El variado kit de la Policía para “disuadir” delincuentes en Mendoza

Jueves, 18 de octubre de 2012
Diario Los Andes
Abrasivos químicos, paintballs y gas irritante son algunas de las armas de los cuerpos especiales de la fuerza. Aseguran que se busca intimidar y repeler para evitar reprimir. El armamento de cada grupo, en detalle.

Una gran exhibición en la plaza Independencia en el marco de los festejos por los 200 años de la Policía de Mendoza fue la excusa perfecta para conocer de cerca las armas con que cuentan los uniformados para combatir el delito en la provincia.

Varios stands ubicados en la plaza céntrica –que se convirtió por unos días en la más segura de Mendoza- permiten a mendocinos y turistas acercarse a las fuerzas y conocer en detalle el accionar de cada una de las divisiones de la Policía.

La muestra también tiene como objetivo “cambiar la imagen” de la fuerza y acercarse a la comunidad. “Se busca que dejen de vernos como la persona que está cuando pasan cosas malas y la gente acuda a nosotros por cualquier inconveniente”, explica el cabo primero Carlos Torres de la Unidad Motorizada de Acción Rápida (UMAR), a cargo del stand del cuerpo al que pertenece.

Si bien el armamento básico para cada policía es una pistola 9mm, cada cuerpo posee armamento especial adicional para “disuadir” el delito, como insisten en afirmar los uniformados. Las que cuentan con mayor armamento son las llamadas “fuerzas de choque”, en realidad, los cuerpos especiales.

Motos y armas, un combo para combatir el delito

En el caso de la UMAR, los llamados “hombres de negro” (también apodados por los delincuentes como “avispas negras”, por el zumbido de las motos y porque “pican”) utilizan el sistema paint ball, que al igual que las armas utilizadas en las batallas simuladas de uso civil, dejan marcado al sospechoso. Los proyectiles son pequeñas pelotas con aceite que se pegan a la piel y producen una aguda irritación, además del consecuente dolor.

El personal de la UMAR se limita a actuar en caso de manifestaciones, medidas judiciales, eventos deportivos y, en caso de ser necesario, en veloces persecuciones. Allí entran en acción las armas no letales para disuadir y capturar a los buscados.

El uniformado podrá optar, de acuerdo al armamento con que haya sido dotado en ese operativo, con una ithaca Rexio con cartuchos de posta de goma. Se trata de pequeñas pelotitas que no penetran en la piel. Golpean y se expanden pero no lastiman. Si bien el proyectil no inmoviliza a quien recibe el disparo, lo mantiene en el lugar, impidiendo que escape.

Si la manifestación es grande y violenta y la situación extrema lo permite, un efectivo de UMAR podrá accionar su Pistola Federal, un pequeño fusil con gas lacrimógeno (un agresivo químico en polvo) que provoca nauseas e irritación en los ojos.

Si el enfrentamiento es menor, el efectivo motorizado podrá optar por utilizar un gas pimienta de bolsillo “Sabre Red” que causa el mismo efecto que un químico irritante en un proyectil.

Granadas de mano con esos químicos también son parte del arsenal de los policías que, a bordo de sus potentes motos BMW de 650 cc recorren las calles de Mendoza. Estas máquinas que pueden alcanzar los 190 kilómetros por hora, pero los uniformados pueden utilizarlas a una velocidad aproximada de 170 kilómetros por hora en una persecución.

Las granadas CN (gas lacrimógeno identificado con el color rojo en su envase) o CS (irritante, caracterizado por el color azul en el dispositivo) producen un gas que se vuelve una nube de humo y penetra en las partes húmedas del cuerpo (ojos, nariz y boca). Una vez accionado, el dispositivo va quemando el polvo por dentro, al igual que un petardo, y lo muestra como humo.

“Todo se hace en la moto. Se trabaja en binomio, es decir dos policías juntos que conducen cada uno una moto. Cuando se trabaja en grupo de combate también se trabaja en binomio pero de a dos efectivos por moto. El motorista conduce la moto y detrás se ubica el personal de combate, o personal montado, que trabaja con cualquier tipo de arma”, explica entusiasmado Torres mientras un helicóptero policial sobrevuela la plaza.

Un bastón largo o uno de mano, son las “tonfas” que los policías de UMAR usan para su protección. Se utilizan para trabar, manejar a un sospechoso, llevar a un detenido o reducirlo y bloquear golpes o agresiones con cuchillos, por ejemplo. En este caso se utilizan como escudos sobre la parte exterior del antebrazo.

Dependiendo del terreno en que actúen, los “hombres de negro” podrán utilizar el equipo de enduro para terrenos agrestes como el piedemonte, el campo o en fincas. Allí lo harán a bordo de motos BMW 450cc u Honda Tornado de 250cc.



Armamento especial para un grupo especial

Al arma provista a todo policía (una pistola 9 mm), los efectivos del GES (Grupo Especial de Seguridad) le suman una pistola Smith & Wesson calibre 40 y, debido a la función específica de la unidad, también utilizan una escopeta Winchester calibre 12.70.

A esas tres armas se suma un subfusil Famae calibre 9mm que cuenta con un almacén cargador de 30 municiones y tres cargadores por unidad. Sólo este cuerpo policial dispone de la pistola adicional y del subfusil Famae.

La función del GES es realizar allanamientos, intervenir en tomas de rehenes y cualquier operación de riesgo que requiera una última instancia de acción.

Es común que antes de que intervenga el grupo de uniformados, se lance una granada de distracción “Flash Bang”, que produce iluminación y sonoridad. Este dispositivo aturde dejando ciego y sordo por unos instantes al objetivo, de acuerdo a la distancia en que se encuentre y el recinto donde se lance.

“Estas granadas se usan según la situación: si se necesita ganar tiempo y controlar una situación se tira esa granada para distraer y ganar ese tiempo. O en una toma de rehenes se utiliza esa o una granada de humo, que genera una nube de humo muy densa, por ejemplo, para salir de una casa con un rehén y darle protección. Así se genera una cortina de humo densa y el rehén se traslada en el medio del grupo, custodiado por los chalecos de los policías y sus armas”, explica el miembro del GES a cargo del stand.

Al equipamiento se suma un casco RB3 de protección balística que soporta hasta un proyectil calibre 9mm y un chaleco antibalas RB4 que posee una placa de cerámica de 2 centímetros y soporta una calibre mayor, como el de un fusil calibre 7.62, capaz de atravesar el cuerpo de una persona y generarle una herida muy grande.

Una máscara que no permite que el gas lanzado afecte al efectivo y un escudo blindado, completan el equipo. Estos escudos son utilizados por el policía que encabeza la estaca -una línea de efectivos- y protege a sus compañeros. Tiene visión a través de una pequeña ventana y protección RB4.

Caballo y jinete, un solo efectivo

A unos metros del stand del GES, personal de Caballería exhibe con orgullo los elementos que utiliza a diario para combatir el delito.

“La Caballería es una fuerza de choque. En toda manifestación hay personas que denominamos ‘agitadores’. Debido a la estatura del caballo y su porte estamos en primer lugar para prevenir, presionar con el animal y, en caso de que no se llegue a un acuerdo, reprimir para disolver un grupo”, explica el sargento Zumaeta, rodeado por una serie de monturas y demás adminículos propios de la equitación.

Y agrega: “Antes todo se hacía a fuerza de caballo, pero en la actualidad con el armamento de que disponemos, se utiliza el paint ball para identificar con pintura al agitador. Así se marca a ese individuo y luego el personal de otras divisiones, como Investigaciones, puede identificarlo y retirarlo”.

Habitualmente se puede ver a estos policías montados en sus mansos caballos en las canchas o en manifestaciones grandes, donde utilizan municiones con gas irritante, que se suman a la pintura para mantener “a raya” a los manifestantes.

La Policía Montada trabaja con tres razas de caballos: hannoverianos, sillas argentinas y mestizos. Se trata de animales de gran porte y dóciles, a los que se entrena especialmente para los trabajos que realizan. Así son expuestos a gases lacrimógenos, explosiones y estruendos para que respondan adecuadamente en una manifestación.

“Nosotros trabajamos en binomio, en pareja. El jinete y su caballo son un solo efectivo, yo confío en mi caballo, pero a la vez trabajamos en duplas con otros efectivos”, detalla con pasión el sargento de Caballería.

Las escopeta Winchester, la Pistola Federal lanza granadas y la pistola reglamentaria son las armas que los policías montados comparten con otros grupos de la fuerza. Los sables y lanzas se utilizan sólo en desfiles. Sin embargo, la fusta puede ser utilizada por cualquier policía montado para reprimir a un delincuente.








La “contención” de Infantería

Debido al uniforme y a las armas que utilizan, los efectivos de Infantería son los más “llamativos” en las calles. Eso se trasladó a la muestra y, sobre todo los más pequeños, se amontonaron en el stand del grupo de choque.

“Tenemos distintos tipos de situación pero para lo que se convoca al cuerpo de Infantería es para disuadir o controlar una manifestación, las canchas, motines”, explica el efectivo a cargo del stand.

Si bien las escopetas son polivalentes, y admiten cartuchería de plomo o de guerra, desde Infantería explican que normalmente utilizan cartuchos multi-posta con goma, mono-posta de goma y proyectiles de estruendo para intimidar.

“El armamento es netamente disuasivo y no letal, compuesto básicamente de cartuchos de expansión forzada o tipo candela irritante”, aseguran los uniformados aunque admiten que “la posta de goma mal utilizada (disparada a quemarropa o de rebote) puede ocasionar daños severos y lesiones graves”. Por eso, los operadores de escopeta son especialmente entrenados con cursos de armas largas donde se los instruye en materia de armamento y cartuchería.

El equipo integral antidisturbios –aquel con el que los policías se ven como “robots”- se compone de rodilleras, canilleras, cobertores de antebrazos, chaleco antibalas y chaleco de transporte, donde el efectivo lleva todo el armamento.

Los fusiles, considerados armas de guerra, quedan en el cuartel de la división, salvo en casos extremos de seguridad nacional.

Cuando entran en acción en una manifestación o en las canchas, los miembros de Infantería forman un grupo de contención integrado por una línea de policías con escudo de plástico de alta densidad transparente y bastón. Al ser cóncavos, estos escudos repelen, absorben el golpe y hacen rebotar cualquier elemento que se le arroje. Es que en estas ocasiones, los policías trabajan en contacto permanente con los revoltosos.

El cuerpo también cuenta con escudos de fibra de carbón, que se utilizan para grupos de combate y se combinan con escopetas, Pistola Federal y agresivos químicos que permiten accionar a distancia. 

Enlace:
http://www.losandes.com.ar/notas/2012/10/18/variado-policia-para-disuadir-delincuentes-mendoza-674133.asp

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