Una escuela no convencional
Buenos Aires, 15 de Agosto de 2013
Diario clarin.com
Está dirigida por una jueza. Combina materias de seguridad con conocimientos de derecho y de cultura.El Instituto Superior de Seguridad Pública porteño se ha convertido, luego de tres años de creado, en una escuela de policías no convencional y dirigida por jueces.
La rectora es la jueza de garantías de San Isidro Marcela De Langhe y la mayoría de su cuerpo docente también son jueces. “Un tema tan sensible como la seguridad no puede estar en manos de policías con poca formación”, dijo De Langhe a Clarín Educación. Para la rectora se trata de “formar civiles, con un sólido conocimiento del derecho y la cultura, en una especialidad técnica como es la seguridad”.
Por eso, como parte de las actividades extracurriculares, los cadetes visitan el Colón, recorren la ciudad en el bus turístico y participan de charlas con alumnos de escuelas primarias y secundarias. “Tienen que integrarse a la sociedad porteña ”, señala Langhe durante una recorrida con Clarín Educación del instituto que está detrás de la cancha de Deportivo Español, en el Bajo Flores.
Ya egresaron 2.000 policías y necesitan llegar a tener 14 mil para que la Metropolitana pueda cubrir todos los barrios de la ciudad.
El instituto funciona en un predio de 112 mil metros cuadrados con un gimnasio, polígono de tiro, escuela canina, centro de computación y zona de entrenamiento para manejar motos y patrulleros.
Luego de diez meses de un curso inicial en un régimen de internado, los cadetes van a las comisarías. Si quieren ascender, el sistema les permite trabajar y estudiar a la vez. Con dos años más, se reciben de técnicos superiores en seguridad (un título terciario) y para llegar a comisionados (el equivalente a comisarios en la Policía Federal) tienen que hacer otros dos años más en la licenciatura en seguridad pública de la Universidad Tecnológica Nacional. El curso inicial articula el entrenamiento físico y técnico policial con la formación académica. Tiene una carga horaria de 1739 horas. Además de las materias específicas de seguridad, los cadetes cursan Psicología General y Psicología Criminal y Sociología Criminal. Son 36 materias en total. Entre otros profesores figuran los doctores en derecho Marcelo Sancinetti, Luis Lozano, Carlos Cárcova y Germán Garavano.
Además de materias de derecho y derechos humanos, los cadetes deben asistir a charlas sobre defensa del medio ambiente y visitar las fiscalías porteñas para empezar a tener contacto con sus futuras funciones. Y hasta tienen un equipo de rugby, entre otros deportes que practican.
Enlace:
http://www.clarin.com/sociedad/escuela-convenciona_0_966503447.html
Diario clarin.com
Está dirigida por una jueza. Combina materias de seguridad con conocimientos de derecho y de cultura.El Instituto Superior de Seguridad Pública porteño se ha convertido, luego de tres años de creado, en una escuela de policías no convencional y dirigida por jueces.
La rectora es la jueza de garantías de San Isidro Marcela De Langhe y la mayoría de su cuerpo docente también son jueces. “Un tema tan sensible como la seguridad no puede estar en manos de policías con poca formación”, dijo De Langhe a Clarín Educación. Para la rectora se trata de “formar civiles, con un sólido conocimiento del derecho y la cultura, en una especialidad técnica como es la seguridad”.
Por eso, como parte de las actividades extracurriculares, los cadetes visitan el Colón, recorren la ciudad en el bus turístico y participan de charlas con alumnos de escuelas primarias y secundarias. “Tienen que integrarse a la sociedad porteña ”, señala Langhe durante una recorrida con Clarín Educación del instituto que está detrás de la cancha de Deportivo Español, en el Bajo Flores.
Ya egresaron 2.000 policías y necesitan llegar a tener 14 mil para que la Metropolitana pueda cubrir todos los barrios de la ciudad.
El instituto funciona en un predio de 112 mil metros cuadrados con un gimnasio, polígono de tiro, escuela canina, centro de computación y zona de entrenamiento para manejar motos y patrulleros.
Luego de diez meses de un curso inicial en un régimen de internado, los cadetes van a las comisarías. Si quieren ascender, el sistema les permite trabajar y estudiar a la vez. Con dos años más, se reciben de técnicos superiores en seguridad (un título terciario) y para llegar a comisionados (el equivalente a comisarios en la Policía Federal) tienen que hacer otros dos años más en la licenciatura en seguridad pública de la Universidad Tecnológica Nacional. El curso inicial articula el entrenamiento físico y técnico policial con la formación académica. Tiene una carga horaria de 1739 horas. Además de las materias específicas de seguridad, los cadetes cursan Psicología General y Psicología Criminal y Sociología Criminal. Son 36 materias en total. Entre otros profesores figuran los doctores en derecho Marcelo Sancinetti, Luis Lozano, Carlos Cárcova y Germán Garavano.
Además de materias de derecho y derechos humanos, los cadetes deben asistir a charlas sobre defensa del medio ambiente y visitar las fiscalías porteñas para empezar a tener contacto con sus futuras funciones. Y hasta tienen un equipo de rugby, entre otros deportes que practican.
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