“Me preguntaban por mi hijo y ya lo habían matado”

Uruguay, 04 de Noviembre de 2013
Diario cronica.com

La mamá de la víctima reveló que los asesinos fueron a provocarla. Incendiaron la casa de uno de los chicos que mataron a otro.


El humilde asentamiento de Uruguay donde dos chicos de 12 y 14 años asesinaron a machetazos, golpes y puñaladas a otro de 11 aún no salía ayer del espanto cuando fue escenario de otro hecho de violencia. Un grupo de gente del lugar quemó la casa donde vivía la familia de uno de los dos menores (el de 11 años) que mataron a su vecino sólo porque lo odiaban.

Mientras, la madre de la víctima contó que los dos asesinos fueron a burlarse de ella luego de matar a su hijo.

“Me provocaron durante toda la tarde mientras jugaban al fútbol frente a mi casa.

Me golpeaban las manos y me preguntaban por mi hijo cuando ya lo habían matado”, le dijo la mujer al diario El País.

La casa incendiada en el humilde barrio “Mario Bendetti”, en el departamento uruguayo de Maldonado, estaba vacía cuando fue atacada. La familia del chico ya la había dejado por temor a las represalias.

Por el mismo motivo también se fueron de su vivienda los familiares de Jonathan Estela (11), la víctima. En la casa del otro chico, en tanto, la Policía uruguaya puso una custodia permanente.

El cuerpo de la víctima fue encontrado la noche del martes en el aljibe de una tapera abandonada en un cerro cercano al asentamiento. Los asesinos convencieron a Jonathan de ir hasta allí a “cazar pajaritos” y uno de ellos llevó incluso a su hermanastra, de 5 años. Una vez en el lugar, el chico de 14 le dio dos machetazos en la cabeza. La víctima quedó atontada por los golpes e intentó escapar tirándose al aljibe. Con la promesa de no hacerle más daño, los atacantes hicieron salir al nene herido y entonces lo remataron: el de 11 le dio cinco puñaladas y, como seguía vivo, lo golpearon con piedras durante varios minutos. Luego lo volvieron a arrojar al pozo.

Después le ordenaron a la nena que, si alguien preguntaba lo que había pasado, dijera que Jonathan había intentado violarla. Entonces se fueron a jugar a la pelota frente a la casa de la víctima. 

El caso conmueve a Uruguay por la edad de los chicos y por la frialdad con la que actuaron tras cometer el crimen.

“Le tomaron el pelo a mi mujer, haciendo como si no hubiera pasado nada”, dijo ayer, indignado, Ricardo Estela, el padre de la víctima. El hombre –un obrero de la construcción– cargó también contra la madrastra de uno de ellos, quien le lavó la ropa manchada con sangre. La mujer estuvo unas horas detenida por presunto ocultamiento de pruebas, pero fue liberada.

La Justicia uruguaya decidió internar a los dos menores en el Instituto del Adolescente y el Niño del Uruguay, pero se anticipó que el de 11 años no podrá ser juzgado: por su edad, es inimputable.

Enlace;
http://www.clarin.com/policiales/preguntaban-hijo-matado_0_1022298009.html

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