Cuando el desastre se enfrenta con fe

1 de Enero de 2012
Diario mediamza.com
Mariela sale del interior del local, donde se encontraba limpiando el barro y cuenta: “Por distintos medios nos ha llegado todo para dejar el local como estaba y mejor. La Municipalidad nos proveyó con chapas, ladrillos y cemento, mi hermana me prestó plata, sumado a que esta tarde (por el viernes 30) viene un grupo de albañiles amigos de Mendoza Capital a ayudarnos a construir y se les suman otros 6 de acá que son amigos de la Iglesia a la que vamos.”

Hace cuatro años que Mariela y Ernesto Moyano tienen una parrilla restaurant en La Llave, en un lugar de paso junto a la ruta que ingresa al distrito y continúa hacia San Rafael. Como fue documentando en notas anteriores, tanto los habitantes de Monte Comán como de La Llave no emitieron quejas sobre lo que les ocurrió, todos aludieron a que podría haber sido peor y agradecieron no tener que lamentar desgracias. El caso de la familia Moyano tiene otro tinte porque en lugar de aferrarse a pensamientos o sentires negativos ellos optaron por apelar a la fe y les fue bien.

Mariela sale del interior del local, donde se encontraba limpiando el barro y cuenta: “Por distintos medios nos ha llegado todo para dejar el local como estaba y mejor. La Municipalidad nos proveyó con chapas, ladrillos y cemento, mi hermana me prestó plata, sumado a que esta tarde (por el viernes 30) viene un grupo de albañiles amigos de Mendoza Capital a ayudarnos a construir y se les suman otros 6 de acá que son amigos de la Iglesia a la que vamos.”


Fue imposible no preguntar el significado del nombre del local: “Siempre Jiréh”. “Significa “siempre Dios provee” y es lo que realmente estamos probando en esta situación”, dijo Mariela con emoción ante la cruda realidad que vivió junto a su familia pero que eligió afrontar con fe.

“En diciembre del año pasado, hace justo un año, empezamos a construir esta parte nueva”, dice señalando la dimensión del espacio.

“Por cuestiones de presupuesto no pudimos terminar la parte de arriba, ahora con la ayuda que recibimos no solo vamos a dejar el local como nuevo sino que por fin terminaremos la parte superior.”


“El año 2011 no fue el mejor, recién en diciembre repuntaron las ventas y las reservas. El jueves por suerte no teníamos gente cenando en el restaurant, la explosión de los vidrios hubiera lastimado o matado a alguien, fue tremendo.”

"Con mis cuatro hijos y mi esposo nos encerramos en nuestra casa y sosteníamos la puerta porque el viento se quería meter, mientras tanto escuchábamos que volaban chapas, reventaban vidrios, adentro se llenó de barro. Mis hijos lloraban, gritaban, se asustaron tanto que ahora no quieren dormir solos. A los más chicos los mandé a la casa de mi mamá a Cañada Seca pero la nena de 12 años no se quiso ir me dijo que prefiere morir cerca nuestro que lejos. ¡Imagináte cómo se habrá asustado para llegar a pensar eso!"

El próximo jueves, a una semana del desastre, Mariela y Ernesto tienen el salón alquilado para la celebración de una fiesta de 15, “vamos a recibir el nuevo año trabajando entre todos los que nos vienen a ayudar para el próximo jueves tener todo en condiciones. No tenemos clientela constante, estamos en un lugar de paso sobre la ruta asique dependemos de la gente que pare eventualmente y de eventos como éste.”

“Vamos a volver a trabajar y rogarle a Dios que no pase otra tormenta de esta”


Sin lugar a dudas el matrimonio Moyano es otro ejemplo de personas que afrontan la vida con fe y resiliencia, cursando la carrera de la vida, con paciencia y fuerzas para reponerse y continuar, a pesar de las circunstancias.

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