-Nos iban a matar y a quemar vivos-
Lunes, 16 de abril de 2012
Diario UNO San Rafael
El relato de la esposa de Moyano, el hombre que en Alvear mató de un
escopetazo a un joven de 23 años cuando un grupo de maleantes atacaba su
casa. Detalles del calvario que vivieron el domingo por la tarde. La
policía también sufrió los embates de los agresores. Las voces son todas
a favor de Moyano y aluden "defensa propia".
“Las puertas no aguantaban más, tiraban piedras, ladrillos, me
quemaron todo adelante, destrozaron un auto, nos decían que nos iban a
matar, que nos iban a quemar vivos”. Parte del estremecedor relato de
Fany Farias la esposa de Sergio Moyano (45), el hombre que mató de un
escopetazo a Javier González (23), cuando el muchacho y otros violentos
atacaban su casa en la tarde del domingo.
El escandaloso suceso se produjo en las inmediaciones de Alberdi y Uspallata de General Alvear.
González ingresó al hospital Enfermeros Argentinos a las 16.10 con un disparo en la espalda y casi sin vida. Falleció minutos más tarde.
Moyano y su familia quedó en medio de una fuerte gresca por el solo hecho de pedir asistencia policial debido a los reiterados disturbios que cuatro familias en pugna estuvieron protagonizando durante todo el día.
“Tuve que defender a mi familia” fueron las palabras de Moyano cuando entregó el arma y se puso a disposición de la justicia.
No hubo un vecino que no saliera en defensa del albañil de 45 años y remarcaron que “actuó en defensa propia”.
Incluso la policía sufrió agresiones. Los malvivientes recibían con piedras a los efectivos cada vez que se desplazaron a la zona del conflicto.
La familia Moyano es alvarense pero por estos días están en La Pampa por cuestiones laborales. Ese fin de semana el albañil, su esposa he hija habían regresado para visitar a los parientes.
“Si el hombre no disparaba, no se si terminaba vivo”, confió fuente policial.
La causa está en manos del juez Néstor Murcia, titular del cuarto juzgado de Instrucción y tiene calificación de homicidio simple.
Los disturbios
La gresca comenzó en la madrugada del domingo. Integrantes de cuatro familias distintas se trenzaron a brazo partido. “Esto pasa cuando hay alcohol de por medio”, sintetizó el comisario Marcelo Calipo. Los móviles de la policía hicieron varias incursiones en el área ante los reiterados pedidos de los vecinos.
“Los desplazamientos comenzaron a la madrugada, siguieron al media día y después a la tarde. Atacaron a los móviles con hondas y no es la primera vez que pasa en ese lugar”, añadió el comisario que marcó a esa zona como una de las más conflictivas del departamento. Pese a que no tenía participación en la disputa, los agresores le recriminaron a Moyano “que buchoneó” y sin más dejaron las diferencias de lado y descargaron la bronca sobre la morada del albañil.
Un grupo de 10 personas comenzó un ataque sostenido con toda clase de elementos contundentes y desataron un incendio en el ingreso a la vivienda. “Se nos vinieron encima, nos quemaron todo adelante, tiraban piedras, nos decían que nos iban a matar, a quemar vivos, las puertas no aguantaban más”, dijo Fany. “Les destruyeron la casa y unos autos que estaban afuera”, señaló Calipo.
De acuerdo al relato de la esposa, los matones tenían piedras, un revolver y cuchillos. “Tomé el arma, es una escopeta vieja y solo había un cartucho, mi marido me retó porque estoy embarazada, entonces el la agarró, abrió la puerta y desde adentro les apuntó pero encararon igual, disparó y seguían viniendo y me dijo -qué hacemos gorda, no tengo más cartuchos-.
“Mi marido hizo lo que todo ciudadano tiene que hacer y como terminó todo esto, me quedé sin casa”, se quejó Fany. Después que la policía aprehendió al albañil, los disturbios continuaron hasta la noche y hubo más intentos por incendiar la morada. La policía confirmó el hallazgo de dos bidones con nafta escondidos debajo de un puente. Se apostó una custodia policial. Durante la mañana de este lunes, Moyano declaró ante el juez Néstor Murcia y también algunas de las personas que participaron en los disturbios. Se esperaba que Moyano fuera trasladado a la cárcel de San Rafael hasta tanto se resuelva su situación procesal.
El escandaloso suceso se produjo en las inmediaciones de Alberdi y Uspallata de General Alvear.
González ingresó al hospital Enfermeros Argentinos a las 16.10 con un disparo en la espalda y casi sin vida. Falleció minutos más tarde.
Moyano y su familia quedó en medio de una fuerte gresca por el solo hecho de pedir asistencia policial debido a los reiterados disturbios que cuatro familias en pugna estuvieron protagonizando durante todo el día.
“Tuve que defender a mi familia” fueron las palabras de Moyano cuando entregó el arma y se puso a disposición de la justicia.
No hubo un vecino que no saliera en defensa del albañil de 45 años y remarcaron que “actuó en defensa propia”.
Incluso la policía sufrió agresiones. Los malvivientes recibían con piedras a los efectivos cada vez que se desplazaron a la zona del conflicto.
La familia Moyano es alvarense pero por estos días están en La Pampa por cuestiones laborales. Ese fin de semana el albañil, su esposa he hija habían regresado para visitar a los parientes.
“Si el hombre no disparaba, no se si terminaba vivo”, confió fuente policial.
La causa está en manos del juez Néstor Murcia, titular del cuarto juzgado de Instrucción y tiene calificación de homicidio simple.
Los disturbios
La gresca comenzó en la madrugada del domingo. Integrantes de cuatro familias distintas se trenzaron a brazo partido. “Esto pasa cuando hay alcohol de por medio”, sintetizó el comisario Marcelo Calipo. Los móviles de la policía hicieron varias incursiones en el área ante los reiterados pedidos de los vecinos.
“Los desplazamientos comenzaron a la madrugada, siguieron al media día y después a la tarde. Atacaron a los móviles con hondas y no es la primera vez que pasa en ese lugar”, añadió el comisario que marcó a esa zona como una de las más conflictivas del departamento. Pese a que no tenía participación en la disputa, los agresores le recriminaron a Moyano “que buchoneó” y sin más dejaron las diferencias de lado y descargaron la bronca sobre la morada del albañil.
Un grupo de 10 personas comenzó un ataque sostenido con toda clase de elementos contundentes y desataron un incendio en el ingreso a la vivienda. “Se nos vinieron encima, nos quemaron todo adelante, tiraban piedras, nos decían que nos iban a matar, a quemar vivos, las puertas no aguantaban más”, dijo Fany. “Les destruyeron la casa y unos autos que estaban afuera”, señaló Calipo.
De acuerdo al relato de la esposa, los matones tenían piedras, un revolver y cuchillos. “Tomé el arma, es una escopeta vieja y solo había un cartucho, mi marido me retó porque estoy embarazada, entonces el la agarró, abrió la puerta y desde adentro les apuntó pero encararon igual, disparó y seguían viniendo y me dijo -qué hacemos gorda, no tengo más cartuchos-.
“Mi marido hizo lo que todo ciudadano tiene que hacer y como terminó todo esto, me quedé sin casa”, se quejó Fany. Después que la policía aprehendió al albañil, los disturbios continuaron hasta la noche y hubo más intentos por incendiar la morada. La policía confirmó el hallazgo de dos bidones con nafta escondidos debajo de un puente. Se apostó una custodia policial. Durante la mañana de este lunes, Moyano declaró ante el juez Néstor Murcia y también algunas de las personas que participaron en los disturbios. Se esperaba que Moyano fuera trasladado a la cárcel de San Rafael hasta tanto se resuelva su situación procesal.
Enlace;
http://www.unosanrafael.com.ar/policiales/Nos-iban-a-matar-y-a-quemar-vivos-20120416-0012.html