Vecinos alarmados por iguana
Jueves 19 Enero 2012
Diario San Rafael
Diario San Rafael
El reptil se refugió en un árbol de calle Avellaneda y lo retiraron los bomberos
Silvina juega con ella como si fuera un dócil gatito o esos perritos que parecen peluches de juguete. Le acaricia el lomo, la cabeza y la iguanita pareciera que le sonríe. La joven dice que se la regalaron a su papá y desde entonces, de esto no hace mucho tiempo, es la mascota preferida que comparte los afectos con un lorito y un gato con el que no se lleva muy bien.
Ayer a la mañana, la iguanita de Silvina escapó de la casa de calle Avellaneda al 400 y rápida como una saeta se subió a un árbol donde se instaló sin intenciones aparentes de bajarse. Los vecinos llamaron a los bomberos quienes, en un gesto solidario, pusieron una escalera y treparon al forestal, para rescatar al reptil y dejarlo en manos de la preocupada Silvina.
No se sabe si quiso huir por sus peleas con el gato, pero una vez entre las ramas intentó mimetizarse con la vegetación del árbol en cuestión teniendo en cuenta el color verde de su piel recubierta de pequeñas escamas, y la cresta dorsal que la recorre desde su cabeza hasta su cola, la que es muy vistosa en los machos.
Silvina contó una infidencia: su cola es tan potente que suele utilizarla como látigo para su defensa ante animales relativamente más grandes y es capaz de causar daño si llega a golpear con ella. Pero más allá de todo, esta iguanita, la mascota de los Carricondo, ya tiene un lugar ganado en el hogar.
Nota 69832
Silvina juega con ella como si fuera un dócil gatito o esos perritos que parecen peluches de juguete. Le acaricia el lomo, la cabeza y la iguanita pareciera que le sonríe. La joven dice que se la regalaron a su papá y desde entonces, de esto no hace mucho tiempo, es la mascota preferida que comparte los afectos con un lorito y un gato con el que no se lleva muy bien.
Ayer a la mañana, la iguanita de Silvina escapó de la casa de calle Avellaneda al 400 y rápida como una saeta se subió a un árbol donde se instaló sin intenciones aparentes de bajarse. Los vecinos llamaron a los bomberos quienes, en un gesto solidario, pusieron una escalera y treparon al forestal, para rescatar al reptil y dejarlo en manos de la preocupada Silvina.
No se sabe si quiso huir por sus peleas con el gato, pero una vez entre las ramas intentó mimetizarse con la vegetación del árbol en cuestión teniendo en cuenta el color verde de su piel recubierta de pequeñas escamas, y la cresta dorsal que la recorre desde su cabeza hasta su cola, la que es muy vistosa en los machos.
Silvina contó una infidencia: su cola es tan potente que suele utilizarla como látigo para su defensa ante animales relativamente más grandes y es capaz de causar daño si llega a golpear con ella. Pero más allá de todo, esta iguanita, la mascota de los Carricondo, ya tiene un lugar ganado en el hogar.
Nota 69832
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