Atlanta-Chacarita en llamas

12 de Marzo de 2012
Diario San Rafael
 Barras de Chacarita atacaron a la gente de Atlanta que estaba en la tribuna visitante y se enfrentaron con la Policía. Un directivo del Bohemio terminó herido.

 El campo estaba preparado para la batalla. Pero no se trataba del campo de juego. Ni del enfrentamiento entre dos clubes de rivalidad histórica que pelean por salvarse del descenso. Desde el arribo a San Martín sorprendió la escasa presencia policial y se percibió que cualquier resultado desfavorable al local podía provocar una barbarie. La locura se produjo tras el empate...

No bien sonó el pitazo final, los barras del Funebrero fueron hacia la tribuna en donde había 40 personas del Bohemio -no asistieron barras camuflados sino dirigentes, allegados y algún que otro colado-. Enfurecidos, los violentos se filtraron con palos y piedras saltando un paredón por la intersección de las calles Mitre (en ese sector no hay tribuna) y French, (donde está la popular visitante) y fueron a buscar a la gente de Atlanta. Con un detalle no menor: en el sector había apenas cinco empleados de seguridad privada y ningún efectivo policial. En llamas, los violentos se movieron con total libertad. Una vez más.

En ese marco, los de Chacarita consiguieron el enfrentamiento cuerpo a cuerpo con los de Atlanta (en inferioridad numérica). ¿Qué sucedió? Algunos dirigentes visitantes retrocedieron y otros aguantaron la embestida a los golpes. En un momento, los locales sintieron que eran menos y dieron un paso hacia atrás. Pero de inmediato, desde la popular de Chacarita se sumaron más barras con la finalidad de reforzar a sus cómplices. Rabiosos, se fueron por la calle Gutiérrez y cuando doblaron en Mitre se encontraron con un control policial. Allí, todo estalló: incendiaron tres patrulleros e hirieron a diez policías. Ante la imposibilidad de avanzar, rompieron un portón de la cancha y se zambulleron en la zona descampada que está dentro del estadio. Por allí se dirigieron hacia el sector de la gente de Atlanta. Y aunque no llegaron hasta la tribuna, arrojaron palos y piedras, y una de ellas impactó en la cabeza de Marcelo Santoro, vocal primero del Bohemio, quien terminó internado (y con pérdida de conocimiento) en el Hospital Belgrano. Recibió el alta a las pocas horas.

Pero mientras afuera era una guerra, en el campo de juego, el árbitro Fernando Rapallini recién pudo meterse en el vestuario al tercer intento (y luego de que trataran de agredirlo en varios oportunidades). En la zona de los vestuarios también se vivieron momentos tensos: los barras se paseaban de aquí para allá y los periodistas -por pedido de Daniel Mancini, jefe de prensa de Chacarita- tuvieron que desalojar el lugar “por cuestiones de seguridad (sic)” y salir a la calle. ¿La calle? A esa altura, era tierra de nadie: 50 hinchas locales aún esperaban la salida del árbitro y del plantel de Atlanta (recién se fueron pasadas las 21, dos horas después del final del partido). Un caos.

Olé se comunicó con la comisaría Sexta y la Jefatura Departamental, pero en ambos casos no brindaron información respecto de los detenidos.

La violencia otra vez le ganó al fútbol. San Martín tuvo una tarde en llamas.

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