Once: hallaron el cadáver de Lucas Menghini en el cuarto vagón del tren
Viernes, 24 de febrero de 2012
Diario UNO Mendoza
El joven viajaba en la formación que tuvo un accidente el pasado miércoles, donde murieron 51 personas y unas 700 resultaron heridas. Otros dos hombres fueron encontrados vivos.
El joven Lucas Menghini Rey, que permanecía desaparecido tras el choque del tren en la estación de Once el miércoles pasado, fue hallado hoy sin vida en el interior de esa formación, luego de más de 48 horas de producido el accidente en el que murieron otras 50 personas y 703 resultaron heridas.
Según confirmaron fuentes oficiales a Noticias Argentinas, Menghini Rey, de 20 años, fue encontrado por los perros adiestrados de la Policía Federal en uno de los rincones entre el tercer y cuarto vagón de la formación 3772.
En cambio, las otras dos personas que permanecían desaparecidas fueron localizadas vivas, tras el choque protagonizado por un tren del Ferrocarril Sarmiento.
A partir del video en el que se lo ve a Lucas tomar el fatídico tren, se dispuso una exhaustiva búsqueda y se ordenó registrar en los lugares más recónditos, incluso regresar al lugar del accidente.
Fue así que los perros fueron enviados este viernes para volver a rastrear el tren y hallaron el cuerpo del joven, aplastado en el fuelle que unía el tercer y cuarto vagón, ya que al parecer se habría refugiado en la cabina del conductor que quedó destrozada.
"El cuerpo estaba aplastado de una manera que no podía ser percibido en una búsqueda del personal. Por eso se enviaron a los canes para un rastreo más profundo", precisó un jefe policial a Noticias Argentinas.
Lucas era buscado en hospitales, clínicas privadas y en la morgue desde el miércoles pasado.
El lamentable desenlace provocó el enojo de familiares, amigos y vecinos del joven, y de aquellas personas que se encontraban en la estación de Once.
El muchacho había tomado el tren ese día en la estación San Antonio de Padua, en el oeste del Conurbano.
En otro orden, el secretario de Derechos Humanos de la Ciudad de Buenos Aires, Claudio Avruj, confirmó que los otros dos hombres que permanecían desaparecidos fueron encontrados vivos.
En ese sentido, Javier Almaraz, de 41 años, había tomado el tren 3772 pero se retiró por sus propios medios de la estación, sin heridas de gravedad.
El problema para localizarlo se produjo porque Almaraz había perdido su celular y no buscó otros medios alternativos para avisar que se encontraba en buen estado, porque en su domicilio no tiene teléfono de línea.
Según precisaron desde el gobierno porteño, luego de la tragedia, el hombre fue a trabajar normalmente y tras la jornada laboral regresó a su casa, donde finalmente pudo ser contactado por las autoridades.
Por su parte, Fernando Javier Sánchez, de 32 años, también se fue por sus propios medios del andén ese día, pero decidió pedir asistencia en una clínica privada, donde se encontraba internado, estable y sin heridas de gravedad.
Después de estos dos hallazgos, la búsqueda se centraba en Lucas Menghini Rey, de 20 años, cuyos amigos hicieron una "sentada" en el hall de la estación de Once y repartieron volantes con su imagen y sus datos.
La madre de Lucas, María Luján, había lanzado este viernes un pedido desesperado para que la ayuden a buscar a su hijo, y se había mostrado convencida de que está vivo y los está "esperando en algún lugar".
"Hay una persona que dice que efectivamente lo vio a Lucas bajar (del tren accidentado) con un cuello ortopédico y una camilla. Lo vio vivo, lastimado, ensangrentado, muy schockeado, entiendo que alterado, por lo tanto calculo que lo deben haber sedado y por eso es probable que Lucas no pueda estar diciendo su nombre", señaló la madre del joven en declaraciones a Radio 10 antes de conocerse ente lamentable desenlace.
Después de haber señalado que fue dos veces a la Morgue judicial y comprobar que el cuerpo de su hijo no estaba allí, la mujer insistió: "La persona que me dijo que vio a Lucas no es un irresponsable, no se borró. Tengo comunicación con ella y confío plenamente en lo que me dice".
Según explicó su madre, Lucas trabaja en un call center cercano a la estación de Once, y en la mañana del miércoles, cuando se produjo la tragedia, había ido a trabajar, aunque nunca llegó a su empleo.
Dijo que en las horas posteriores al accidente "chequeamos a cada uno de los internados de entre 18 y 25 años en los hospitales, y Lucas no aparecía".
Según contó su mamá, Lucas -que es padre de una nena- mide 1,66 metro, es delgado, tiene el pelo corto, usa pantalones chupines "medio caídos" y no tiene aros, cadenas, tatuajes, ni anillos.
Por su parte, el ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Alberto Collia, había señalado este viernes, al ser consultado al respecto, que luego de los alertas emitidos se comprobó que "no tenemos internado a ningún paciente que no haya sido identificado y que responda a estas características".
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Diario UNO Mendoza
El joven viajaba en la formación que tuvo un accidente el pasado miércoles, donde murieron 51 personas y unas 700 resultaron heridas. Otros dos hombres fueron encontrados vivos.
El joven Lucas Menghini Rey, que permanecía desaparecido tras el choque del tren en la estación de Once el miércoles pasado, fue hallado hoy sin vida en el interior de esa formación, luego de más de 48 horas de producido el accidente en el que murieron otras 50 personas y 703 resultaron heridas.
Según confirmaron fuentes oficiales a Noticias Argentinas, Menghini Rey, de 20 años, fue encontrado por los perros adiestrados de la Policía Federal en uno de los rincones entre el tercer y cuarto vagón de la formación 3772.
En cambio, las otras dos personas que permanecían desaparecidas fueron localizadas vivas, tras el choque protagonizado por un tren del Ferrocarril Sarmiento.
A partir del video en el que se lo ve a Lucas tomar el fatídico tren, se dispuso una exhaustiva búsqueda y se ordenó registrar en los lugares más recónditos, incluso regresar al lugar del accidente.
Fue así que los perros fueron enviados este viernes para volver a rastrear el tren y hallaron el cuerpo del joven, aplastado en el fuelle que unía el tercer y cuarto vagón, ya que al parecer se habría refugiado en la cabina del conductor que quedó destrozada.
"El cuerpo estaba aplastado de una manera que no podía ser percibido en una búsqueda del personal. Por eso se enviaron a los canes para un rastreo más profundo", precisó un jefe policial a Noticias Argentinas.
Lucas era buscado en hospitales, clínicas privadas y en la morgue desde el miércoles pasado.
El lamentable desenlace provocó el enojo de familiares, amigos y vecinos del joven, y de aquellas personas que se encontraban en la estación de Once.
El muchacho había tomado el tren ese día en la estación San Antonio de Padua, en el oeste del Conurbano.
En otro orden, el secretario de Derechos Humanos de la Ciudad de Buenos Aires, Claudio Avruj, confirmó que los otros dos hombres que permanecían desaparecidos fueron encontrados vivos.
En ese sentido, Javier Almaraz, de 41 años, había tomado el tren 3772 pero se retiró por sus propios medios de la estación, sin heridas de gravedad.
El problema para localizarlo se produjo porque Almaraz había perdido su celular y no buscó otros medios alternativos para avisar que se encontraba en buen estado, porque en su domicilio no tiene teléfono de línea.
Según precisaron desde el gobierno porteño, luego de la tragedia, el hombre fue a trabajar normalmente y tras la jornada laboral regresó a su casa, donde finalmente pudo ser contactado por las autoridades.
Por su parte, Fernando Javier Sánchez, de 32 años, también se fue por sus propios medios del andén ese día, pero decidió pedir asistencia en una clínica privada, donde se encontraba internado, estable y sin heridas de gravedad.
Después de estos dos hallazgos, la búsqueda se centraba en Lucas Menghini Rey, de 20 años, cuyos amigos hicieron una "sentada" en el hall de la estación de Once y repartieron volantes con su imagen y sus datos.
La madre de Lucas, María Luján, había lanzado este viernes un pedido desesperado para que la ayuden a buscar a su hijo, y se había mostrado convencida de que está vivo y los está "esperando en algún lugar".
"Hay una persona que dice que efectivamente lo vio a Lucas bajar (del tren accidentado) con un cuello ortopédico y una camilla. Lo vio vivo, lastimado, ensangrentado, muy schockeado, entiendo que alterado, por lo tanto calculo que lo deben haber sedado y por eso es probable que Lucas no pueda estar diciendo su nombre", señaló la madre del joven en declaraciones a Radio 10 antes de conocerse ente lamentable desenlace.
Después de haber señalado que fue dos veces a la Morgue judicial y comprobar que el cuerpo de su hijo no estaba allí, la mujer insistió: "La persona que me dijo que vio a Lucas no es un irresponsable, no se borró. Tengo comunicación con ella y confío plenamente en lo que me dice".
Según explicó su madre, Lucas trabaja en un call center cercano a la estación de Once, y en la mañana del miércoles, cuando se produjo la tragedia, había ido a trabajar, aunque nunca llegó a su empleo.
Dijo que en las horas posteriores al accidente "chequeamos a cada uno de los internados de entre 18 y 25 años en los hospitales, y Lucas no aparecía".
Según contó su mamá, Lucas -que es padre de una nena- mide 1,66 metro, es delgado, tiene el pelo corto, usa pantalones chupines "medio caídos" y no tiene aros, cadenas, tatuajes, ni anillos.
Por su parte, el ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Alberto Collia, había señalado este viernes, al ser consultado al respecto, que luego de los alertas emitidos se comprobó que "no tenemos internado a ningún paciente que no haya sido identificado y que responda a estas características".
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