Felipe Camiroaga, el hombre por el que lloró todo Chile
03 de Septiembre de 2012
Diario mdz.com
Hijo de Jorge Camiroaga y María de la Luz Fernández, segundo de tres hermanos. Sus padres se separaron cuando tenía tan sólo 4 años.
Su infancia la pasó principalmente en Villa Alegre, localidad ubicada en la Séptima Región, donde vivía una tía, y también pasó mucho tiempo en el archipiélago Juan Fernández, lugar donde finalmente murió el 2 de septiembre del 2011 a bordo del CASA 212 junto a otras 20 personas.
Fue en estos ambientes rurales que desarrolló su amor por los animales y que lo llevarían más tarde a comprar una parcela en Chicureo, ganándose así el apodo de “Halcón de Chicureo”, ya que en este lugar mantenía, criaba y cuidaba a una serie de animales y aves, entre ellos, halcones.
En 1988 tuvo su primer acercamiento a la televisión como asistente de cámara en RTU (hoy Chilevisión). Sin embargo, su estampa y carisma lo hicieron pasar rápidamente al frente de las cámaras. Primero estuvo en “Videotop” y luego vino su consolidación como rostro juvenil en “Extra jóvenes” junto a Katherine Salosny y luego con Claudia Conserva.
Fue durante esta época que Camiroaga incursionó como actor en algunas teleseries de la señal pública tales como “Jaque mate” y “Rojo y miel”, teniendo poca aceptación en cuanto a sus dotes actorales.
Tras esto, vino una serie de incursiones en programas poco afortunados. Ejemplos de esto fueron como “El chapuzón”, “Motín a bordo” y “Contigo en verano” -que en los pasillos de TVN se le conocía como “Castigo en verano” por su poco éxito.
Si bien todo parecía oscuro en el ámbito televisivo para Camiroaga, él no se dio por vencido. Fue así que obtuvo una nueva oportunidad en 1998 en “La noche del mundial”, pero no triunfó en el rol de conductor, sino que con un personaje de humor llamado “Luciano Bello”, que finalmente se convirtió en un exitazo.
No obstante, faltaba consolidarse como animador, algo que llegó más tarde con el programa “Pase lo que pase”, donde hizo una dupla memorable con Karen Doggenweiler, con quien mantuvo una estrecha amistad, y con la cual se rumoreó que fueron pareja.
Sin embargo, esto nunca fue confirmado, como varias relaciones amorosas del conductor, quien hizo siempre lo imposible por mantener su vida privada, así, privada. En todo caso, la última relación que tuvo antes de morir fue con la periodista Fernanda Hansen.
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Más tarde, Camiroaga condujo estelares como “Con mucho cariño” y “Ciudad gótica”. Y fue en el 2005 que volvió a la conducción del “Buenos días a todos”, esta vez acompañado por Tonka Tomicic. Durante seis años, hasta el día de su muerte, Felipe estuvo al mando de la animación del matinal, consolidándose como uno de los rostros más respetables y cotizados no sólo de TVN, sino que de la televisión chilena y, de paso, consolidando al “BDAT” como el matinal número uno del país.
Al año siguiente, 2006, Camiroaga debutó con su propio programa de conversación “Animal nocturno”, un espacio que contó con varias temporadas exitosas.
En el 2006, además, el llamado “Halcón de Chicureo” vivió un duro golpe por la muerte de su madre María de la Luz Fernández, quien en febrero de ese año murió de un cáncer fulminante.
Tres años más tarde, Felipe cumplió su otro sueño: animar el Festival de Viña del Mar. Lo hizo junto a Soledad Onetto, y fue un rol que mantuvo hasta el 2010. El certamen de aquel año fue bastante particular, ya que quedó inconcluso por el terremoto del 27 de febrero.
Por otra parte, tras la partida de Tonka Tomicic del matinal, asumió Katherine Salosny la co-conducción del espacio junto a Camiroaga. Se trató también de una dupla con mucha química, ya que ambos fueron pareja por un breve tiempo a fines de los 80, transformándose desde ese entonces en grandes amigos.
Pero el ex animador también vivió momentos bastante difíciles, uno de los más recordados fue en el 2010 tras la salida confusa de Katherine Salosny del matinal.
Carola de Moras, quien hasta ese entonces hacía una sección de moda, fue la que reemplazó a Salosny y el cambio no fue bien recibido por el público. En el 2010 esto quedó confirmado en la ceremonia de entrega del Copihue de Oro, cuando Camiroaga subió al escenario para recibir los premios de Mejor animador, estelar y matinal y fue pifiado junto al equipo del espacio por el público, una situación no sólo incómoda sino que muy triste para el animador.
El año 2011 no partió muy auspicioso para el ex rostro de TVN, debido a que en febrero un incendio destruyó por completo su casa en Chicureo, algo que tomó con tristeza, pero a la vez, se mostró aliviado por el hecho de que todos sus animales salieron ilesos del siniestro.
El día del accidente aéreo que terminó con su vida, lo último que comentó Camiroaga antes de terminar una edición más del matinal fue que estaba feliz porque ese fin de semana viajaría a la Isla Juan Fernández para ver cómo iba la reconstrucción del archipiélago.
Su felicidad también se debió a que amaba Juan Fernández desde la primera vez que la conoció, en 1978, cuando viajó hasta allá por unas vacaciones familiares. De hecho, viajó varias veces a la isla durante su vida.
Tras hacerse conocida la noticia de la desaparición del CASA 212 y el comienzo de la operación de rescate, y el saberse que uno de los pasajeros del vuelo era Felipe Camiroaga, centenares de personas, de manera espontánea, llegaron hasta las afueras de TVN para rezar por el animador y el resto del equipo de la red estatal. Muchos llevaron fotos de Camiroaga, velas y objetos relacionados con el conductor, como estatuas de halcones, por ejemplo.
A pesar de todas las cadenas de oración, cuando se anunció que no había ningún sobreviviente de la tragedia, el país entero se conmocionó frente a la dolorosa verdad: Camiroaga había muerto a sus 44 años.
Sus restos fueron cremados el 12 de septiembre en una ceremonia íntima. Al día siguiente se le realizó un responso fúnebre en TVN. Tras esto su ánfora fue llevada en una carroza fúnebre que fue seguida por alrededor de 5 mil personas anónimas que quisieron darle el último adiós.
A Felipe se le recuerda como un hombre que vivió intensamente, amante de su trabajo, receloso de su vida privada y que disfrutaba de la soledad. Un hombre amante de los animales, de la vida de campo. Una persona empática, provista de un gran carisma que generaba incondicionalidad en las personas que lo conocían de cerca y/ o través de la pantalla chica.
En su honor, la televisora nacional rebautizó como “Felipe Camiroaga” al Estudio 7, donde se realiza el matinal, a la vez que su estacionamiento en la estación fue convertido en un memorial.
Si bien se especularon muchas cosas tras su muerte, y suscitaron una serie de polémicas respecto al manejo de ciertas informaciones o tratamiento de su deceso, lo cierto es que Camiroaga antes de morir escribió en su Twitter un extracto de un poema de Gonzalo Rojas: “Del aire soy, como todo mortal, del gran vuelo terrible y estoy aquí de paso a las estrellas”. ¿Coincidencia, presentimiento o destino? Eso, jamás se sabrá.
Fuente: Jessica Ramos, de Terra.cl
Enlace;
http://www.mdzol.com/mdz/nota/415109-felipe-camiroaga-el-hombre-por-el-que-lloro-todo-chile/ 
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