Qué hace de Mendoza una zona sísmica: ¿Por qué tiembla? (VIDEO)
Argentina, 10 de Octubre 2015
Nota: VARIAS
La región de Cuyo es la zona con mayor riesgo sísmico de Argentina. No es casual: dos placas tectónicas en constante interacción producen desde suaves movimientos hasta grandes terremotos y erupciones volcánicas.
El primer terremoto importante registrado en la Provincia ocurrió el 22 de mayo de 1782. Fue conocido como el "Terremoto de Santa Rita”, produjo la destrucción y agrietamiento de construcciones y alcanzó una intensidad de VIII grados Mercalli.
El 27 de octubre de 1804, el Observatorio de El Salto-Chile reportó un intenso sismo registrado en San Juan y Mendoza. Publicado en la Universidad de Chile y reimpreso por la Universidad de Estrasburgo, su intensidad estimada fue de VI grados Mercalli.
El documental “Ciudad sísmica” muestra cómo sus habitantes reconstruyeron la ciudad y cuáles son las medidas que hoy se llevan adelante ante la inminencia de nuevos movimientos sísmicos.
El terremoto porcentualmente más destructivo de toda la historia argentina se produjo el 20 de marzo de 1861, en Mendoza. Destruyó la ciudad y departamentos vecinos, dejó un saldo de 6000 muertos sobre una población total de 18 mil habitantes. Su intensidad fue de IX grados Mercalli.
A la 01.30 del 19 de agosto de 1880 se registró el segundo terremoto más intenso después del de 1861. Afectó a la ciudad de Mendoza con el derrumbe de murallas y caída de cornisas. En el fundo del "Melocotón", en Tunuyán, murió un chico de 14 años a causa del desplome de una pared. La intensidad del sismo fue de VI grados Mercalli.
Luego, el 12 de agosto de 1903, un sismo de VII grados en la escala de Mercalli afectó al Gran Mendoza, en particular al departamento de Las Heras. Las localidades más afectadas fueron Uspallata, Punta de Vacas y Puente del Inca. Hubo tres muertos e importantes daños en las construcciones de la ciudad.
El segundo terremoto del siglo XX ocurrió el 27 de julio de 1917. También afectó principalmente a Las Heras y a algunos sectores de la Capital. Produjo la caída de paredes y cornisas. En la ciudad, algunas iglesias fueron cerradas debido a la magnitud de los daños. Hubo varias y fuertes réplicas. La magnitud del evento fue de VII grados en la escala de Mercalli.
Costa de Araujo y localidades aledañas en un radio de 50 kilómetros, fueron destruidas a causa del terremoto ocurrido el 17 de diciembre de 1920. Se registraron 250 personas fallecidas y un gran número de heridos. El movimiento telúrico causó la formación de grietas en el terreno, de las que emergió agua. Por esa razón, en algunos lugares, surgieron ciénagas. Su intensidad fue de VIII grados en la escala Mercalli.
El 14 de abril de 1927, un terremoto causó derrumbes de cornisas y agrietamiento de paredes en Ciudad, mientras que en Las Heras provocó la destrucción de viviendas y agrietamientos en el terreno. El movimiento causó daños y víctimas en Chile. La intensidad fue estimada en VIII grados Mercalli.
En el año 1929 se registraron dos fuertes sismos. El primero ocurrió el 23 de mayo y sacudió a la capital provincial y al departamento de Godoy Cruz. Produjo agrietamiento de paredes y caídas de muros. Causó pánico en la población pero no víctimas fatales. Se sintió en toda la región de Cuyo y su intensidad fue de VI grados en la escala de Mercalli.
El segundo sucedió una semana después, el 30 de mayo de 1929. Destruyó las construcciones de Colonia Las Malvinas y Villa Atuel, en el departamento de San Rafael. Murieron 30 personas y se registraron numerosos heridos. El sismo se percibió al norte de San Juan, este de Buenos Aires y al sur de Neuquén y Río Negro. Su intensidad fue de VIII grados Mercalli.
El 23 de noviembre de 1936 se registró un sismo de VI grados que afectó al departamento de Rivadavia, donde muchas viviendas resultaron dañadas. Se sintió en San Juan y Mendoza.
El 5 de julio de 1942 ocurrió en Cañada Seca, Salto de las Rosas y Las Malvinas de San Rafael un sismo destructivo. Su intensidad fue también de VI grados.
Otro movimiento de la misma intensidad causó el derrumbe de construcciones de adobe y edificios antiguos, grietas en las paredes y rotura de vidrios, en el departamento de Las Heras y en Capital. Sucedió el 25 de abril de 1967 y se sintió muy fuerte también en el valle de Uspallata.
El 26 de enero de 1985 se produjo un intenso terremoto que produjo daños considerables en varios departamentos del Gran Mendoza. Godoy Cruz y Las Heras fueron los más afectados, donde se observaron considerables destrucciones, especialmente en construcciones antiguas de adobe o de ladrillo. Se reportaron pocas víctimas y heridos. La intensidad del mismo fue de VIII grados Mercalli.
En la última década hemos presenciado dos sismos intensos. Uno se registró el 5 de agosto de 2006, cuya intensidad fue de VI grados en la escala de Mercalli. El área del anticlinal de Barrancas fue la más afectada. No se reportaron víctimas, pero sí daños materiales en viviendas no sismorresistentes de los departamentos de Lujan, Maipú, Guaymallén, Las Heras, Godoy Cruz, Capital, San Martín, Junín y Rivadavia.
El otro sucedió el 10 de diciembre de 2008. En esta ocasión se reportaron daños en Potrerillos, aunque en Ciudad y departamentos del Gran Mendoza se sintió más débil. La intensidad fue de VI grados Mercalli.
En los últimos 300 años, Mendoza fue la provincia donde más terremotos se han registrado, según los datos del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES). El organismo cuenta con una base de datos de sismos destructivos (mayores a grado VI en la escala Mercalli) ocurridos en el país desde 1692. Desde esa fecha y hasta 2011, último gran sismo con epicentro en Argentina, nuestra provincia registró 16 terremotos, como lo muestra el mapa interactivo elaborado por Unidiversidad.
En segundo lugar está Salta, con 15 terremotos, mientras que San Juan cierra el podio de lugar más sísmico del país con 8 grandes temblores. Pero también provincias como Santiago del Estero, Córdoba, Tucumán, Jujuy, Catamarca, La Rioja, Chaco, Corrientes, Tierra del Fuego y hasta las islas Orcadas han sufrido estos fuertes movimientos de la tierra desde el 13 de setiembre de 1692, la fecha del terremoto más antiguo del que se tiene registro en el INPRES, fue el ocurrido en Salta con una magnitud IX.
El Instituto afirma que en la zona centro-oeste del país, los terremotos han representado verdaderos desastres regionales. Por ejemplo, el del 20 de marzo de 1861 que afectó a Mendoza (grado IX), es considerado uno de los más desastrosos del siglo XIX en todo el mundo. Mientras que el del 15 de enero de 1944 (grado IX), que destruyó a San Juan, representa con sus 10 mil muertos la mayor catástrofe de toda la historia argentina. Salta y las dos provincias cuyanas se vieron afectadas por terremotos de grado XI en la escala de Mercalli, de categoría muy destructivos. Estos provocaron daños considerables en estructuras, desplazaron edificios de sus bases y ocasionaron derrumbes parciales.
La medición con la escala de Mercalli evalúa la intensidad a través de los efectos y daños causados a distintas estructuras. Este método ofrece 12 grados. En el I, la sacudida es sentida por muy pocas personas en condiciones especialmente favorables, mientras que en el grado XII la destrucción es total y pueden verse ondas sobre el terreno y perturbaciones de las costas de nivel (ríos, lagos y mares).
Otra escala posible para medir un sismo es la del sismólogo estadounidense Charles Richter. Con este método, los expertos determinan, una vez registrado el evento en sismogramas, su duración y la amplitud de la onda. Mediante cálculos matemáticos y parámetros físicos, establecen el grado de magnitud del temblor. Desde menos de 2 hasta 2.9 son microsismos generalmente no perceptibles; entre 3.0 y 3.9, un sismo es considerado menor; la medición va aumentando a ligero, moderado, fuerte y mayor hasta llegar a 8.0 - 9.9, calificados como de grandes características. La tabla prevé un grado 10, épico, que no se ha registrado nunca.
Estos conocimientos llevaron a la definición, al inicio del siglo XX, de la escala de intensidades Mercalli. Se trata de una escala cualitativa que aporta diversos valores que son subjetivos, ya que indican cómo lo sintió un ser humano, un sitio o un edificio. En una misma zona puede suceder que las diferentes personas que se encuentran en el lugar perciban un mismo evento sísmico de manera diferente, por lo tanto no se la puede definir como una forma de medición científica. Por esta razón, esta escala se está dejando de usar, excepto en análisis macrosísmicos, cuando se involucran efectos geológicos.
Otra de las formas de medir un movimiento es a través de la escala de Ritcher. Los expertos determinan, una vez registrado el evento en sismogramas, su duración y su amplitud de la onda, que, mediante cálculos matemáticos y parámetros físicos, determinan el grado de magnitud del mismo.
Esta escala se encuentra en desuso y tiene una aplicación limitada. Por esta razón, los científicos utilizan hoy la MW, en español traducida como Magnitud Momento, pues consideran que es más coherente que las otras escalas, además de involucrar parámetros dimensionales de la fuente que genera el terremoto.
Al sumar parámetros dimensionales de la fuente al análisis, los científicos cuantifican el tamaño de un evento pero no el daño, ya que este tiene otros tipos de parámetros y variables asociados.
El parámetro más importante en regiones sísmicas es la aceleración, es decir, el nivel de movimiento del terreno que va a causar la magnitud de un terremoto dado. Por ejemplo, un evento de magnitud 6, 6.5 o 7 pueden tener la misma aceleración. Esto significa que en zonas urbanas cercanas a fuentes sismogénicas, el movimiento del terreno puede ser muy nocivo. Una magnitud 6 puede lograr una aceleración grande y una de 6.5 y 7 también, a pesar de que van a ser de diferentes tamaños los eventos.
El doctor Francisco Mingorance, Jefe del Área de Geología de Terremotos y Peligro Sísmico del Instituto de Mecánica Estructural y Riesgo Sísmico (IMERIS) de la Facultad de Ingeniería, afirma que “los esfuerzos tectónicos compresivos actuantes han favorecido el desarrollo y localización de varias fuentes sismogénicas (fallas activas que generan terremotos) cercanas, que amenazan al Gran Mendoza”. Cada fuente sismogénica potencial cumple su propio “ciclo sísmico”, acumulando energía durante un período de tiempo determinado, unos pocos siglos o miles de años, liberando luego dicha energía mediante un terremoto.
Sismo o terremoto
El especialista considera que es de gran importancia para la concientización diferenciar entre un sismo y un terremoto: “Un evento sísmico puede ser menor, puede ser sentido por la población o ser solamente registrado por aparatos sensibles, y sigue siendo un sismo. En cambio, un terremoto es un evento sísmico destructivo, que se da con una cierta magnitud y una cierta localización”.
Para Mingorance, la introducción del concepto en una etapa temprana ayuda a una mejor concientización para el manejo de la emergencia. "Me gusta hablar de terremotos y no de sismos porque en los manuales de procedimiento, de manejo de la emergencia, debería pensarse en un terremoto destructivo, no en un evento menor”, argumenta.
Influencia de la actividad sísmica de Chile en Mendoza
Mingorance señala que los mega-terremotos del país trasandino ocurren en la zona de subducción donde la placa sudamericana interactúa con la placa oceánica de Nazca, y allí pueden ocurrir terremotos tsunamigénicos pero que no afectan directamente a nuestra Provincia. “Un enorme terremoto en la zona de subducción chilena no anticipa daño local significativo en el Gran Mendoza, porque esa enorme energía liberada se va a atenuar con la distancia”, advirtió.
“Lo que puede producir daño local son los eventos mucho más chicos y cercanos, que pueden estar asociados con actividad futura de las fuentes sismogénicas que tenemos en las cercanías del Gran Mendoza. Esos eventos van a ser de mucho menor duración pero muy violentos y van abarcar un área mucho más pequeña de daño que lo que hubiera sido un evento chileno en su zona epicentral” explicó.
Zonda, volcanes y predicciones
El experto, posgraduado en la Universidad de Tokio, desentrañó algunas de las hipótesis que la sociedad mendocina construye como causas del surgimiento de eventos sísmicos. En el caso de la asociación entre el viento Zonda y la ocurrencia de un terremoto, el geólogo aclaró que “no hay ninguna relación porque el evento sísmico ocurre en la corteza, a varios kilómetros de profundidad, mientras que el otro es un fenómeno meteorológico. Por lo tanto, no hay relación entre uno y otro. Podrá ser una casualidad, pero no tiene nada que ver una condición climática con la ocurrencia de un terremoto”.
Otra de las ideas erróneas está asociada con la relación entre la erupción de volcanes y la actividad sísmica severa. “La actividad volcánica no va a producir un terremoto destructivo como el que ocurrió en 1861 en el Gran Mendoza. Es cierto que libera energía sísmica, pero los eventos son muchos más pequeños”, aclaró.
El experto sostiene que los terremotos no pueden predecirse pero que, a través de la investigación científica, se puede llegar a conocer el comportamiento pasado de una falla activa determinada, evaluar su potencialidad sísmica y estimar el escenario sísmico futuro esperado en un área urbana dada, como el Gran Mendoza y alrededores.
http://www.mendozapost.com/nota/19462/
http://www.unidiversidad.com.ar/complementariaterremotos-cronologia-sismica-de-mendoza
http://www.unidiversidad.com.ar/mapadelosterremotos
http://www.unidiversidad.com.ar/como-medimos-los-sismos
http://www.unidiversidad.com.ar/nota-principalque-hace-de-mendoza-una-zona-sismica
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Nota: VARIAS
La región de Cuyo es la zona con mayor riesgo sísmico de Argentina. No es casual: dos placas tectónicas en constante interacción producen desde suaves movimientos hasta grandes terremotos y erupciones volcánicas.
El primer terremoto importante registrado en la Provincia ocurrió el 22 de mayo de 1782. Fue conocido como el "Terremoto de Santa Rita”, produjo la destrucción y agrietamiento de construcciones y alcanzó una intensidad de VIII grados Mercalli.
El 27 de octubre de 1804, el Observatorio de El Salto-Chile reportó un intenso sismo registrado en San Juan y Mendoza. Publicado en la Universidad de Chile y reimpreso por la Universidad de Estrasburgo, su intensidad estimada fue de VI grados Mercalli.
VIDEO:
El documental “Ciudad sísmica” muestra cómo sus habitantes reconstruyeron la ciudad y cuáles son las medidas que hoy se llevan adelante ante la inminencia de nuevos movimientos sísmicos.
El terremoto porcentualmente más destructivo de toda la historia argentina se produjo el 20 de marzo de 1861, en Mendoza. Destruyó la ciudad y departamentos vecinos, dejó un saldo de 6000 muertos sobre una población total de 18 mil habitantes. Su intensidad fue de IX grados Mercalli.
A la 01.30 del 19 de agosto de 1880 se registró el segundo terremoto más intenso después del de 1861. Afectó a la ciudad de Mendoza con el derrumbe de murallas y caída de cornisas. En el fundo del "Melocotón", en Tunuyán, murió un chico de 14 años a causa del desplome de una pared. La intensidad del sismo fue de VI grados Mercalli.
Luego, el 12 de agosto de 1903, un sismo de VII grados en la escala de Mercalli afectó al Gran Mendoza, en particular al departamento de Las Heras. Las localidades más afectadas fueron Uspallata, Punta de Vacas y Puente del Inca. Hubo tres muertos e importantes daños en las construcciones de la ciudad.
El segundo terremoto del siglo XX ocurrió el 27 de julio de 1917. También afectó principalmente a Las Heras y a algunos sectores de la Capital. Produjo la caída de paredes y cornisas. En la ciudad, algunas iglesias fueron cerradas debido a la magnitud de los daños. Hubo varias y fuertes réplicas. La magnitud del evento fue de VII grados en la escala de Mercalli.
Costa de Araujo y localidades aledañas en un radio de 50 kilómetros, fueron destruidas a causa del terremoto ocurrido el 17 de diciembre de 1920. Se registraron 250 personas fallecidas y un gran número de heridos. El movimiento telúrico causó la formación de grietas en el terreno, de las que emergió agua. Por esa razón, en algunos lugares, surgieron ciénagas. Su intensidad fue de VIII grados en la escala Mercalli.
El 14 de abril de 1927, un terremoto causó derrumbes de cornisas y agrietamiento de paredes en Ciudad, mientras que en Las Heras provocó la destrucción de viviendas y agrietamientos en el terreno. El movimiento causó daños y víctimas en Chile. La intensidad fue estimada en VIII grados Mercalli.
En el año 1929 se registraron dos fuertes sismos. El primero ocurrió el 23 de mayo y sacudió a la capital provincial y al departamento de Godoy Cruz. Produjo agrietamiento de paredes y caídas de muros. Causó pánico en la población pero no víctimas fatales. Se sintió en toda la región de Cuyo y su intensidad fue de VI grados en la escala de Mercalli.
El segundo sucedió una semana después, el 30 de mayo de 1929. Destruyó las construcciones de Colonia Las Malvinas y Villa Atuel, en el departamento de San Rafael. Murieron 30 personas y se registraron numerosos heridos. El sismo se percibió al norte de San Juan, este de Buenos Aires y al sur de Neuquén y Río Negro. Su intensidad fue de VIII grados Mercalli.
El 23 de noviembre de 1936 se registró un sismo de VI grados que afectó al departamento de Rivadavia, donde muchas viviendas resultaron dañadas. Se sintió en San Juan y Mendoza.
El 5 de julio de 1942 ocurrió en Cañada Seca, Salto de las Rosas y Las Malvinas de San Rafael un sismo destructivo. Su intensidad fue también de VI grados.
Otro movimiento de la misma intensidad causó el derrumbe de construcciones de adobe y edificios antiguos, grietas en las paredes y rotura de vidrios, en el departamento de Las Heras y en Capital. Sucedió el 25 de abril de 1967 y se sintió muy fuerte también en el valle de Uspallata.
El 26 de enero de 1985 se produjo un intenso terremoto que produjo daños considerables en varios departamentos del Gran Mendoza. Godoy Cruz y Las Heras fueron los más afectados, donde se observaron considerables destrucciones, especialmente en construcciones antiguas de adobe o de ladrillo. Se reportaron pocas víctimas y heridos. La intensidad del mismo fue de VIII grados Mercalli.
En la última década hemos presenciado dos sismos intensos. Uno se registró el 5 de agosto de 2006, cuya intensidad fue de VI grados en la escala de Mercalli. El área del anticlinal de Barrancas fue la más afectada. No se reportaron víctimas, pero sí daños materiales en viviendas no sismorresistentes de los departamentos de Lujan, Maipú, Guaymallén, Las Heras, Godoy Cruz, Capital, San Martín, Junín y Rivadavia.
El otro sucedió el 10 de diciembre de 2008. En esta ocasión se reportaron daños en Potrerillos, aunque en Ciudad y departamentos del Gran Mendoza se sintió más débil. La intensidad fue de VI grados Mercalli.
Mendoza, la provincia con más terremotos
Este mapa interactivo muestra dónde se han registrado los grandes sismos que azotaron al país desde 1692. Salta y San Juan completan el podio.En los últimos 300 años, Mendoza fue la provincia donde más terremotos se han registrado, según los datos del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES). El organismo cuenta con una base de datos de sismos destructivos (mayores a grado VI en la escala Mercalli) ocurridos en el país desde 1692. Desde esa fecha y hasta 2011, último gran sismo con epicentro en Argentina, nuestra provincia registró 16 terremotos, como lo muestra el mapa interactivo elaborado por Unidiversidad.
En segundo lugar está Salta, con 15 terremotos, mientras que San Juan cierra el podio de lugar más sísmico del país con 8 grandes temblores. Pero también provincias como Santiago del Estero, Córdoba, Tucumán, Jujuy, Catamarca, La Rioja, Chaco, Corrientes, Tierra del Fuego y hasta las islas Orcadas han sufrido estos fuertes movimientos de la tierra desde el 13 de setiembre de 1692, la fecha del terremoto más antiguo del que se tiene registro en el INPRES, fue el ocurrido en Salta con una magnitud IX.
El Instituto afirma que en la zona centro-oeste del país, los terremotos han representado verdaderos desastres regionales. Por ejemplo, el del 20 de marzo de 1861 que afectó a Mendoza (grado IX), es considerado uno de los más desastrosos del siglo XIX en todo el mundo. Mientras que el del 15 de enero de 1944 (grado IX), que destruyó a San Juan, representa con sus 10 mil muertos la mayor catástrofe de toda la historia argentina. Salta y las dos provincias cuyanas se vieron afectadas por terremotos de grado XI en la escala de Mercalli, de categoría muy destructivos. Estos provocaron daños considerables en estructuras, desplazaron edificios de sus bases y ocasionaron derrumbes parciales.
La medición con la escala de Mercalli evalúa la intensidad a través de los efectos y daños causados a distintas estructuras. Este método ofrece 12 grados. En el I, la sacudida es sentida por muy pocas personas en condiciones especialmente favorables, mientras que en el grado XII la destrucción es total y pueden verse ondas sobre el terreno y perturbaciones de las costas de nivel (ríos, lagos y mares).
Otra escala posible para medir un sismo es la del sismólogo estadounidense Charles Richter. Con este método, los expertos determinan, una vez registrado el evento en sismogramas, su duración y la amplitud de la onda. Mediante cálculos matemáticos y parámetros físicos, establecen el grado de magnitud del temblor. Desde menos de 2 hasta 2.9 son microsismos generalmente no perceptibles; entre 3.0 y 3.9, un sismo es considerado menor; la medición va aumentando a ligero, moderado, fuerte y mayor hasta llegar a 8.0 - 9.9, calificados como de grandes características. La tabla prevé un grado 10, épico, que no se ha registrado nunca.
¿Cómo se miden los sismos?
Los sismos se califican por su tamaño. Una de las formas de medirlos proviene de civilizaciones antiguas, de hace 2000 años. Estas culturas poseían algunos tipos de objetos que, de acuerdo a dónde se movían o dónde caían, indicaban que una vibración sísmica había sucedido en una dirección determinada.Estos conocimientos llevaron a la definición, al inicio del siglo XX, de la escala de intensidades Mercalli. Se trata de una escala cualitativa que aporta diversos valores que son subjetivos, ya que indican cómo lo sintió un ser humano, un sitio o un edificio. En una misma zona puede suceder que las diferentes personas que se encuentran en el lugar perciban un mismo evento sísmico de manera diferente, por lo tanto no se la puede definir como una forma de medición científica. Por esta razón, esta escala se está dejando de usar, excepto en análisis macrosísmicos, cuando se involucran efectos geológicos.
Otra de las formas de medir un movimiento es a través de la escala de Ritcher. Los expertos determinan, una vez registrado el evento en sismogramas, su duración y su amplitud de la onda, que, mediante cálculos matemáticos y parámetros físicos, determinan el grado de magnitud del mismo.
Esta escala se encuentra en desuso y tiene una aplicación limitada. Por esta razón, los científicos utilizan hoy la MW, en español traducida como Magnitud Momento, pues consideran que es más coherente que las otras escalas, además de involucrar parámetros dimensionales de la fuente que genera el terremoto.
Al sumar parámetros dimensionales de la fuente al análisis, los científicos cuantifican el tamaño de un evento pero no el daño, ya que este tiene otros tipos de parámetros y variables asociados.
El parámetro más importante en regiones sísmicas es la aceleración, es decir, el nivel de movimiento del terreno que va a causar la magnitud de un terremoto dado. Por ejemplo, un evento de magnitud 6, 6.5 o 7 pueden tener la misma aceleración. Esto significa que en zonas urbanas cercanas a fuentes sismogénicas, el movimiento del terreno puede ser muy nocivo. Una magnitud 6 puede lograr una aceleración grande y una de 6.5 y 7 también, a pesar de que van a ser de diferentes tamaños los eventos.
¿Qué hace de Mendoza una zona sísmica?
El Gran Mendoza está localizado en una zona sísmicamente activa dentro de Cuyo. Esto se debe a que la región se ubica sobre la placa continental sudamericana, la cual, en su movimiento hacia el oeste, se enfrenta con la placa oceánica de Nazca, justo a lo largo de la fosa oceánica Peruano-Chilena. Esta interacción entre placas ha contribuido durante millones de años a la ubicación de las zonas volcánicas y sísmicas, y a lograr la configuración actual del Sistema Andino.El doctor Francisco Mingorance, Jefe del Área de Geología de Terremotos y Peligro Sísmico del Instituto de Mecánica Estructural y Riesgo Sísmico (IMERIS) de la Facultad de Ingeniería, afirma que “los esfuerzos tectónicos compresivos actuantes han favorecido el desarrollo y localización de varias fuentes sismogénicas (fallas activas que generan terremotos) cercanas, que amenazan al Gran Mendoza”. Cada fuente sismogénica potencial cumple su propio “ciclo sísmico”, acumulando energía durante un período de tiempo determinado, unos pocos siglos o miles de años, liberando luego dicha energía mediante un terremoto.
Sismo o terremoto
El especialista considera que es de gran importancia para la concientización diferenciar entre un sismo y un terremoto: “Un evento sísmico puede ser menor, puede ser sentido por la población o ser solamente registrado por aparatos sensibles, y sigue siendo un sismo. En cambio, un terremoto es un evento sísmico destructivo, que se da con una cierta magnitud y una cierta localización”.
Para Mingorance, la introducción del concepto en una etapa temprana ayuda a una mejor concientización para el manejo de la emergencia. "Me gusta hablar de terremotos y no de sismos porque en los manuales de procedimiento, de manejo de la emergencia, debería pensarse en un terremoto destructivo, no en un evento menor”, argumenta.
Influencia de la actividad sísmica de Chile en Mendoza
Mingorance señala que los mega-terremotos del país trasandino ocurren en la zona de subducción donde la placa sudamericana interactúa con la placa oceánica de Nazca, y allí pueden ocurrir terremotos tsunamigénicos pero que no afectan directamente a nuestra Provincia. “Un enorme terremoto en la zona de subducción chilena no anticipa daño local significativo en el Gran Mendoza, porque esa enorme energía liberada se va a atenuar con la distancia”, advirtió.
“Lo que puede producir daño local son los eventos mucho más chicos y cercanos, que pueden estar asociados con actividad futura de las fuentes sismogénicas que tenemos en las cercanías del Gran Mendoza. Esos eventos van a ser de mucho menor duración pero muy violentos y van abarcar un área mucho más pequeña de daño que lo que hubiera sido un evento chileno en su zona epicentral” explicó.
Zonda, volcanes y predicciones
El experto, posgraduado en la Universidad de Tokio, desentrañó algunas de las hipótesis que la sociedad mendocina construye como causas del surgimiento de eventos sísmicos. En el caso de la asociación entre el viento Zonda y la ocurrencia de un terremoto, el geólogo aclaró que “no hay ninguna relación porque el evento sísmico ocurre en la corteza, a varios kilómetros de profundidad, mientras que el otro es un fenómeno meteorológico. Por lo tanto, no hay relación entre uno y otro. Podrá ser una casualidad, pero no tiene nada que ver una condición climática con la ocurrencia de un terremoto”.
Otra de las ideas erróneas está asociada con la relación entre la erupción de volcanes y la actividad sísmica severa. “La actividad volcánica no va a producir un terremoto destructivo como el que ocurrió en 1861 en el Gran Mendoza. Es cierto que libera energía sísmica, pero los eventos son muchos más pequeños”, aclaró.
El experto sostiene que los terremotos no pueden predecirse pero que, a través de la investigación científica, se puede llegar a conocer el comportamiento pasado de una falla activa determinada, evaluar su potencialidad sísmica y estimar el escenario sísmico futuro esperado en un área urbana dada, como el Gran Mendoza y alrededores.
http://www.mendozapost.com/nota/19462/
http://www.unidiversidad.com.ar/complementariaterremotos-cronologia-sismica-de-mendoza
http://www.unidiversidad.com.ar/mapadelosterremotos
http://www.unidiversidad.com.ar/como-medimos-los-sismos
http://www.unidiversidad.com.ar/nota-principalque-hace-de-mendoza-una-zona-sismica
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muy buena informacion, gracias.
ResponderBorrarLa nota estaba muy pobre por si alguien no podía ver el video, ahora está completa con datos interesantes...
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