Grupo de buzos y su importante tarea

Martes 25 Septiembre 2012
Diario San Rafael
 Desde 1993 funciona en el cuerpo de Bomberos un Grupo Operacional de Buceo.
Cada vez que una desgracia se abate sobre los sanrafaelinos en los distintos lagos artificiales que poseemos en el departamento, inmediatamente es convocado a trabajar en sus profundidades en busca de las víctimas el Grupo Operacional de Buceo, dependiente del Cuerpo de Bomberos de San Rafael. Los 9 hombres que forman ese grupo están debidamente preparados para las contingencias que supone estar a 20, 30 y hasta 50 metros de profundidad.

Creado en 1993 luego de una desgracia acaecida en Valle Grande cuando desapareció de la superficie luego de caer a las aguas del lago una mujer embarazada, el grupo se fue afianzando, sus integrantes recibieron instrucciones sobre distintas técnicas de buceo, participaron en cursos dictados por la Prefectura Naval Argentina y la Armada Argentina, sumado a sus propias experiencias en el terreno de los hechos.

El Principal Néstor Moyano ocupa la titularidad del GOB desde sus inicios. Él nos fue dando detalles de este servicio de riesgo que cumplen cada vez que deben sumergirse en las heladas aguas de nuestros lagos. “Lo más profundo que hemos llegado a sido entre los 48 y 50 metros, teniendo en cuenta que muchos factores conspiran para llegar más abajo, como estar más alto que el nivel del mar y porque a la presión del agua debemos soportar la presión atmosférica”.

Agregó Moyano que “debemos estar bien preparados para sumergirnos, contamos con un relieve geográfico de las profundidades de los lagos, para ello tenemos un eco sonda para hacer patrullaje bajo el agua. Algo importante a destacar es que siempre vamos dos buzos, es lo más seguro porque si algo le pasa a uno el otro puede auxiliarlo. Y si es posible vamos atados, amarrados del chaleco compensador, además de utilizar muchas señales indicativas de los que nos pasa como ‘tengo frío’ o ‘me falta el aire’. Con la gente que queda arriba no tenemos contacto directo; cuando bajamos y les decimos que vamos a estar aproximadamente 20 minutos bajo el agua, ellos van siguiendo nuestras burbujas que se ven desde la superficie, entonces la embarcación va detrás de ellas”.



Agregó Moyano que “si en superficie una persona tiene una capacidad torácica para respirar siete litros de aire por minuto, el buzo, a medida que se va sumergiendo, esa cantidad se va multiplicando porque tenemos que soportar las dos presiones: la del agua y la atmosférica. Por eso a los 10 metros de profundidad en lugar de respirar 10 litros requerimos el doble”.

Más adelante explicó que “en algunas lagos se nos complica el buceo, como en Valle Grande, porque cubierto por las aguas hay un bosque de árboles que, alcanzados por los reflejos de los rayos del sol, suelen estar verdes. Algunas veces tenemos que bucear entre las ramas, y hay que tener cuidado de no enredarnos en ellas ya que es muy peligroso. Para esas situaciones llevamos un cuchillo especial para cortar de todo, alambres, ramas, que nos permite despejarnos de elementos que no nos dejan avanzar. Hay lagos que son muy profundos, como el de Agua del Toro, que llega a tener 100 metros, con algunas aristas peligrosas porque también debajo del agua hay un bosque, e incluso lo que fue un puesto de animales. Por otra parte, hay factores muy difíciles de superar por la escasa visibilidad pasando los 10 metros de profundidad, a lo que se suma el frío de las aguas. No es fácil superar esos obstáculos, pero es nuestro trabajo”, dijo finalmente.

Enlace:
http://www.diariosanrafael.com.ar/91945

0 comentarios :