto de encuentro y algunos tienen muchas ilusiones” comentó David, el otro profesor, entre los gritos de los más chicos, que reclamaban al improvisado árbitro por una falta cometida al “morcilla”de 8 años, uno de los grandes jugadores.

Pelota de trapo

Sacó la pelota desde el arco, levantó la cabeza y una simple mirada le sirvió de amague para superar al primer hombre que se le cruzó en el camino. Tomó envión y con su velocidad se pasó, al toque, a tres contrarios. Llegó al área rival, paró la pelota, soñó con el número 10 - de Pelé - , amagó por un lado y pasó por el otro. El arco quedó solo y la empujó con la zurda -la de palo- . Cuando todos corrían a abrazarlo para festejar él, sobrio y concentrado, volvió a su puesto de arquero.

Es la simple descripción de uno de los goles de Rodolfo. Un pibe de 19 años, pichón de crack de carácter tranquilo y paciente. No habla mucho, pero hace, con su derecha fenomenal, que los demás hablen de él.

Jugar bien en las condiciones que tienen estos chicos no es tarea sencilla. A las habilidades futboleras naturales les tienen que agregar las adaptaciones a la coyuntura que les ofrece la vida.

Para patear la pelota, por ejemplo, deben calcular que el golpe lo realicen con uno de los pocos lugares sanos que tienen sus calzados. Además suelen anudar los dedos para poder ajustar las zapatillas que son, generalmente, de otro número. Pero nada les impide gozar de la pasión que les despierta poder correr detrás de la pelota. Por un lado como sueños de gloria futbolera, pero en lo más profundo como una forma de escapar, al menos por unos momentos, de una realidad que los atrapa.


Tanto Rodolfo como los otros chicos que asisten al programa , llevan a la cancha sus ilusiones. Sueñan con que es posible, algún día, salir y triunfar a su manera. O sea, poder tener alguna seguridad.

Parte de estas ilusiones se las han generado, inesperadamente, policías. Un grupo de hombres que se tomaron en serio lo de ayudar a la comunidad y lo demuestran de la forma más explícita: siendo solidarios.

Policías en misión solidaria

Agentes del Comando Radioeléctrico reparten juguetes y hacen donaciones en barrios carecientes e instituciones de bien público.

Para todos ellos la palabra acción es mucho más que un concepto. 

27/08/15 Litoral. De repente pueden estar en un incendio y a los 5 minutos tendrán que asistir a una mujer a punto de dar a luz. Luego tomar intervención en un tiroteo. Y después investigar un robo. Y así... cada uno de los sucesos se irán encadenando durante todo el día sin descanso.

Pero una vez que las pulsaciones bajan, las cuestiones más sensibles y elementales llegan también a los corazones de estos hombres y mujeres que pertenecen al Comando Radioeléctrico, de la Unidad Regional I.

Entonces lo que comenzó como una tímida idea fue tomando cuerpo hasta transformase en una acción directa, en favor de los más necesitados.

Ayuda directa 

“Esto fue una iniciativa que surgió entre los compañeros hace tres años. Nosotros estamos haciendo campañas de juguetes para el hospital de Niños; para la escuela de Santa Rosa de Lima (Fundaniños) y la iglesia de barrio Chalet”, explicó la oficial María Paula Aranda.

“El año pasado se sumó el hogar de ancianos de la Ley 5.110, donde a los abuelos les llevamos todos elementos necesarios para su higiene personal y demás.

Hace dos semanas surgió la idea de ayudar a la Casita de las Madres (del hospital de niños, Orlando Alassia) con tapitas.

Ocupamos buena parte del patio con las bolsas de tapitas que juntamos con el personal del Comando”, prosiguió Aranda, una de las organizadoras de la donación. “Posteriormente, las tapas serán vendidas a empresas recicladoras para así recaudar fondos que serán destinados a solventar el funcionamiento del alojamiento”, explicó.

Y este fin de semana, Aranda junto a sus camaradas se trasladaron hasta la comunidad Com.Caia de Recreo, donde repartieron juguetes a los más chicos por el Día del Niño.

Si bien nosotros no tenemos un sueldo que sea muy importante, de todos nosotros nació la idea de poner un poquito para llevarles un regalito a los chicos de la comunidad indígena de Recreo.

Tomó parte personal del Comando, también de la Secretaría General, se juntaron muchísimos juguetes y pudimos cumplir con la misión de que todos los chicos de esa comunidad tengan un juguete en su día.

Mirada distinta

“A mí me enorgullece como persona este tipo de cosas. Y también como policía, porque la gente muchas veces tiene una mirada distinta sobre nosotros. Y este tipo de hechos marca la diferencia”, reflexionó Aranda.

“La gente indígena, como así también en el hospital o en barrio Chalet o en la escuela, jamás espera que llegue un móvil policial lleno de juguetes para repartir.

Agradezco a mis jefes también que permiten este tipo de gestiones y facilitan los medios, y por supuesto a todos los compañeros que se sumaron para colaborar de manera desinteresada.

Orgullo personal

Por su parte Iván Leiva (jefe del Comando Radioeléctrico) sostuvo que “estoy orgulloso y contento de contar con un personal que se muestra preocupado y comprometido con la necesidad social”.

“Este tipo de actividades nos significa salir un poco del stress al que estamos sometidos a diario con nuestro trabajo. Me siento muy contento y a la vez orgulloso por el personal a cargo”.

En tanto Hérnan Ferrero (jefe de la Agrupación Cuerpos) elevó “felicitaciones a ellos dos por la iniciativa y a todos los que participaron. Siempre acercarse a la comunidad es bueno para todos”.

Navidad

“El 15 de noviembre ya se empieza a recolectar una nueva partida de juguetes para Navidad”, informaron. 

Todos los que se quieran sumar son bienvenidos. Hay una página en Facebook que se llama “Un juguete una sonrisa”. El que quiera ver lo que se hace, puede entrar a la página y revisar. Todo irá para el hospital, los hogares y las escuelas. Mientras a más lugares lleguemos, mejor será”, concluyeron.

 


http://www.ellitoral.com/index.php/id_um/117932-policias-en-mision-solidaria
http://archivo.losandes.com.ar/notas/2000/11/13/sociedad-349.asp

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