La curiosa historia se remonta a 1969, cuando un secretario de
Relaciones Públicas del Rojo hizo socios honorarios a los tres
integrantes del Apollo XI.-
Aunque sea difícil de creer, el ex astronauta Neil Armstrong fallecido hoy a los 82 años,
se llevó a la Luna un banderín de Independiente como cábala. La
historia pudo ser un mito, pero el propio Armstrong lo reveló durante la
visita que hizo a la Argentina, junto a sus compañeros astronautas
Edwin Aldrin y a Michael Collins, en noviembre de 1969 como gira mundial
por los festejos de haber sido los primeros hombres en llegar a la
Luna.
La curiosa historia
de la llegada del banderín de Independiente a nuestro satélite natural
fue consecuencia de una propuesta magistral de Héctor Rodríguez, por
entonces secretario de Cultura y de Relaciones Públicas del club de
Avellaneda, quien ante el inminente viaje del Apollo XI propuso
convertir en socios honorarios del Rojo a Armstrong, a Edwin Aldrin y a
Michael Collins, con una teoría irrefutable: "Si ellos van a ser los
héroes más grandes del siglo, tienen que ser socios de Independiente",
dijo en por aquellos años.
La idea tuvo aceptación en el club y fueron firmados por Boris
Lisnovsky, en ese entonces tesorero y hoy vicepresidente del Rojo. De
ese modo, Aldrin fue el afiliado número 80.399, Armstrong el 80.400 y
Collins el 80.401. Los carnets llegaron a destino antes de la partida
del Apolo XI, y tenían como fotografías las oficiales, facilitadas por
la embajada, en la que los tres aparecen con sus respectivas
escafandras. Además, por medio de la embajada de Estados Unidos, les
enviaron a los futuros héroes equipos completos de Independiente para
sus hijos varones y banderines del club.
En mayo de 1969, el propio Armstrong agradeció el gesto
a través de una carta y le expresó su deseo de "poder visitar Buenos
Aires pronto y que las circunstancias me permitan aceptar su invitación
de visitar el club", algo que finalmente no ocurrió.
La carta que envió Armstrong para agradecer la membresía al equipo de Avellaneda. Foto: Archivo / infiernorojo.com
Sin embargo, en la visita que Armstrong y Collins
realizaron a la Argentina en noviembre de 1969, como parte de una gira
mundial organizada para celebrar la epopeya con toda la humanidad,
Rodríguez fue invitado a participar en una recepción que se realizó en
la embajada estadounidense.
Ese día, por medio de una traductora, y en presencia
del embajador norteamericano, John Davis Lodge, Armstrong le confesó al
dirigente de Independiente que el banderín del Rojo había realizado todo
el viaje a la Luna y les trajo suerte.
Tal como señala Rodríguez al sitio "Rojo", La Caldera del Diablo,
lo había llevado "a manera de cábala, porque nosotros, antes del viaje,
le habíamos expresado que ellos iban a realizar la hazaña más
importante del siglo y eso lo había impactado".
El contacto del club con los astronautas continuó en
setiembre de 1996, cuando Rodríguez volvió a enviarles camisetas del
club, las que fueron entregadas directamente en la base de Cabo
Cañaveral.
Murió a los 82 años Neil Armstrong, primer hombre en pisar la Luna
.-
Apasionado por volar, luego de ser piloto de guerra comenzó su carrera
de astronauta; dio pocos reportajes y en recibió la medalla de Oro del
Congreso de EE.UU.
ASHINGTON, - El astronauta estadounidense Neil Armstrong, primer hombre en pisar la Luna el 20 de julio de 1969,
falleció a los 82 años como consecuencia de las complicaciones
derivadas de una operación cardíaca, anunció este sábado su familia.
Armstrong fue sometido a principios de agosto a una
cirugía después de que los médicos encontraran que sus arterias
coronarias estaban obstruidas. Recordándole como un "reacio héroe
estadounidense", su familia explicó en un comunicado que "sirvió a su
nación con orgullo, como piloto de guerra de la Marina, piloto de
pruebas y astronauta".
Un hombre que soñaba con volar
Nacido en Wapakoneta (Ohio) el 5 de agosto de 1930, el
joven Armstrong estuvo fascinado desde su infancia por los aviones. Tomó
cursos de pilotaje a los 15 años y obtuvo su licencia un año más tarde.
Ya convertido en piloto de la Marina, efectuó 78 misiones de combate
durante la guerra de Corea (1950-1953).
Armstrong estudió ingeniería aeronáutica en la
Universidad de Purdue (Indiana) y obtuvo una maestría en la misma
disciplina en la Universidad de California del Sur. En 1955 se hizo
piloto de pruebas y pilotó 50 tipos de aviones para ser seleccionado
siete años después por la NASA para convertirse en astronauta.
En septiembre de 1966 efectuó un vuelo con David Scott
en la misión Gemini 8. La cápsula se acopló a otro vehículo no habitado,
realizando el primer amarre orbital de dos módulos espaciales. Luego
llegaría la misión Apollo 11 y la entrada de Neil Armstrong en la
historia.
Junto al astronauta Buzz Aldrin a bordo de la nave
Apollo 11, Armstrong se convirtió en el primer ser humano en caminar en
suelo extraterrestre bajo la atenta mirada de centenares de millones de
telespectadores. Sus palabras "Es un pequeño paso para el hombre, un
salto gigante para la humanidad" figuran en los anales de la historia.
Desde entonces habló poco en público, evitando micrófonos y cámaras, y vivió durante los últimos 33 años con su segunda esposa en una alejada granja de Ohio.
Su legendaria frase fue objeto de debate por mucho
tiempo. El registro de audio de la época, de poca calidad, da a entender
que omitió un artículo antes de la palabra hombre ("a" man, en inglés).
Armstrong afirmó siempre haber pronunciado una frase bien construida.
Y, en 2006, un experto en informática australiano le dio la razón al
recuperar la palabra que faltaba gracias a un sofisticado software.
En calidad de comandante de la misión Apollo 11, fue él
quien informó al centro de control de Houston (Texas) del alunizaje del
módulo lunar (LEM) pilotado por Buzz Aldrin: "Houston, aquí la base de
Tranquilidad. El águila aterrizó".
"Pensaba que eran de 90% las posibilidades de retornar
sanos y salvos a la Tierra luego de ese vuelo, pero solamente 50% de
posibilidades de posarnos sobre la Luna en esa primera tentativa",
declararía recientemente Armstrong. De acuerdo al célebre astronauta
estadounidense, "un mes antes del lanzamiento del Apolo 11, habíamos
llegado a la conclusión de que estábamos suficientemente listos para
intentar descender a la superficie" de la Luna.
Luego dio el gran salto sobre la superficie lunar,
seguido por Aldrin una veintena de minutos más tarde. Ambos pioneros
exploraron los alrededores durante dos horas y media. Recolectaron 21
kilos de rocas, hicieron fotos y plantaron una bandera estadounidense.
Armstrong
era una apasionado de los viajes aéreos como piloto de la fuerza aérea
de EE.UU. y como astronauta de la NASA. Foto: AFP
Preguntado sobre su experiencia en la Luna, comentó en
una entrevista al canal CBS: "Es un lugar interesante para estar, lo
recomiendo". Un cráter de la Luna lleva su nombre. Se encuentra a cerca
de 50 kilómetros del lugar del alunizaje.
El viaje a la Luna fue la última aventura espacial de
Armstrong. Una aventura que lo marcó para siempre. El comandante se
retiró de la agencia espacial estadounidense en 1971 para hacerse
profesor de Ingeniería Aeroespacial en la Universidad de Cincinnati,
Ohio, hasta 1979. Después, el exastronauta ocupó un cargo en el consejo
de administración de numerosas empresas, entre las que estuvieron Lear
Jet y United Airlines. Hasta apareció en una publicidad para el
fabricante de automóviles Chrysler.
Recientemente, Armstrong rompió su habitual silencio
para criticar al presidente Barack Obama al afirmar que estaba mal
asesorado cuando decidió eliminar el programa que preveía volver a la
Luna. Obama anunció en febrero la eliminación del programa
Constellation, lanzado en 2004 por su predecesor George W. Bush, con el
cual los estadounidenses querían volver a la Luna antes de partir a la
conquista de Marte.
"Tantos expertos en la comunidad espacial" no sabían
que Constellation sería dejado de lado, la decisión "fue probablemente
tramada por un pequeño grupo en secreto que persuadió al presidente que
tendría la oportunidad única de dejar su huella en un nuevo programa
innovador", declaró.
Carrera espacial
La ex Unión Soviética, que había triunfado al enviar al
espacio el primer Sputnik en 1957, y luego al primer hombre, Yuri
Gagarin, en 1961, debió inclinarse ante su rival, Estados Unidos, cuando
Neil Armstrong se convirtió hace 43 años en el primer hombre que pisaba
la Luna.
Al alunizar el 20 de julio de 1969, Apollo privó a la
Luna de su aura de misterio, revelando al mismo tiempo, y gracias al
poder de la ciencia, una superficie árida y rocosa, inhospitalaria y sin
aire.
Flotando en un universo negro, nuestro planeta azul
parecía como un lugar de indefinible belleza, un remanso de vida, húmedo
y cálido en un infinito espacio frío. Tal como lo mostró la histórica y
célebre foto de un "amanecer terrestre" visto desde la Luna tomada
desde la nave Apollo 8 en diciembre de 1968.
Algunos, como los astronautas del programa Apollo,
James Irwun y Charles Duke, vieron en esta imagen la prueba de que la
Humanidad fue escogida para recibir un regalo divino. Otros lo
interpretaron como un signo de nuestra terrible soledad. Mostraba cuán
primitivos somos y cuánto camino nos quedaba por recorrer antes de hacer
un verdadero viaje en el espacio en vez de limitarnos a un arriesgado
salto hasta la Luna.
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