La conflictiva trayectoria de la policía detenida
Domingo 12 Agosto 2012
Diario San Rafael
Sin dudas, la noticia de la semana fue el robo a Cambio Santiago que derivó en la búsqueda y posterior captura de una mujer policía y un taxista que las cámaras de seguridad de la empresa señalaban como autores.
A medida que pasaban las horas se iban conociendo detalles de quién era Gabriela Rodríguez, la auxiliar que tuvo un traumático paso por la Policía local al punto que cuesta entender cómo seguía portando su arma reglamentaria que, paradójicamente, usó para delinquir.
Según supimos a través de distintas fuentes, antes de cometer el robo a la casa de cambio, Rodríguez afrontó varias situaciones conflictivas en la fuerza policial, donde hay quienes dicen que sus colegas la señalaban como "embustera y peligrosa".
De acuerdo a un dato confirmado por Diario San Rafael, cuando Rodríguez prestaba servicios en la Comisaría 42 de Salto de Las Rosas incurrió en varias irregularidades. Allí se la acusó de haber sustraído una billetera perteneciente a otro efectivo policial que se encontraba en condición de detenido en la dependencia, luego de haber sido denunciado por su pareja por un presunto abuso que luego no se probó.
Y esa no fue la única vez que estuvo involucrada en un hecho delictivo, ya que en su breve paso por la Unidad Investigativa de nuestro departamento, se le atribuyó el robo de al menos dos teléfonos celulares, uno de ellos durante un secuestro que se realizó tras un allanamiento.
Estafadora
Otro dato que trascendió esta semana, y que fue confirmado, está relacionado a la causa por la que Rodríguez había sido trasladada a la ciudad de Mendoza donde prestaba servicios. Cuando estaba en la Comisaría 42, aprovechó las pasantías de cadetes del Instituto Universitario de Seguridad Pública (IUSP) para decirles que a cambio de 1.000 pesos en efectivo les aseguraría su permanencia laboral en San Rafael luego que finalizaran el cursado. Aseguran que habría percibido entre 4 y 5 mil pesos de quienes cayeron en su engaño.
Traiciones
Parece que nada de lo que hizo Rodríguez en su vida estuvo vinculado a la tranquilidad y legalidad. Según nos confirmaron en estas últimas horas, Marcelo Rodríguez, el taxista que era su amante de Gabriela Rodríguez y que la acompañó en el asalto a Cambio Santiago, era la pareja oficial de una amiga de la propia policía, lo cual despertó una profunda tristeza en esa joven que, de la que no daremos el nombre, pero que en su cuenta de Facebook manifestó sorpresa y dolor por lo ocurrido.
Enlace:
http://www.diariosanrafael.com.ar/87177Una paradoja judicial terminaría beneficiando a los tres detenidos por el robo a Cambio Santiago
La mujer policía y su novio taxista, acusados de sustraer unos 300 mil pesos con la supuesta complicidad del encargado de la firma "Cambio Santiago", fueron apresados el viernes a la tarde por policías mendocinos y sanjuaninos cuando ingresaban (ella con el pelo teñido de rubio) al céntrico hotel La Alhambra de la capital sanjuanina, adonde habían llegado el jueves a la mañana.
Como informamos ayer, fueron localizados a través de la señal de un celular que compraron en Mendoza luego del supuesto asalto. Todo indica que la policía local tenía intervenidos los teléfonos del círculo íntimo de la pareja y así lograron saber dónde estaban.
Cuando ingresaron a la habitación donde se hospedaban los fugitivos (la número 200 en el segundo piso) los policías incautaron parte del dinero robado (que no llegaría a 100.000 pesos), aparatos, ropa y la pistola reglamentaria de la uniformada con su cargador completo
Un poco antes, el encargado de Cambio Santiago, Luis Bonfanti de 46 años, había sido detenido en su domicilio de Las Heras y alojado en la sede de Investigaciones de San Rafael, adonde Gabriela Rodríguez y el taxista llegarían mañana o pasado.
La versión inicial de Bonfanti fue que en al salir del edificio Mur donde vivía, en la calle San Lorenzo 20, fue interceptado a punta de pistola por la pareja, quienes lo obligaron a abrir el local de 'Cambio Santiago'. Según Bonfanti, de allí robaron 200.000 pesos, 6.000 dólares, 1.300 euros, 850.000 pesos chilenos y 1.100 reales. Después regresaron a su domicilio para dejarlo atado y amordazado, previo a robarle a él otros 50.000 pesos.
Pero las cámaras de seguridad del edificio revelaron que uno de asaltantes era una mujer policía y que el supuesto asalto parecía no ser tal porque Bonfanti no se veía como alguien que sufre una amenaza y que el arma usada tampoco aparecía en escena.
Por eso el juez Pablo Peñasco resolvió que quedara detenido, bajo sospecha de que pudo ser cómplice de la maniobra.
La paradoja legal es que de probarse esta hipótesis, la carátula de la causa cambiaría de "robo agravado" delito cuya pena va de 10 a 20 años, a "estafa en curso real", cuya pena más grave puede llegar a 6 años.
Vale decir que a esta altura los defensores de los detenidos deben estar haciendo cálculos y planteando la estrategia que aplicarán. Sólo falta saber si ellos estarán de acuerdo una vez que se enteren de estas opciones.
Enlace: http://www.diariosanrafael.com.ar/87178
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