Brillante, con la basura podemos ayudar a un indigente...
19 de Mayo de 2014
Nota: lavozdelmuro.com
He visto convertir la basura en cosas bonitas, pero esto es realmente brillante.
Gregory Kloehn va buceando de basurero en basurero, pero no por lo que la mayoría de la gente podría pensar. Él no es un mendigo. Gregory es un artista de Oakland que usa el arte para ayudar a la gente. En lugar de hacer esculturas para vender a los ricos, decidió hacer un tipo de arte que tuviera utilidad para los sin techo de California.
Los pallets de madera son de gran ayuda, antes de las casas, Gregory hacía esculturas, vendía sus creaciones pero no terminaba de sentirse realizado, desde que se centró en las viviendas, sabe que su arte sirve para algo más que para estar expuesto y que será utilizado por alguien.
Wonder, una sin techo agradecida, habla maravillas de él… dice que es la mejor casa que ha tenido en los últimos 5 años.
Greogry ha publicado un libro llamado “Arquitectura sin hogar”
También les enseña a construir casas, aunque no tengan casas “normales” en las que trabajar, empezó a construir pequeñas casas para venderlas, un día, un sin techo llegó a su estudio pidiendo una manta, estaba construyendo unas estructura con cocina integrada, depósito de agua y una trampilla para los desechos, en ese momento se dio cuenta de que ese hombre la podría usar como casa.“Quizá pueda cambiarle la vida a alguien”, no da a basto para construir casas a todos los que la necesitan, pero no tiene intención de dejar de hacerlo nunca, cada vez más gente, tanto artistas como “manitas”, se están interesando en su arte, y quieren colaborar con él.
El mundo necesita más gente como Gregory. Comparte esta iniciativa...
Nota: lavozdelmuro.com
He visto convertir la basura en cosas bonitas, pero esto es realmente brillante.
Gregory Kloehn va buceando de basurero en basurero, pero no por lo que la mayoría de la gente podría pensar. Él no es un mendigo. Gregory es un artista de Oakland que usa el arte para ayudar a la gente. En lugar de hacer esculturas para vender a los ricos, decidió hacer un tipo de arte que tuviera utilidad para los sin techo de California.
Gregory busca en la basura cosas que le puedan servir
Usa lo que encuentra para construir pequeñas casas de una habitación
Y su proyecto para los sin techo llama la atención
No sólo de los medios, si no de gente que también le ayuda
Las pequeñas casas tienen el tamaño de un sofá
Pero algo tan pequeño puede significar algo muy grande para la gente que vive en la calle, las casas tienen un tejado para drenar el agua cuando llueve, y les añade ruedas para que sus propietarios puedan desplazarla si lo necesitan.
Los pallets de madera son de gran ayuda, antes de las casas, Gregory hacía esculturas, vendía sus creaciones pero no terminaba de sentirse realizado, desde que se centró en las viviendas, sabe que su arte sirve para algo más que para estar expuesto y que será utilizado por alguien.Wonder, una sin techo agradecida, habla maravillas de él… dice que es la mejor casa que ha tenido en los últimos 5 años.
Greogry ha publicado un libro llamado “Arquitectura sin hogar”
También les enseña a construir casas, aunque no tengan casas “normales” en las que trabajar, empezó a construir pequeñas casas para venderlas, un día, un sin techo llegó a su estudio pidiendo una manta, estaba construyendo unas estructura con cocina integrada, depósito de agua y una trampilla para los desechos, en ese momento se dio cuenta de que ese hombre la podría usar como casa.“Quizá pueda cambiarle la vida a alguien”, no da a basto para construir casas a todos los que la necesitan, pero no tiene intención de dejar de hacerlo nunca, cada vez más gente, tanto artistas como “manitas”, se están interesando en su arte, y quieren colaborar con él.
VIDEO:
El mundo necesita más gente como Gregory. Comparte esta iniciativa...
El alto precio que ha alcanzado el suelo en prácticamente todo el
mundo, es un lastre más que empuja a vivir en la calle a las personas
que se han quedado sin recursos.
Cuando el protagonista de este vídeo se percató de que una mujer de
60 años rebuscaba en su basura decidió hacer algo muy bonito por ella:
construirle una mini casa en su jardín. Los vecinos le preguntaron que
cuánto le estaba cobrando por el alquiler, al no entender el motivo por
el que lo hacía. Pero detrás del trabajo de bricolaje solo había un
propósito, ayudar a alguien que lo necesitaba.
Si dedicáramos una pequeñísima parte de nuestro tiempo a ayudar a los demás, el mundo sería un lugar mucho mejor.
Enlace:
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