Corrupción: principal motivo de por qué la sociedad desconfía de la policía

Mendoza, 07 de Octubre de 2013
Diario mdzol.com

¿Qué hace que la ciudadanía no confíe en la policía? ¿Por qué el escepticismo de la sociedad mendocina? MDZ intentó encontrar una respuesta en estos días a través de encuestas y puntuales entrevistas. El resultado, en esta nota. Las sospechas de corrupción. 


La sociedad desconfía de la policía, no es ninguna novedad. La percepción está en el aire, pero también está en los datos duros de la realidad, que surgen de encuestas casi concluyentes, la opinión de especialistas y la valoración de los propios uniformados mendocinos.

El disparador de toda la cuestión fue una encuesta global hecha por MDZ, donde se trató de medir de alguna manera cuál era el nivel de confianza de los mendocinos respecto de la policía.

El resultado fue elocuente por demás: el 80% de los votantes plasmó su desconfianza hacia la ese cuerpo.


Ello provocó que diversos funcionarios y ex funcionarios salieran a refutar el dato y aseguraran, a contramano de la sociedad, que ellos sí confiaban en la policía. Algo similar ocurrió hace no mucho tiempo, en el marco de un seminario sobre seguridad organizado por este diario.

En aquella oportunidad, Marcelo Saín, ex jefe de la Policía Aeronáutica y uno de los mayores especialistas en organización de fuerzas de seguridad hizo un descarnado diagnóstico sobre los problemas de las policías argentinas cooptadas por la corrupción política, el narcotráfico y el delito organizado. La respuesta mendocina de dirigentes radicales y peronistas no se hizo esperar: a coro negaron el problema y pusieron las manos en el fuego —¿o serían las nuestras?— por la institución policial.

Sobre la base de esto último, se redobló la apuesta y se hizo una nueva batería de encuestas, ahora más específicas: ¿Cuál es el mayor problema de la policía? ¿Cuáles las causas de la desconfianza popular? ¿Cuál es la valoración ciudadana sobre la inseguridad urbana? Los resultados fueron sorprendentes.

Respecto a cuál es el “mayor problema” que ostentan los uniformados hoy, el 34% de los que opinaron aseguraron que la tiene que ver con la convivencia con los delincuentes, el 23% opinó que la leyes están a favor de los delincuentes, el 22% que los policías son poco educados, el 11% dijo que la conducción política les ata las manos y solo un 2% consideró que hay “carencia de efectivos”.

Cuando se indagó respecto a las causas por las que desconfían de la policía, un ABRUMADOR 59% dijo que hay corrupción en sus filas, un 14% aseguró que no les importa resolver delitos, un 11% aseveró que no son transparentes en las investigaciones criminales, un 10% creyó que atienden mal a los ciudadanos, y el 6% consideró que hay efectivos policiales que son inestables emocionalmente.

Confirmando la percepción social, los policías que MDZ entrevistó ratificaron que la gente los veía como corruptos aunque muchos de ellos no lo eran.

A tal punto es grave la situación, que afirmaron que no denunciaban la corrupción existente porque temían por sus propias vidas.
 

Finalmente, los lectores advirtieron que la principal causa de la inseguridad urbana la “ideología garantista” de la clase política, la cual alcanzó un 24% en la encuesta de marras. Un 21% pensó que el sistema judicial es lento e ineficiente, mientras que las opciones de “ineficiencia policial” y “pobreza y malas condiciones sociales” igualaron un 20% cada una. El 15 % restante cree que existen leyes “permisivas”.

Si estos datos son llamativos, más lo es el hecho de que, del total de los votantes, el 62% coincidió en que no esperan que algún partido político pueda solucionar el problema de la inseguridad.

Nuevamente el interrogante: ¿Cuál es la causa de semejante escepticismo? La respuesta está en las opiniones ciudadanas que se pueden ver más arriba.

Ello lleva a una pregunta más relevante: ¿Cuál es la consecuencia de tanta incredulidad? Principalmente, la pérdida de confianza en las instituciones. La policía es una de las más importantes y hoy sufre una crisis de confianza preocupante.

Está demostrado que, cuando los ciudadanos no creen en sus fuerzas de seguridad, comienzan a buscar alternativas para garantizar su propia protección personal. No hay límites para hacerlo.

“La imagen de la Policía está relacionada directamente con el tema del desempeño, lo cual se asocia con la brecha que se produce entre el aumento de la delincuencia y la capacidad policial para enfrentarla. Entre más grande es esta brecha, en términos de resultados, mayor es la aprehensión”, opina la especialista hondureña Leticia Salomón en su obra “El desempeño policial y la satisfacción ciudadana”.

Allí, la mujer asegura que la percepción “va más allá de las personas (policías, Directores, Secretarios y Subsecretarios de Seguridad), e incluye a la institucionalidad en la que se insertan y, si se quiere ir al extremo, a la función de seguridad que el Estado está obligado a desempeñar en beneficio de la ciudadanía”.

Esto significa que el tópico de la seguridad no es algo que solo involucre a las fuerzas de seguridad, sino también a otros cuerpos del Estado como el Ejecutivo.


De la capacidad de saber coordinar todas las patas de esta mesa, depende que la inseguridad pueda ser combatida. Ello hará que, por carácter transitivo, la ciudadanía vuelva a confiar en aquellos a los que delegó el monopolio del uso de la fuerza por la protección de sus intereses.

Es un arduo trabajo y llevará mucho tiempo. Siempre lo es cuando se trata de restaurar la confianza perdida. No obstante, hay siempre un dejo de esperanza: no se trata de una situación irreversible ni algo imposible de lograr.

Hay experiencias internacionales exitosas de las cuales podemos aprender. Tener fuerzas de seguridad profesionales y eficaces en el marco de un plan integral de seguridad democrático es un objetivo que podemos alcanzar.


Enlace:
http://www.mdzol.com/nota/492557-corrupcion-principal-motivo-de-la-desconfianza-civil-a-la-policia/

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