Cuando la vida le gana a la muerte (VIDEO)

Argentina, 01 de Junio de 2013
Nota: yahoo.com

Se llama Bayan Mahmud, es ghanés y tiene 18 años. Su historia es el fiel reflejo de la lucha por la supervivencia. Un ejemplo de coraje, valor y amor propio, a pesar de los duros golpes que le tocó sufrir en su corta existencia.

Bayan debió escapar hace dos años de su tierra natal donde los conflictos entre tribus enemigas acabaron con la vida de sus padres. Junto con su hermano huyeron de la guerra y en la desesperada huída se perdieron el rastro.

Alcanzó a llegar a Accra, la capital del país. Se acercó al puerto y subió al primer barco que encontró. Viajó como polizón sin saber cuál sería su destino. A los dos días salió a cubierta en busca de comida. Los marineros lo protegieron, lo alimentaron y le dijeron que viajaba rumbo a la Argentina.

Una vez llegado al puerto de Buenos Aires, comenzó a caminar sin rumbo. No conocía a nadie. No hablaba el idioma. En la Plaza Constitución, en plena capital, conoció a un grupo de senegaleses con los que entabló amistad. Le dieron refugio. Un día se junto con ellos a jugar al fútbol. Allí, por obra y gracia del destino, había un dirigente de Boca Juniors que se sorprendió con su habilidad.

Hoy Bayan juega en la cuarta división del club. Vive en la pensión, estudia y sueña con ser el “4” del equipo titular. Y no sólo eso. Quiere ser el primer africano en jugar en la selección argentina.

Sin olvidar su pasado oscuro y lleno de tristes recuerdos, Bayan dice ser un joven feliz. Gracias a Itatí Encinas, secretaria del club, pudo ubicar a su hermano Muntala por medio de Facebook. Sueña con que pueda estar el día que debute en la primera de Boca.

Bayan no se olvida de Dios. Reza cinco veces por día y le agradece el poder estar con vida. Mira al cielo y sabe que desde alguna estrella lejana, sus padres lo guían.