Aumentó la cantidad de causas en las que intervienen menores
04 de Noviembre de 2012
Diario UNO San Rafael
Este año hubo un incremento de casos respecto al 2011, según la Comisaría del Menor. El 30% de los hechos en los que participan están vinculados a delitos graves en los que la presencia de la droga es uno de los factores que más preocupan.
La Comisaría del Menor intervino hasta fines de noviembre en 950 causas, 66 más que el año pasado, cuando se registró en el mismo período un ingreso de 884 casos.
El 30% de las causas está relacionado a delitos graves contra la propiedad, robos, amenazas con arma de fuego y homicidios; el resto está vinculado a medidas tutelares, riñas y problemas de inconducta y agresiones en el ámbito escolar.
A pesar del aumento de causas, hubo menos detenidos que en 2011, cuando el promedio fue de 778 y en este año descendió a 661.
En este contexto, el titular de la Comisaría del Menor, el principal Rafael Videla, explicó que “no se pueden mezclar las causas” y aclaró que “hay que dividir la temática para no crear pánico en la ciudadanía”.
Al respecto dijo que “de las 950 causas, el 60% corresponde a delitos y el resto a medidas tutelares ordenadas por la Justicia o el servicio local de protección de derechos”.
En ese sentido informó que “de los 570 procesos donde el delito está presente, la mitad son graves y el otro 50% está relacionado con la violencia, riñas entre bandas y problemas escolares”.
En los hechos más comprometidos como el robo, el uso de arma de fuego, delitos contra la propiedad o las amenazas se advierte, según Videla, que “la droga y la falta de contención familiar son los factores principales para alterar la conducta de los victimarios”.
Para justificar esta aseveración, el principal explicó que “en el 90% de los casos donde hubo delito grave, los chicos que se quedan algunos días en la dependencia comienzan a sufrir los síntomas de la abstinencia”.
Para contrarrestar esta situación, en la comisaría hay especialistas que atienden a los jóvenes con este problema y de las charlas se desprende “la falta de cariño y contención de los padres”, expresó Videla.
Para ejemplificar estas situaciones, mencionó que “tuvimos casos de chicos que aprendieron en la comisaría a comer con cuchillo y tenedor”.
Violencia escolar
Otro de los factores que provocaron el incremento de las causas en esta dependencia fue el aumento de la violencia escolar.
En este marco el titular de la comisaría que se creó en noviembre del 2010 explicó que “si bien los hechos no son graves, existe una realidad de violencia entre los jóvenes que utilizan las redes sociales para agredirse y luego se enfrentan para descargar esa violencia”.
Este año hubo tres casos que se produjeron en el interior de los colegios y uno donde un joven agredió a un profesor, el resto, en su mayoría riñas, ocurrió en las inmediaciones de los establecimientos.
También se registraron delitos contra la propiedad, no sólo contra las instalaciones de la escuela sino también contra los autos de los profesores.
En cambio otras situaciones similares fueron resueltas en el colegio mismo, donde los gabinetes psicopedagógicos actúan para contener a los alumnos con conductas agresivas, aclaró Videla.
Si la conducta se repite después del primer abordaje psicológico, se cita a los padres y si no hay cambios recién en ese momento las autoridades de la escuela denuncian el hecho, explicó el funcionario policial.
En ese momento toma intervención la comisaría y se labran las actuaciones correspondientes.
Comienzan a los 12 años
Un dato que preocupa es la edad promedio de los menores que comienzan a acercarse al mundo del delito. Según Videla, “empiezan a incursionar a partir de los 12 a 13 años, una edad crítica en la que empiezan a sufrir la falta de contención de los padres y permanecen por más tiempo en la calle”.
Y agregó que “en ese ámbito se vinculan con personas de mayor edad que los insertan en el mundo de la droga y la delincuencia”.
Para revertir este panorama existen herramientas y programas del Estado para reinsertar a los chicos en la sociedad y prevenir hechos similares.
Uno de esos programas se lleva adelante en el Centro Preventivo de Adicciones, ubicado en Saavedra 271, que depende del Gobierno de la provincia.
La iniciativa se concretó en setiembre del 2011 para ayudar a los padres que tienen a un hijo víctima de alguna adicción.
Allí trabajan psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales que atienden al paciente desde un ámbito familiar.
La creación de este lugar, según el titular de la comisaría, “es parte de la política de prevención y ayuda para incluir a estos chicos en la sociedad”.
Las 380 causas restantes están relacionadas a medidas tutelares o diligencias administrativas ordenas por la Justicia en casos de chicos que se encuentren en situación de riesgo.
En el Sur hay unos 2.500 chicos con problemas sociales. Es el número que atiende actualmente la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia (DINAF), dato publicado en la edición del 18 de noviembre de UNO de San Rafael.
Para prevenir y tratar una situación de violencia
Para prevenir situaciones de violencia en el ámbito escolar, el principal Rafael Videla advirtió de que “los padres deben estar más atentos y controlar los contenidos que escriben sus hijos en las redes sociales”. Según el policía, “muchas peleas comienzan con insultos por Facebook y otras redes sociales”. Allí hay amenazas y promesas de agresiones en las escuelas.
La primera advertencia de que algo no funciona bien es el cambio en la conducta de los jóvenes, sobre todo a partir del ingreso al ciclo secundario. La experiencia, según Videla, “nos marca que la señal de alerta empieza cuando los chicos están desaliñados y comienzan a descuidarse en el aspecto o la higiene. En ese momento hay que hablar con los hijos”, aclaró.
Para abordar problemas tan complejos como la conducta y las situaciones de riesgo por las que atraviesan los jóvenes, desde la Comisaría del Menor van a implementar un programa para incentivar la capacitación de los agentes que conviven con este problema. El objetivo es mejorar y profundizar la especialización que se necesita para tender a menores.
La Comisaría del Menor comparte edificio con la Jefatura Departamental de San Rafael. Después de dos años de su creación ha surgido la necesidad de ampliar las instalaciones y mejorar el ámbito para los jóvenes demorados. La idea es gestionar un nuevo espacio más acorde a las necesidades que tienen los chicos y un poco más lejos del centro de la ciudad.
En la dependencia policial trabajan 19 personas y a fin de año se reduce el personal porque uno de los efectivos se retira de la fuerza. Además, el gabinete interdisciplinario carece de algunos profesionales que son indispensables para atender problemáticas juveniles. En ese sentido la idea es tratar de ampliar la planta y sumar refuerzos al plantel actual.
Enlace:
http://www.unosanrafael.com.ar/policiales/Aumento-la-cantidad-de-causas-en-las-que-intervienen-menores-20121202-0002.html
Diario UNO San Rafael
Este año hubo un incremento de casos respecto al 2011, según la Comisaría del Menor. El 30% de los hechos en los que participan están vinculados a delitos graves en los que la presencia de la droga es uno de los factores que más preocupan.
La Comisaría del Menor intervino hasta fines de noviembre en 950 causas, 66 más que el año pasado, cuando se registró en el mismo período un ingreso de 884 casos.
El 30% de las causas está relacionado a delitos graves contra la propiedad, robos, amenazas con arma de fuego y homicidios; el resto está vinculado a medidas tutelares, riñas y problemas de inconducta y agresiones en el ámbito escolar.
A pesar del aumento de causas, hubo menos detenidos que en 2011, cuando el promedio fue de 778 y en este año descendió a 661.
En este contexto, el titular de la Comisaría del Menor, el principal Rafael Videla, explicó que “no se pueden mezclar las causas” y aclaró que “hay que dividir la temática para no crear pánico en la ciudadanía”.
Al respecto dijo que “de las 950 causas, el 60% corresponde a delitos y el resto a medidas tutelares ordenadas por la Justicia o el servicio local de protección de derechos”.
En ese sentido informó que “de los 570 procesos donde el delito está presente, la mitad son graves y el otro 50% está relacionado con la violencia, riñas entre bandas y problemas escolares”.
En los hechos más comprometidos como el robo, el uso de arma de fuego, delitos contra la propiedad o las amenazas se advierte, según Videla, que “la droga y la falta de contención familiar son los factores principales para alterar la conducta de los victimarios”.
Para justificar esta aseveración, el principal explicó que “en el 90% de los casos donde hubo delito grave, los chicos que se quedan algunos días en la dependencia comienzan a sufrir los síntomas de la abstinencia”.
Para contrarrestar esta situación, en la comisaría hay especialistas que atienden a los jóvenes con este problema y de las charlas se desprende “la falta de cariño y contención de los padres”, expresó Videla.
Para ejemplificar estas situaciones, mencionó que “tuvimos casos de chicos que aprendieron en la comisaría a comer con cuchillo y tenedor”.
Violencia escolar
Otro de los factores que provocaron el incremento de las causas en esta dependencia fue el aumento de la violencia escolar.
En este marco el titular de la comisaría que se creó en noviembre del 2010 explicó que “si bien los hechos no son graves, existe una realidad de violencia entre los jóvenes que utilizan las redes sociales para agredirse y luego se enfrentan para descargar esa violencia”.
Este año hubo tres casos que se produjeron en el interior de los colegios y uno donde un joven agredió a un profesor, el resto, en su mayoría riñas, ocurrió en las inmediaciones de los establecimientos.
También se registraron delitos contra la propiedad, no sólo contra las instalaciones de la escuela sino también contra los autos de los profesores.
En cambio otras situaciones similares fueron resueltas en el colegio mismo, donde los gabinetes psicopedagógicos actúan para contener a los alumnos con conductas agresivas, aclaró Videla.
Si la conducta se repite después del primer abordaje psicológico, se cita a los padres y si no hay cambios recién en ese momento las autoridades de la escuela denuncian el hecho, explicó el funcionario policial.
En ese momento toma intervención la comisaría y se labran las actuaciones correspondientes.
Comienzan a los 12 años
Un dato que preocupa es la edad promedio de los menores que comienzan a acercarse al mundo del delito. Según Videla, “empiezan a incursionar a partir de los 12 a 13 años, una edad crítica en la que empiezan a sufrir la falta de contención de los padres y permanecen por más tiempo en la calle”.
Y agregó que “en ese ámbito se vinculan con personas de mayor edad que los insertan en el mundo de la droga y la delincuencia”.
Para revertir este panorama existen herramientas y programas del Estado para reinsertar a los chicos en la sociedad y prevenir hechos similares.
Uno de esos programas se lleva adelante en el Centro Preventivo de Adicciones, ubicado en Saavedra 271, que depende del Gobierno de la provincia.
La iniciativa se concretó en setiembre del 2011 para ayudar a los padres que tienen a un hijo víctima de alguna adicción.
Allí trabajan psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales que atienden al paciente desde un ámbito familiar.
La creación de este lugar, según el titular de la comisaría, “es parte de la política de prevención y ayuda para incluir a estos chicos en la sociedad”.
Las 380 causas restantes están relacionadas a medidas tutelares o diligencias administrativas ordenas por la Justicia en casos de chicos que se encuentren en situación de riesgo.
En el Sur hay unos 2.500 chicos con problemas sociales. Es el número que atiende actualmente la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia (DINAF), dato publicado en la edición del 18 de noviembre de UNO de San Rafael.
Para prevenir y tratar una situación de violencia
Para prevenir situaciones de violencia en el ámbito escolar, el principal Rafael Videla advirtió de que “los padres deben estar más atentos y controlar los contenidos que escriben sus hijos en las redes sociales”. Según el policía, “muchas peleas comienzan con insultos por Facebook y otras redes sociales”. Allí hay amenazas y promesas de agresiones en las escuelas.
La primera advertencia de que algo no funciona bien es el cambio en la conducta de los jóvenes, sobre todo a partir del ingreso al ciclo secundario. La experiencia, según Videla, “nos marca que la señal de alerta empieza cuando los chicos están desaliñados y comienzan a descuidarse en el aspecto o la higiene. En ese momento hay que hablar con los hijos”, aclaró.
Para abordar problemas tan complejos como la conducta y las situaciones de riesgo por las que atraviesan los jóvenes, desde la Comisaría del Menor van a implementar un programa para incentivar la capacitación de los agentes que conviven con este problema. El objetivo es mejorar y profundizar la especialización que se necesita para tender a menores.
La Comisaría del Menor comparte edificio con la Jefatura Departamental de San Rafael. Después de dos años de su creación ha surgido la necesidad de ampliar las instalaciones y mejorar el ámbito para los jóvenes demorados. La idea es gestionar un nuevo espacio más acorde a las necesidades que tienen los chicos y un poco más lejos del centro de la ciudad.
En la dependencia policial trabajan 19 personas y a fin de año se reduce el personal porque uno de los efectivos se retira de la fuerza. Además, el gabinete interdisciplinario carece de algunos profesionales que son indispensables para atender problemáticas juveniles. En ese sentido la idea es tratar de ampliar la planta y sumar refuerzos al plantel actual.
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