Miniserie, Combatientes, el antes y después de Malvinas (VIDEO)
Argentina, 02 de Abril de 2013
Nota: prensa.argentina.ar
Realizada con el apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios y la Universidad de San Martín (UNSAM), la tira cuenta la historia de Gustavo Rivero, un joven operario de un taller mecánico, que es reclutado para pelear en Malvinas.
Codirigida por Tomás de Las Heras y Jerónimo Paz Clemente, “Combatientes” completa su elenco con Lucas Escariz, Eliseo Barrionuevo, Facundo Livio Mejías y Ramiro Archain, quienes componen tanto a soldados como a oficiales del ejército argentino cuyas vidas cambiaron radicalmente después de su participación en la guerra de 1982 contra Inglaterra.
La tira, que se emitirá por Canal 7 de martes a jueves, contará con la participación especial de Roly Serrano, Julia Calvo, Jorge Nolasco, Mónica Lairana y Tony Lestingi.
Enlace:
http://www.prensa.argentina.ar/2013/03/29/39476-combatientes-el-antes-y-despues-de-malvinas.php
Combatientes (2013) es la miniserie, ganadora de los concursos organizados por el INCAA, escrita y dirigida por Jerónimo Paz Clemente y Tomás de las Heras sobre las secuelas psicológicas que puede dejar un conflicto como la guerra de Malvinas. En una charla con EscribiendoCine, Jerónimo Paz Clemente adelanta detalles de lo que se verá a partir del martes 2 de abril a las 22.30 hs por la TV Pública.
En la serie muestran imágenes tanto del combate en sí como de la etapa posterior; sin embargo se focalizan más en lo que respecta a las secuelas de estos ex soldados…
Por ejemplo, para el trailer se eligió mostrar eso porque es el trasfondo de la historia real, pero cuando uno ve la miniserie entera es más equilibrado. Hasta la mitad de la serie, uno ve la vida de ellos antes y durante la guerra. Hay tres líneas temporales pero hasta la mitad sólo se ven dos: el pasado y luego su presente. Después de la mitad ya se ve lo que es la postguerra, pero siguen teniendo flashbacks. Está como espejado el guión. Primero se ve la vida de los seis personajes previo a Malvinas y qué les pasa durante la guerra; y después algunos hechos de Malvinas pero ya con el piso de lo que fue. Se elaboraron dos líneas temporales: primero en 1982 antes de la guerra y 1987 que es cuando ellos ya están acá y se vuelven a juntar.
La serie cuenta con actores de primer nivel: Lucas Ferraro y Lautaro Delgado, por ejemplo, ¿cómo fue la elección del elenco?
Hicimos un casting muy exhaustivo. Estábamos buscando primero al protagonista que es Gustavo, el personaje que hace Lucas Ferraro y la verdad nos costaba muchísimo. Había algo del fisic du rol que no encontrábamos en los castings y, de golpe, en una carambola de cosas y al mismo tiempo, Tomás de las Heras había hablado con un representante que le comentó sobre Lucas. Yo esa misma noche pongo I Sat y estaban dando Plan B (2009) cuyo protagonista era él y al otro día nos miramos y dijimos “Lucas Ferraro” al mismo tiempo. No daba el fisic du rol que nosotros buscábamos pero ya estábamos muy cerca del rodaje y priorizamos la calidad actoral. Había algo del rostro criollo que queríamos conseguir y no encontrábamos y cuando lo conocimos a él, su personalidad ya trasmitía lo que nosotros necesitábamos de este personaje que había que construir. Y la prioridad de los castings siempre fue que el actor ya tuviera algo en su personalidad de ese personaje que nosotros habíamos escrito. No buscábamos un actor que tuviera que construirlo de cero, sino que ya tuviera un rasgo de él. Sabíamos que no iba a haber muchos ensayos y eran siete semanas de rodaje sin parar, entonces convenía que ya algo de ellos estuviera puesto en este personaje.
Y con Lautaro Delgado pasó que se entera de la serie por medio de Tomás y todo el tiempo nos llamaba para participar y a nosotros nos encantaba que él pudiera hacer el personaje pero había algo de la edad que no nos cerraba; parecía demasiado grande para el papel que necesitábamos. Pero lo curioso es que tuvimos que subir la edad de todos para que en la post guerra no parecieran tan chicos.
Nosotros preferíamos que parezcan más grandes luego que parezcan viejos ya en 1982. Cuando subimos la edad, Lautaro nos daba perfecto. Y bueno, un placer realmente trabajar con él. Es un actor súper profesional y talentoso, y fue un disfrute la verdad. En la serie se nota lo bien que labura, lo bien que construye su personaje, igual que todos. Están los seis muy parejos.
Los otros cuatro los conseguimos por casting y fuimos buscando eso que teníamos en la cabeza y lo encontramos. No era condición necesaria que los protagonistas fueran conocidos, se dio de casualidad y le suma mucho a la serie, pero no estaba en la idea original. Sí tenían que serlo por ejemplo los personajes secundarios. Y de hecho trabajamos con Roly Serrano y Lili Popovich; gente que ya tiene mucha trayectoria. Los padres de los protagonistas, las personas que estaban por fuera de la guerra, sí tenían que ser más conocidos.
Este proyecto les llegó de la mano del INCAA. Hablame del proceso, de la idea a presentar que tenían ustedes…
Tal cual. Esto fue un concurso para miniseries que abrió el INCAA y yo también hace mucho tiempo tenía en la cabeza una miniserie sobre Malvinas; siempre me pregunté por qué éste no es un tema explotado de manera más recurrente, por qué no había una serie. Es un tema tan reciente y tan potente que me llamaba la atención que hubiera sólo alguna cosa al respecto. Si bien se hizo bastante de Malvinas, no es una cantidad significativa para nada. Uno se acuerda dos películas a lo sumo; series ninguna; una obra de teatro yo me acuerdo pero no es un tema muy explotado. Por ejemplo, los norteamericanos explotan a lo loco Vietnam, y acá Malvinas no. Siempre me quedó esa inquietud.
Cuando el INCAA abre el concurso, le comento a Tomás la idea y nos ponemos a trabajar. Nos juntamos con muchísimos veteranos de Malvinas de todas las ideologías; conscriptos, militares, etc. y nos pusimos a trabajar el guión. Presentamos el proyecto, participamos del concurso y nos ganamos el premio, con el cual se pudo hacer la miniserie.
Contame más sobre esos testimonios que obtuvieron de la gente con la que hablaron
Hablamos también con gente que tuvo que ver pero no fue a pelear, por ejemplo. Fueron muchos meses de muchos asados con los ex combatientes y es gente que la peleó muchísimo. De ahí nació un poco el nombre también. Si bien Combatientes remite inmediatamente a la guerra y la palabra “ex combatiente” está relacionada con Malvinas por lo menos aquí, lo elegimos justamente porque esta gente peleó y sigue peleando todos los días. Al margen de los reclamos que hagan (que no hay ninguna duda de su merecimiento) también ellos están peleando todo el tiempo por sobrepasar algo que fue realmente traumático. La tasa de suicidios es muy alta. Ellos ahora están mucho mejor pero la cicatriz es tremenda. Y bueno, fueron muchos meses de hablar, de que nos cuenten sus experiencias, de ver cómo son ellos y de ahí cómo serían nuestros personajes; cosas de ellos que las íbamos a usar… Y capaz que 40 anécdotas diferentes a nosotros nos conformaba un solo personaje de la serie.
Hay que entender que hay un denominador común y que las historias de todos los veteranos son únicas pero a la vez muy parecidas. El hecho de pasar por lo mismo hace que cuando ellos te cuentan lo que vivieron sea muy similar entre si. Entonces nos llamaba la atención cómo era la vida de ellos antes y cómo quedó después.
Algunos pelearon y otros no, algunos vieron morir, otros no; no todos estuvieron en el frente. Pero hay algo en común del terror de estar ahí que está representado en la serie. Como te decía, nos llamaba mucho la atención quiénes eran antes estas personas. Está el chico que jugaba al rugby y lo mandaron a la guerra, o el que no tenía un mango y era de la villa… esa cosa de lo multisocial y multicultural que estaba metido ahí. Algo que nosotros hicimos y que tampoco está explotado son las situaciones que viven ellos allí, como por ejemplo, sus peleas. Las peleas siempre son contra el inglés o los mandos superiores, pero nunca se habla de la pelea interna y eso lo queríamos poner tal cual, porque ellos te lo cuentan así. En el terror sale lo mejor de vos, pero también te puede salir lo peor.
Nos parecía muy interesante poder retratar esto. Después de atravesar ellos todo eso, la amistad se hace mucho más fuerte. Y también entender que uno en la guerra hace lo que puede.
Nos juntamos también con gente que está en el instituto de stress post traumático y comprobamos que lo que tratan de explicarles es que “te quedaste en el pozo llorando cuando llegaron los ingleses, es lo mejor que pudiste hacer”. Esto no es una recriminación sino esa idea: “uno hace lo que puede”. Es algo que no superás nunca más.
Todos los viernes, por ejemplo, se juntan y hacen un asado. Y allí liman estos traumas, se cuidan unos a otros, se acompañan. Me pasó de estar en un centro de ex combatientes y mientras yo entrevistaba a uno vi que un grupo salía corriendo a buscar a alguien que se estaba por suicidar. Ver eso al principio te choca mucho, pero después entendés que es una situación muy “sana” porque se están cuidando todo el tiempo y eso lo quisimos plasmar en la serie.
¿Dónde filmaron?
Se hizo todo en la base militar de Campo de Mayo y se recrearon digitalmente las montañas, las explosiones… Después lo interiores en casas. Las alquilábamos, no se hizo nada en estudio. Las decoramos en función de los personajes. Filmamos también en la villa Rodrigo Bueno, que es muy atípica por su tranquilidad y tamaño, además en Avellaneda en una casita genial que está entre vías. En otra casa en Vicente López; en ésta recreamos tres locaciones.
¿Utilizaron imágenes de archivo?
El 99% de la serie es contenido nuestro. Hay un poco de archivo en algunos capítulos pero muy chiquito para dar un contexto, pero fuera de eso no.
¿Qué es lo bueno y lo malo de trabajar con un tema de estas características?
Tengo la sensación de una realización impecable. No tuvimos traspié en ningún momento. A nivel producción también fue impecable. A nivel humano fue un equipo técnico increíble. La pasábamos genial todo el día. Fue un laburo muy bueno y prolijo. No nos sobró la plata para nada, pero todos estaban entusiasmados con el proyecto, lo que hizo que se llegara a un final muy bueno y que la historia haya quedado tan bien.
Ahora laburar un tema tan fuerte me pegaba anímicamente. Fue muy duro hablar con ex combatientes, pero empezás a hacer callo en un momento. Estás empapado en el tema y te deja de sorprender tanto. Por otro lado también te emociona desde un lugar un poco más agradable desde que ves a dos personas que se quieren y que los veteranos están mucho mejor. Además, ver que la serie haya quedado bien y que la gente cuando la vea también se emocione y genere cosas lindas. Hay gente que se va a sentir muy identificada con la serie.
Como autores estamos muy tranquilos de que lo que queríamos contar era una historia de amistad y si a alguien no le gusta el tratamiento que se le dio al conflicto de Malvinas en particular podría decir que nos tiene sin cuidado. La prioridad era tocar el tema de la amistad, de amor, de dolor; que esté focalizada sólo en los personajes y no en el tema ideológico de Malvinas, sino más bien en la relación entre ellos.
Y de experiencias malas… hubo algo que nos dejó sin dormir por casi un año. Uno de los protagonistas es militar de rango. Era muy difícil poner a uno de ellos en ese papel. Estás hablando de dictadura, estás hablando de uno de los períodos más oscuros. Y fue una guerra increíblemente idiota, algo basado en extender un gobierno militar. Entonces la pregunta era: ¿cómo poner a ese personaje ahí sin que esté implicado en eso? Nos dimos cuenta de que los militares de bajo rango podían tener 20 años también y que estaban exentos de lo que definía la cúpula militar. Les tocaba hacer eso como a los combatientes y les decían “hacé esto y callate la boca”. Nos pareció fascinante plasmar cómo un militar podía ser tan chico como un soldado y podían tener las mismas dudas y desconcierto; incluso se plantea la amistad entre este militar que es Lautaro Delgado y el personaje de Lucas Ferraro, pese a todas las diferencias que se muestran entre ellos en Malvinas. En este sentido creo que la serie se diferencia un poco de lo que se hizo antes. La guerra le pasa a todos. Es una aplanadora que te pasa por encima sin distinción de clases. Estamos muy conformes y tranquilos con este mensaje.
Enlace:
http://www.escribiendocine.com/entrevistas/jeronimo-paz-clemente-adelanta-combatientes-la-nueva-serie-sobre-malvinas
http://www.taringa.net/posts/noticias/16564265/Argentina-Presenta-Guerra-de-Malvinas-La-Serie.html
Nota: prensa.argentina.ar
La primera miniserie de ficción que
aborda la guerra de Malvinas, protagonizada por Lautaro Delgado y Lucas
Ferraro, comenzará a ser emitida el próximo martes 2 de abril a las
22.30 por la Televisión Pública.
Realizada con el apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios y la Universidad de San Martín (UNSAM), la tira cuenta la historia de Gustavo Rivero, un joven operario de un taller mecánico, que es reclutado para pelear en Malvinas.
Codirigida por Tomás de Las Heras y Jerónimo Paz Clemente, “Combatientes” completa su elenco con Lucas Escariz, Eliseo Barrionuevo, Facundo Livio Mejías y Ramiro Archain, quienes componen tanto a soldados como a oficiales del ejército argentino cuyas vidas cambiaron radicalmente después de su participación en la guerra de 1982 contra Inglaterra.
La tira, que se emitirá por Canal 7 de martes a jueves, contará con la participación especial de Roly Serrano, Julia Calvo, Jorge Nolasco, Mónica Lairana y Tony Lestingi.
TRAILER-VIDEO:
Enlace:
http://www.prensa.argentina.ar/2013/03/29/39476-combatientes-el-antes-y-despues-de-malvinas.php
Jerónimo Paz Clemente adelanta "Combatientes", la nueva serie sobre Malvinas
En la serie muestran imágenes tanto del combate en sí como de la etapa posterior; sin embargo se focalizan más en lo que respecta a las secuelas de estos ex soldados…
Por ejemplo, para el trailer se eligió mostrar eso porque es el trasfondo de la historia real, pero cuando uno ve la miniserie entera es más equilibrado. Hasta la mitad de la serie, uno ve la vida de ellos antes y durante la guerra. Hay tres líneas temporales pero hasta la mitad sólo se ven dos: el pasado y luego su presente. Después de la mitad ya se ve lo que es la postguerra, pero siguen teniendo flashbacks. Está como espejado el guión. Primero se ve la vida de los seis personajes previo a Malvinas y qué les pasa durante la guerra; y después algunos hechos de Malvinas pero ya con el piso de lo que fue. Se elaboraron dos líneas temporales: primero en 1982 antes de la guerra y 1987 que es cuando ellos ya están acá y se vuelven a juntar.
La serie cuenta con actores de primer nivel: Lucas Ferraro y Lautaro Delgado, por ejemplo, ¿cómo fue la elección del elenco?
Hicimos un casting muy exhaustivo. Estábamos buscando primero al protagonista que es Gustavo, el personaje que hace Lucas Ferraro y la verdad nos costaba muchísimo. Había algo del fisic du rol que no encontrábamos en los castings y, de golpe, en una carambola de cosas y al mismo tiempo, Tomás de las Heras había hablado con un representante que le comentó sobre Lucas. Yo esa misma noche pongo I Sat y estaban dando Plan B (2009) cuyo protagonista era él y al otro día nos miramos y dijimos “Lucas Ferraro” al mismo tiempo. No daba el fisic du rol que nosotros buscábamos pero ya estábamos muy cerca del rodaje y priorizamos la calidad actoral. Había algo del rostro criollo que queríamos conseguir y no encontrábamos y cuando lo conocimos a él, su personalidad ya trasmitía lo que nosotros necesitábamos de este personaje que había que construir. Y la prioridad de los castings siempre fue que el actor ya tuviera algo en su personalidad de ese personaje que nosotros habíamos escrito. No buscábamos un actor que tuviera que construirlo de cero, sino que ya tuviera un rasgo de él. Sabíamos que no iba a haber muchos ensayos y eran siete semanas de rodaje sin parar, entonces convenía que ya algo de ellos estuviera puesto en este personaje.
Y con Lautaro Delgado pasó que se entera de la serie por medio de Tomás y todo el tiempo nos llamaba para participar y a nosotros nos encantaba que él pudiera hacer el personaje pero había algo de la edad que no nos cerraba; parecía demasiado grande para el papel que necesitábamos. Pero lo curioso es que tuvimos que subir la edad de todos para que en la post guerra no parecieran tan chicos.
Nosotros preferíamos que parezcan más grandes luego que parezcan viejos ya en 1982. Cuando subimos la edad, Lautaro nos daba perfecto. Y bueno, un placer realmente trabajar con él. Es un actor súper profesional y talentoso, y fue un disfrute la verdad. En la serie se nota lo bien que labura, lo bien que construye su personaje, igual que todos. Están los seis muy parejos.
Los otros cuatro los conseguimos por casting y fuimos buscando eso que teníamos en la cabeza y lo encontramos. No era condición necesaria que los protagonistas fueran conocidos, se dio de casualidad y le suma mucho a la serie, pero no estaba en la idea original. Sí tenían que serlo por ejemplo los personajes secundarios. Y de hecho trabajamos con Roly Serrano y Lili Popovich; gente que ya tiene mucha trayectoria. Los padres de los protagonistas, las personas que estaban por fuera de la guerra, sí tenían que ser más conocidos.
Este proyecto les llegó de la mano del INCAA. Hablame del proceso, de la idea a presentar que tenían ustedes…
Tal cual. Esto fue un concurso para miniseries que abrió el INCAA y yo también hace mucho tiempo tenía en la cabeza una miniserie sobre Malvinas; siempre me pregunté por qué éste no es un tema explotado de manera más recurrente, por qué no había una serie. Es un tema tan reciente y tan potente que me llamaba la atención que hubiera sólo alguna cosa al respecto. Si bien se hizo bastante de Malvinas, no es una cantidad significativa para nada. Uno se acuerda dos películas a lo sumo; series ninguna; una obra de teatro yo me acuerdo pero no es un tema muy explotado. Por ejemplo, los norteamericanos explotan a lo loco Vietnam, y acá Malvinas no. Siempre me quedó esa inquietud.
Cuando el INCAA abre el concurso, le comento a Tomás la idea y nos ponemos a trabajar. Nos juntamos con muchísimos veteranos de Malvinas de todas las ideologías; conscriptos, militares, etc. y nos pusimos a trabajar el guión. Presentamos el proyecto, participamos del concurso y nos ganamos el premio, con el cual se pudo hacer la miniserie.
Contame más sobre esos testimonios que obtuvieron de la gente con la que hablaron
Hablamos también con gente que tuvo que ver pero no fue a pelear, por ejemplo. Fueron muchos meses de muchos asados con los ex combatientes y es gente que la peleó muchísimo. De ahí nació un poco el nombre también. Si bien Combatientes remite inmediatamente a la guerra y la palabra “ex combatiente” está relacionada con Malvinas por lo menos aquí, lo elegimos justamente porque esta gente peleó y sigue peleando todos los días. Al margen de los reclamos que hagan (que no hay ninguna duda de su merecimiento) también ellos están peleando todo el tiempo por sobrepasar algo que fue realmente traumático. La tasa de suicidios es muy alta. Ellos ahora están mucho mejor pero la cicatriz es tremenda. Y bueno, fueron muchos meses de hablar, de que nos cuenten sus experiencias, de ver cómo son ellos y de ahí cómo serían nuestros personajes; cosas de ellos que las íbamos a usar… Y capaz que 40 anécdotas diferentes a nosotros nos conformaba un solo personaje de la serie.
Hay que entender que hay un denominador común y que las historias de todos los veteranos son únicas pero a la vez muy parecidas. El hecho de pasar por lo mismo hace que cuando ellos te cuentan lo que vivieron sea muy similar entre si. Entonces nos llamaba la atención cómo era la vida de ellos antes y cómo quedó después.
Algunos pelearon y otros no, algunos vieron morir, otros no; no todos estuvieron en el frente. Pero hay algo en común del terror de estar ahí que está representado en la serie. Como te decía, nos llamaba mucho la atención quiénes eran antes estas personas. Está el chico que jugaba al rugby y lo mandaron a la guerra, o el que no tenía un mango y era de la villa… esa cosa de lo multisocial y multicultural que estaba metido ahí. Algo que nosotros hicimos y que tampoco está explotado son las situaciones que viven ellos allí, como por ejemplo, sus peleas. Las peleas siempre son contra el inglés o los mandos superiores, pero nunca se habla de la pelea interna y eso lo queríamos poner tal cual, porque ellos te lo cuentan así. En el terror sale lo mejor de vos, pero también te puede salir lo peor.
Nos parecía muy interesante poder retratar esto. Después de atravesar ellos todo eso, la amistad se hace mucho más fuerte. Y también entender que uno en la guerra hace lo que puede.
Nos juntamos también con gente que está en el instituto de stress post traumático y comprobamos que lo que tratan de explicarles es que “te quedaste en el pozo llorando cuando llegaron los ingleses, es lo mejor que pudiste hacer”. Esto no es una recriminación sino esa idea: “uno hace lo que puede”. Es algo que no superás nunca más.
Todos los viernes, por ejemplo, se juntan y hacen un asado. Y allí liman estos traumas, se cuidan unos a otros, se acompañan. Me pasó de estar en un centro de ex combatientes y mientras yo entrevistaba a uno vi que un grupo salía corriendo a buscar a alguien que se estaba por suicidar. Ver eso al principio te choca mucho, pero después entendés que es una situación muy “sana” porque se están cuidando todo el tiempo y eso lo quisimos plasmar en la serie.
¿Dónde filmaron?
Se hizo todo en la base militar de Campo de Mayo y se recrearon digitalmente las montañas, las explosiones… Después lo interiores en casas. Las alquilábamos, no se hizo nada en estudio. Las decoramos en función de los personajes. Filmamos también en la villa Rodrigo Bueno, que es muy atípica por su tranquilidad y tamaño, además en Avellaneda en una casita genial que está entre vías. En otra casa en Vicente López; en ésta recreamos tres locaciones.
¿Utilizaron imágenes de archivo?
El 99% de la serie es contenido nuestro. Hay un poco de archivo en algunos capítulos pero muy chiquito para dar un contexto, pero fuera de eso no.
¿Qué es lo bueno y lo malo de trabajar con un tema de estas características?
Tengo la sensación de una realización impecable. No tuvimos traspié en ningún momento. A nivel producción también fue impecable. A nivel humano fue un equipo técnico increíble. La pasábamos genial todo el día. Fue un laburo muy bueno y prolijo. No nos sobró la plata para nada, pero todos estaban entusiasmados con el proyecto, lo que hizo que se llegara a un final muy bueno y que la historia haya quedado tan bien.
Ahora laburar un tema tan fuerte me pegaba anímicamente. Fue muy duro hablar con ex combatientes, pero empezás a hacer callo en un momento. Estás empapado en el tema y te deja de sorprender tanto. Por otro lado también te emociona desde un lugar un poco más agradable desde que ves a dos personas que se quieren y que los veteranos están mucho mejor. Además, ver que la serie haya quedado bien y que la gente cuando la vea también se emocione y genere cosas lindas. Hay gente que se va a sentir muy identificada con la serie.
Como autores estamos muy tranquilos de que lo que queríamos contar era una historia de amistad y si a alguien no le gusta el tratamiento que se le dio al conflicto de Malvinas en particular podría decir que nos tiene sin cuidado. La prioridad era tocar el tema de la amistad, de amor, de dolor; que esté focalizada sólo en los personajes y no en el tema ideológico de Malvinas, sino más bien en la relación entre ellos.
Y de experiencias malas… hubo algo que nos dejó sin dormir por casi un año. Uno de los protagonistas es militar de rango. Era muy difícil poner a uno de ellos en ese papel. Estás hablando de dictadura, estás hablando de uno de los períodos más oscuros. Y fue una guerra increíblemente idiota, algo basado en extender un gobierno militar. Entonces la pregunta era: ¿cómo poner a ese personaje ahí sin que esté implicado en eso? Nos dimos cuenta de que los militares de bajo rango podían tener 20 años también y que estaban exentos de lo que definía la cúpula militar. Les tocaba hacer eso como a los combatientes y les decían “hacé esto y callate la boca”. Nos pareció fascinante plasmar cómo un militar podía ser tan chico como un soldado y podían tener las mismas dudas y desconcierto; incluso se plantea la amistad entre este militar que es Lautaro Delgado y el personaje de Lucas Ferraro, pese a todas las diferencias que se muestran entre ellos en Malvinas. En este sentido creo que la serie se diferencia un poco de lo que se hizo antes. La guerra le pasa a todos. Es una aplanadora que te pasa por encima sin distinción de clases. Estamos muy conformes y tranquilos con este mensaje.
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