-Viola fácil o Burundanga- Alarma por las nuevas drogas

15 de Julio de 2015
naxio.com.ar

El “Viola fácil” es la nueva sustancia química utilizada por oportunistas para violar a menores. La sustancia GHB o “viola fácil”, no tiene olor, sabor, ni color, y una vez ingerida sus efectos son inmediatos. Mas allá del peligro de la violación y dependiendo de la dosis, puede precipitar a un cuadro de coma y hasta la muerte.



Esta droga tiene la capacidad de engañar al cerebro y quitarle la voluntad a la persona de sus actos. Las víctimas no solo pierde la conciencia, sino que también pierden la memoria de corto plazo y no pueden recordar quién fue su violador, causa por la cual no se llega a realizar ninguna denuncia policial.

Esta droga es difícil de detectar por no tener sabor, color y olor, por lo cual puede ser introducida en cualquier producto que se este ingiriendo sin notarlo.

Al “viola fácil” no solo se la usa con fines sexuales, ya que muchos hombres han sido víctimas de esta droga, quienes horas después, notaron que fueron despojados de su dinero, su auto y sus objetos de valor.

El GHB, por mas que parezca una droga light, es una sustancia muy peligrosa no solo por el daño (físico y psicológico) de una violación sexual, si no por la posibilidad de muerte o cuadros de coma. Su uso repetido puede producir síndrome de abstinencia, cuyos síntomas incluyen
  • Insomnio.
  • Ansiedad.
  • Temblores.
  • Sudoración.
El uso combinado con otras drogas como el alcohol puede dar lugar a efectos adversos adicionales como náuseas y dificultad respiratoria.

Esta droga parece estar al alcance de cualquiera, ya que no sólo se consigue en los boliches y discotecas más exclusivas de Sudamérica, sino también se ofrece por Internet.

Qué es el GHB

 A la sustancia G.H.B (gammahidroxibutirato) se lo conoce vulgarmente como “el éxtasis líquido”, pero nada tiene que ver con el éxtasis, ya que es una sustancia depresora del Sistema Nervioso Central, por lo cual produce un efecto contrario al éxtasis (droga estimulante).



Durante los años sesenta fue utilizado como anestésico, pero al poco tiempo fue retirado del mercado farmacéutico debido a su elevada capacidad epileptógena.

Luego, en los años 80, se comenzó a vender en tiendas de productos energizantes, como anabolizante u estimulante de la hormona del crecimiento.

En el año 2002 se prohibió su venta y su consumo internacionalmente.

En la actualidad sólo se utiliza en la investigación sobre el tratamiento de algunas enfermedades como el edema cerebral y el síndrome de abstinencia alcohólico.

Esta sustancia se presenta en forma de polvo, que se mezcla con agua para su consumo por vía oral.

¿Qué efectos produce el GHB?

En dosis bajas, los efectos son parecidos a los del alcohol, produciendo relajación, desinhibición social, elevación del estado de ánimo, entre otras. Pero si se lo ingiere o mezcla con alcohol, el G.H.B. puede provocar una sobredosis, por mas pequeña que haya sido la cantidad ingerida, provocando la depresión del Sistema Nervioso, generando una anestesia general y en ocasiones puede producir depresión respiratoria.

En dosis más elevadas (10 mgr/kg) produce anestesia e hipotonía muscular (falta de tensión muscular). Los síntomas van aumentando a medida que la dosis es mayor llegando a producir náuseas, vómitos e incluso el coma.

Después del consumo de esta sustancia aparecen con frecuencia la cefalea, incontinencia urinaria, temblores, y dificultades respiratorias.

Burundanga: Mito o Realidad

Se conoce vulgarmente como burundanga a un alcaloide llamado escopolamina, que tiene gran cantidad de efectos físicos y mentales sobre el cuerpo humano y que actúa sobre las zonas del cerebro que se relacionan con la memoria y la cognición. La escopolamina o burundanga es famosa por anular la voluntad y ser utilizada para obligar a la víctima a hacer algo.


Esta sustancia se utilizó hace cientos de años en distintas culturas como uso ritual. Pero en la actualidad, se popularizo por su supuesto empleo para cometer delitos. Según este supuesto, la burundanga actúa sobre la voluntad de las personas, llevando a la víctima a obedecer ciegamente al agresor, ya sea abriendo la puerta de su domicilio para entregarle objetos de valor, revelar el número secreto de la tarjeta de crédito o mantener relaciones sexuales, sin recordar nada. También se dice que la burundanga no sólo puede ingerirse, sino que puede actuar por inhalación o a través del contacto con la piel. Pero si bien esta ultima posibilidad puede darse, no es ni tan fácil ni tan frecuente, como se piensa. Varios estudios científicos han demostrado que esto es solamente posible si hay una fricción continua y una gran cantidad de droga en contacto con la piel de la víctima. Es decir, que por tocar un teclado de un cajero automático o el simple roce en la piel, es imposible sufrir sus efectos.

Modos de Administración

El método más usado es por inhalación y por ingestión oral (mezclándola con alguna bebida). El polvo de la escopolamina puede ser esparcido sobre cualquier substancia sólida, incluyendo chicles, chocolates, dulces o dentro de papel, billetes o periódicos que, al ser sacudidos frente al afectado, esparcen el polvo en su dirección provocando que inhale muchas veces la substancia narcótica sin darse cuenta.

Medidas de precaución:

Sin llegar a la paranoia  y para no ser victimas de esta sustancia, lo mejor es usar el sentido común, ya que adoptando ciertas medidas de precaución, se minimizan casi completamente los riesgos:
  • Estar atentos a que las bebidas estén siempre sin abrir o que las abran delante nuestro.
No aceptar vasos de personas desconocidas o que acaban de conocer. 
  • Evitar grupos de desconocidos en la calle que, acercándose con la excusa de preguntar por una dirección o pedir que le lean un papel, (ya que el papel puede tener una gran cantidad de escopolamina en polvo), que al sacudirlo frente a nuestra cara, nos hará inhalarla.
Evitar conversaciones sospechosas con extraños: si algún sujeto se acerca queriendo limpiar con un pañuelo alguna mancha en la ropa o en la cara, tratar de evitarlo, ya que el pañuelo puede contener sustancia que podrían ser esparcidas son un simple soplo. 
  • No aceptar muestras de perfumes fuera de centros comerciales o en la calle.
 IMPORTANTE: En el caso de sospechar que han sido victimas de esta droga, lo más recomendable es simular un desmayo, ya que el delincuente puede asustarse y huir por pensar que la dosis ha sido excesiva. Inmediatamente después, pedir ayuda.

Frente a la sospecha tener en cuenta el cuadro clínico por  intoxicación por escopolamina presenta los siguientes síntomas físicos:
  • Sequedad de boca
  • Sed
  • Dificultad para tragar y hablar
  • Dilatación extrema de las pupilas
  • Visión borrosa de los objetos cercanos
  • Ceguera transitoria.
  • Convulsiones
  • Arritmias cardiacas
  • Insuficiencia respiratoria
  • Sensación de ahogo
  • Puede aparecer fiebre muy alta
  • En altas dosis puede ocasionar convulsiones, taquicardia severa, fallos respiratorios e, incluso, la muerte.
En cuanto a los síntomas de tipo mental encontramos:
  • Psicosis,
  • Alucinaciones,
  • Delirio
  • Desorientación

Sugestión popular

La psicosis general se desató por la oleada de cadenas de mails, videos viralizados y artículos sensacionalistas que vinculan a la burundanga con intentos de ataques por parte de delincuentes que buscan adormecer a sus víctimas para aprovecharse de ellas. Es así como dicha psicosis ha convertido a la burundanga en un fantasma que atemoriza a todos, como una poción mágica que, con sólo tocar el cuerpo, lo duerme y lo deja disponible a las órdenes de otro.

Los especialistas aseguran que hay una “sugestión popular” y como la droga se hizo tan conocida, muchos creen ser víctimas de ella.

La realidad es que para que la burundanga produzca pérdida de conciencia, se necesita una gran cantidad de sustancia y por lo menos dos horas para que la persona llegue a ese estado de vulnerabilidad. Uno de estos casos es el de las famosas "viudas negras", que aplican la sustancia en la bebida de la victima y, luego de una larga charla, adormecen a los hombres para hacer con ellos lo que desean.

Pero hay que dejar en claro que, hasta el momento, ninguna sustancia es instantánea (porque ni aun el Valium inyectado en vena produce un efecto en menos de un minuto). Por más que sea cierto que provoca cierto sometimiento en la victima, hay que tener en cuenta que para generar tal síntoma tiene que haber una gran concentración de sustancia en el organismo.

 Evite Ataques Sexuales con este nuevo Esmalte de Uñas
Desgraciadamente son cada vez más los casos de agresiones sexuales provocadas por drogas que facilitan la manipulación y abuso de quien la consume. (el “viola fácil” la burundanga y el GHB, entre otros). Todas estas drogas actúan como depresores del sistema nervioso central, quedando indefenso hacia el agresor.


Ante esta realidad, un grupo de emprendedores ha creado “Undercover Colors” un pintauñas que detecta la presencia de alguna de estas drogas en la bebida.

Este esmalte es de color transparente y se puede aplicar sobre las uñas pintadas o limpias.
Una vez aplicado en las uñas, lo único que debe hacer la mujer es sumergir su dedo en la bebida y verificar si el esmalte cambia de color. En caso que el color cambie, estaría indicando que esa bebida ha sido adulterada con algún tipo de droga.

El esmalte cuenta con ciertos componentes químicos que hacen reacción cuando entran en contacto con alguna de estas drogas.

De esta forma se podrían evitar muchísimos casos de violaciones y secuestros causados por estos fármacos.

Los creadores de este innovador esmalte de uñas comenzaron a observar que esta problemática iba en aumento (en Estados Unidos, el 18% de las mujeres es víctima de una situación de éste tipo). Este invento pretende calmar los miedos de muchas mujeres y descubrir a los abusadores antes de cometer el hecho.

Con este invento las mujeres tienen una herramienta segura, confiable y discreta para prevenir un ataque.

El prototipo del esmalte está aún en desarrollo pero sus resultados son muy alentadores.
Por lo que se espera que pronto este en el mercado.

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