El sublime manifiesto feminista del Mendolotudo

04 de Octubre de 2013
Diario: mdzol.com

Luego de ser criticados por tanto machismo, una de las nuestras escribe el manifiesto feminista menduco al cual adherimos profundamente.




Para empezar, debo decir que siempre me han parecido sospechosos los “verdaderos” machos...Me parece que son tipos con vértigo en el orto, necesitados de reafirmar todo el tiempo que eso que sobresale de su placard es un ambo gris y no un traje de drag queen....

Sobre el tamaño y/u ostentosidad del auto y/o moto y/u otras cuestiones asociadas a la virilidad, también recae esa sospecha... Algo así como una compensación por la mezquindad de la madre naturaleza, quien a la hora de dotarlos se quedó bastante cortina....Pero como dice la sabiduría popular: “Lo que natura non da, ni Toyota te lo presta”, tan convencida estoy de que todos los que tienen una Hilux son primos de Jacabo, integrantes del Chizito’s clan....

No... la virilidad es más bien una postura, una actitud, una intuición, algo medio inasible, difícil de de definir a simple vista, ....¿Viste como esos fanáticos del orden y de la limpieza, cuando los mirás aspirando hasta la última miguita, o aquellos que no se pueden sentar a comer una manzana sin una servilleta? ¿No te pasa que decís: “¿Que está escondiendo este cristiano detrás de esa obsesión por la limpieza?” Debe tener toda la mugre metida en el marulo...No, mejor con éste no me acuesto, seguro que me dice que si no lo hacemos con su perro mirando, no se le para...”? Bueno, con la virilidad pasa algo parecido...

En fin... Recuerdo a una amiga mía que salía con un carnicero todo machote, con moto, auto, remera del equipo de fútbol y/o de La Renga siempre puesta, amor incondicional por los ravioles de la madre y un rosario de dogmas y creencias varias, tipo: “los hombres no lloran” o “las mujeres no hablan de política”, calco en el auto que decía: “Gracias a Dios y a mis viejos” y otras delicadezas por el estilo....Todas las pelotudas de la cuadra le envidiaban el levante, mientras decían: “¡Seguro que si te casás con éste, no va a dejar que laburés...¡Qué suerte!”... Yo me acuerdo que le dije: “Tené cuidado, ese vago viene con carpa...” Y más que carpa... ¡Tenía todo un campamento, la maraca! Hoy es virreina de la Vendimia Gay y te cuenta que metió un amparo contra la reina porque dice que hubo trampa en el escrutinio...

En cambio yo, que mi marido tiene actitudes un tanto vidriosas (por ejemplo, me confesó entre lágrimas e hipos de tristeza que lloró todas las veces que vio Bambi, incluso la semana pasada, cuando la enganchó en el Canal Volver)... ¡Resultó ser todo un macho recargado! Y no lo digo sólo por el tamaño, porque aunque Dios no lo bendijo con toda la facha del mundo ni le dió un cuerpito esculpido a mano, en su sabiduría infinita, lo premió de otra manera... A punto tal que yo cada tanto lo piropeo, y aún después de diez años de casados, me dan ganas de ponerme creativa y todo... Por ejemplo, ensayo un tono castrense y con una gorra puesta le tiro un lance, tipo: “¡Cadete! ¿Para donde va con ese paquete? ¡Venga para acá ya mismo con todo eso, desacatao!”...¡Y se pone todo colorado, el boludazo!

Como dije, no es una cuestión de tamaño, lo digo más bien por una actitud militante del vago hacia el sexo femenino....Mirá que a veces yo he estado hecha una vaca, incluso me he mirado y he dicho: 

“¡La puta madre, ni yo misma me daría!... Estoy lista para el asado... ¡Yo pongo el fuentón de achuras...!” Y el vago, ahí, firme como rulo de estatua... (Ahora que lo pienso bien, ¡no se si es un macho o un asqueroso!)

Como sea... ¡Ese carancho es para mi rancho y tengo mucha suerte, en cualquiera de los sentidos...!

Paradójicamente, tenemos bombonazos como mi señor esposo y padre de mi hijo... ¡porque existe el feminismo!

Si, señores... el feminismo nos regaló el amor por tipos respetuosos, dedicados, comprometidos...



Pero no sólo eso...

El feminismo nos legó a tipos que disfrutan de ser padres, que no se les caen los anillos por cambiar pañales o ir al súper...

El feminismo nos legó que cualquiera pueda expresar su talento como más le pinte, como minas que son bomberos o tipos como Carlos Arguiñano, que cocinan de puta madre...

El feminismo nos legó hombres que expresan el sentir de las mujeres, como Almodóvar, o mujeres que aciertan lo que les pasa a los hombres, como Evita, cuando entendía a los descamisados...

El feminismo nos legó que cualquier gil puede ser retrógrado o desestabilizante para la democracia, sea hombre o mujer, como la chota de Carrió o el facho de Duhalde....

El feminismo nos legó que los errores o los aciertos de la humanidad los sufrimos todos, hombres y mujeres por igual....

El feminismo nos dejó que con la intolerancia y la rigidez todos pierden, y nadie gana nada....

El feminismo nos dejó la reflexión acerca de que cuando la miseria golpea y entra en una casa, no sabe quien vive adentro, y arrasa sin preguntar, sin discernir, sin medir sexo, religión ni edad....

El feminismo nos dejó responsabilidad, alegría de compartir las cargas y las mieles, intentar tomar las riendas de la propia vida y no decirle a nadie como debe ser la suya, siempre que no joda a los demás...

El feminismo nos dejó contramodelos, esquemas del “no deber ser”, como Isabelita o Videla....

El feminismo nos legó a Clarissa Pinkola Estés, para no tener miedo, para correr con los lobos...

El feminismo nos legó a Noemí Klein y a Marie Monique Robin, para entender como el capitalismo y las multinacionales producen esquemas de miseria y desastre...

El feminismo nos dejó modelos de unitarios y federales, como Juanamanuela Gorriti y Martina Chapanay....

El feminismo nos dejó amor más allá del cuerpo, amor de ideales compartidos, como Simone y Jean Paul...

El feminismo nos dejó a Hannah Ardenth y a su esperanza, a pesar de los pesares...

El feminismo nos legó a María Montessori, y su visión humanitaria y su dedo en la llaga sobre las cárceles de la pobreza...

El feminismo nos legó a Rosa Luxemburgo, la rosa roja del compromiso democrático...

El feminismo nos legó a Francoise Doltó y a Melany Klein, y sus vueltas de tuerca al malestar en la cultura...

El feminismo nos legó a Silvia Bleichmar, su sutileza, la exquisitez de lo simbólico, el dolor, el país y el después....

El feminismo nos legó a Bjork, danzando en la oscuridad...

El feminismo nos legó a Eva Casidy, trovando a Sting, invitándonos a sentir al sol....

El feminismo nos legó que somos algo mas que las putas, las brujas, las santas y las tontas... y lo más importante, ha contribuido, como dice Macaco, a que este mundo roto no nos arranque nuestra sonrisa de ley...

¡Hasta la tolerancia siempre, comandante!

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