El asesinato de un policía en el Pujol quedó impune

Argentina 03 de Septiembre de 2015
Nota:  Varias

29/8/15  Corrientes. Ramón Antonio Colman alias “Botija” y José Alberto Olivares alias “Tati” fueron absueltos de culpa y cargo por insuficiencia probatoria en el juicio por el asesinato del sargento Aníbal Máximo Sotelo ocurrido el 12 de diciembre de 2002.



El debate se llevó a cabo en el Tribunal Oral Penal 2 de Corrientes.  El cuerpo tribunalicio estuvo compuesto por los jueces Raúl Guerín, Ariel Azcona y Juan José Cochia. 

El episodio se produjo en diciembre de 2002 cuando el policía Sotelo acudió a la avenida Armenia porque habían golpeado y asaltado a otro efectivo que quedó tirado frente al club Alvear. Inició la persecución de los sospechosos hasta el barrio Pujol. En la esquina de la escuela Nº 293 hubo un tiroteo con los delincuentes y cayó abatido. Por el crimen fueron detenidos Olivares y Colman. Estaban acusados de homicidio calificado pero ayer al culminar el juicio fueron absueltos.


La Policía recuerda con dolor el brutal crimen de dos camaradas

08/12/04 -Son dos los detenidos por el hecho, aunque un tercero fue dejado en libertad por ser menor de edad. El hecho que ocurrió a fines del 2002, marcó un antes y un después en el nivel de delincuencia a la que comenzó a hacer frente la policía correntina.

Se cumplen hoy once años del feroz asesinato de dos efectivos de la policía correntina, ocurrido durante un confuso episodio, en el cual uno de ellos fue atropellado, mientras que el otro fue emboscado al intentar evitar que a su camarada herido le robaran su arma reglamentaria y pertenencias. Por el hecho hay dos detenidos a la espera de ser enjuiciados, por este caso.

El sangriento episodio tuvo lugar la madrugada del 8 de diciembre de 2002, sobre la avenida Armenia, cuando alrededor de las 4:30, a las puertas del peligroso Bº Pujol, cayó gravemente herido el oficial ayudante Diego Sebastián Gómez López, luego de ser embestido por un automovilista, cuando se movilizaba en su moto Scooter. Tras ver que el uniformado se hallaba herido de gravedad, el conductor se dio a la fuga.

Cuatro delincuentes que vieron la escena se abalanzaron sobre el policía, que yacía inconsciente y gravemente herido y le robaron su arma reglamentaria, un bolsito con pertenencias y la moto en la que se desplazaba.

Una patrulla que recorría la zona, observó el desagradable hecho y se dirigió a la caza de los malvivientes, quienes algunos metros más adelante, los emboscaron y recibieron a la unidad policial a tiros, hiriendo de muerte al sargento Máximo Aníbal Sotelo, quien junto a su compañero habían iniciado la persecución. Sotelo cayó herido de un balazo en el lado derecho de la espalda. La bala le atravesó un riñón, un pulmón, y lesionó otros órganos vitales, ocasionándole la muerte casi al instante, indicaron fuentes médicas en aquel entonces.

Mientras tanto, Gómez López, murió a las 10:00 en el Hospital Escuela, donde fue derivado de urgencia, a raíz de las heridas del accidente, resultando vanos todos los esfuerzos por salvarle la vida.

Según una hipótesis manejada por los investigadores, la bala que mató a Sotelo, pudo haber salido del arma robada a su camarada.

Para fines del 2002, la policía correntina se enfrentaba a otro tipo de delincuencia, dispuesta a matar a un uniformado con tal de no ser atrapados.Tras la búsqueda de los homicidas.

Luego de que todos los móviles policiales escucharon la trágica noticia, decenas de policías iniciaron una “barrida”, a lo largo a y lo ancho del barrio Pujol para localizar a los sospechosos.

Como resultado de los mismos, en pocas horas se detuvo al menos a 12 personas, una mujer entre ellas. Luego de tomarles declaración, tres de ellas quedaron detenidas como principales sospechosas del ataque, uno de ellos de 17 años entonces, fue dejado en libertad por tratarse de un menor de edad, mientras que los otros fueron identificados como José Alberto Olivares (27), alias “Tati” y Ramón “Botija” Colman, quien sería el autor material de los disparos.El hallazgo del auto.

Sólo 72 horas después de los homicidios de los policías, los investigadores hallaron en un domicilio particular del barrio Laguna Brava, a 10 kilómetros de nuestra ciudad, al automóvil Ford Escort, dominio CQV-129, propiedad de Rodolfo Ramón López, oriundo de Burzaco, provincia de Buenos Aires.

La hipótesis que manejaban hasta allí los pesquisas era que a Gómez López, lo hicieron caer de la moto para robarle, mientras que al sargento, lo asesinaron a sangre fría, cuando intentaba auxiliar a su compañero herido.

El arma con la que mataron al segundo uniformado, fue hallada envuelta en una bolsa de nylon, dentro de un poste de luz, luego del aviso telefónico y anónimo de una persona.A la espera del juicio
Tanto Olivares como Colman, se encuentran actualmente detenidos y alojados en la Alcaidía de la Jefatura de Policía, a la espera de que llegue la instancia del juicio oral y público, donde se les dictará sentencia por el brutal crimen que cometieron. En tanto hoy la Policía provincial rinde honores a los camaradas caídos en cumplimiento del deber.



Enlace:
http://www.ellitoral.com.ar/376670/El-asesinato-de-un-policia-en-el-Pujol-quedo-impune
http://diarioepoca.com/65179/La-Policandiacutea-recuerda-con-dolor-el-brutal-crimen-de-dos-camaradas/
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