Una mujer falleció en el medio de un tiroteo entre policías y ladrones...

Mendoza; 07 de Julio de 2015
Nota: diariouno.com

El hecho ocurrió durante la madrugada del domingo en Las Heras. La víctima fatal tiene 44 años. La bala habría provenido de un arma policial.


Una mujer de 44 años falleció tras quedar en el medio de un tiroteo entre policías y ladrones y recibir una bala.

El hecho ocurrió durante la madrugada del domingo, cuando un grupo de sujetos intentaba ingresar a unos locales comerciales de la calle San Miguel de Las Heras y fueron observados por los uniformados.

Al verse descubiertos, emprendieron la fuga, disparando sobre los efectivos, que respondieron al ataque.
Segundos después, los mismos policías encontraron el cuerpo de Rosa Soledad Guzmán, tendido en el piso y con una herida en el tórax.

Al llegar personal de Emergencia, solo pudieron constatar el deceso y se secuestraron las armas de ambos uniformados, para comprobar si uno de los había efectuado el disparo mortal, no obstante, según información oficial, uno de los policías quedó detenido.

En el caso interviene la Oficina Fiscal 5 de la comisaría 16.


Enlace;
http://www.diariouno.com.ar/policiales/Una-mujer-quedo-en-el-medio-de-un-tiroteo-entre-policias-y-ladrones-y-fallecio-por-un-impacto-de-bala-20150705-0059.html 


"El policía no tuvo intención" de matar a la mujer"
Nota: elsol.com
Lo aseguraron investigadores del caso que terminó con la vida de Rosita Guzmán, un personaje querido en Las Heras. El fiscal definirá hoy la imputación contra el efectivo.


La "Rosita" Guzmán era una mujer querida en Las Heras. Pasaba sus días callejeando cerca de la plaza departamental o en el estadio Vicente Polimeni. No era raro verla durmiendo durante los días de verano en la puerta de la parroquia San Miguel o en el ingreso al colegio Gregorio Las Heras junto con otros vagabundos.

Era el 'Loco Juan' de Las Heras”, contaron los vecinos que alguna vez se la cruzaron, en referencia al carismático personaje que aparece en actos de gobierno o “dirige” el tránsito de las calles mendocinas.

A los vecinos no les preocupaba su presencia pese a que siempre tenía una bolsita de Poxi-ran en la mano. No se sentían agredidos. Si bien hace muchos años pisó la cárcel por robos o por prostituirse con jubilados que salían del banco después de cobrar, “no era un peligro actualmente para los transeúntes y sólo hacía reir”, relató un policía

Ayer a pasadas las 3, Rosa Soledad Guzmán, de 44 años y con domicilio en un ranchito de Doctor Moreno 1027, murió por un balazo policial. Un efectivo que perseguía a dos malvivientes que intentaron robar en una pollería disparó su arma reglamentaria y un proyectil la atravesó cerca de la puerta de su casa. Dejó de existir en el acto.

El uniformado, de la Unidad Especial de Patrullaje (UEP) e identificado como Ángel Estrada, quedó detenido en una celda de Contraventores por orden del fiscal de la causa, Darío José Nora.

El representante del Ministerio Público no imputó en ese momento a Estrada, que reconoció ser el autor del disparo fatal y se puso a disposición de la Justicia apenas sucedido el hecho, porque iba a esperar los informes balísticos de Científica.

Lo que sí se descartó fue que el efectivo haya actuado con dolo, es decir, con intención de matar a Rosita Guzmán.La mujer quedó en medio del tiroteo y una bala que atravesó una chapa dio en su cuerpo mientras se encontraba cerca de la puerta de su vivienda”, relató un policía a El Sol.

Esta versión fue confirmada horas después por la familia de "Rosita" Guzmán. Sin embargo, el hermano de la víctima agregó que “los policías disparaban como locos mientras corrían a los delincuentes”.

El inicio

La historia antes de la muerte tuvo su inicio cuando ingresó un llamado al 911 denunciando que dos grupos se estaban enfrentado en calle San Miguel, frente a la ex estación de servicio EG3.

Dos efectivos de la UEP, Ángel Estrada y María Zaya, quienes movilizaban en la patrulla 2704, fueron desplazados por el Centro Estratégico de Operaciones (CEO) hacia la zona en conflicto. Sin embargo, cuando arribaron al lugar, no se encontraron con dos grupos antagónicos en disputa sino con un par de ladrones que querían robar en una pollería.

Se inició una persecución que se desplazó hacia calle Doctor Moreno. A unos 150 metros de la pollería, los malvivientes se metieron en la casa de Rosita Guzmán y sus hermanos –eran parientes lejanos– pero fueron expulsados por la familia. Allí, los policías los detectaron y dispararon contra los dos sujetos.

El hermano de la víctima dijo que "los policías disparaban como locos".

Zaya declaró tras el hecho y señaló que escuchó que tiraban contra ellos y que accionó una escopeta Itaka hacia el aire para intimidarlos. Estrada, por su parte, lo hizo con su arma calibre 9 milímetros. Uno de los plomos ingresó a la morada e impactó a la mujer de 44 años, quien se encontraba cerca de la puerta de ingreso.

El proyectil dio en la espalda de Rosita –ingresó por el omóplato derecho– y la atravesó. El trayecto terminó cuando se incrustó en el brazo izquierdo. Rápidamente se solicitaron refuerzos, y Estrada y Zaya quedaron a disposición de la Justicia.

El fiscal Nora ordenó que sólo el uniformado quedara detenido y secuestró las tres armas de ellos (las dos reglamentarias y la escopeta) para conocer cuántas veces dispararon en el lugar.

Por su parte, el magistrado sacó una compulsa para investigar el intento de robo a la pollería. Los dos malvivientes que huían de los policías y habrían disparado contra ellos fueron identificados pero no capturados. De acuerdo con los detectives, uno se llama Kevin y el otro es conocido como "Javito".


Para la Justicia, el crimen de "Rosita" fue un caso de gatillo fácil
Nota: elsol.com
El fiscal especial Santiago Garay imputó al efectivo Ángel Estrada por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por la función. Sostienen que no debería haber disparado. Seguirá detenido.


La situación procesal del policía Ángel Estrada, detenido el domingo a la madrugada después del crimen de un mujer en calle Doctor Moreno de Las Heras, se complicó en las últimas horas porque las pruebas no lo favorecen y debido a esto continuará detenido.

Es más, el fiscal especial Santiago Maximiliano Garay, quien subroga a su par Daniel Carniello, lo imputó este lunes por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por la función. El uniformado de la Unidad Especial de Patrullaje (UEP) departamental no declaró y pasará a la cárcel en las próximas horas.

De acuerdo a la instrucción, Estrada disparó su arma reglamentaria contra dos malvivientes que habían intentado asaltar una pollería de la zona y uno de los proyectiles terminó con la vida de una inocente, Rosa Soledad Guzmán, una mujer de 44 años que se hallaba en el interior de la casa donde pasaba las noches.

La víctima, conocida como Rosita, era muy popular en Las Heras, ya que pasaba sus días, desde hacía unos 40 años, pidiendo lismosnas en la plaza departamental, cuidando autos o durmiendo en los edificios de la zona, como el estadio Vicente Polimeni y la parroquia San Miguel.

Para los investigadores judiciales, desde un principio, estuvo claro que Estrada no tuvo intención de matar a la mujer. Esto fue avalado por la cúpula del Ministerio de Seguridad.

Sin embargo, concluyeron que no debería haber accionado su pistola 9 milímetros con dirección a los presuntos malvivientes que perseguía. Por las pruebas que se sumaron en el expediente durante este lunes, no estaba confirmada la versión de fuego cruzado.

Solamente se levantó una vaina servida cerca de la escena del crimen –un pequeño asentamiento colindante a las vías del tren– y pertenecía al arma del uniformado de la UEP.

Tras el hecho de sangre, el efectivo Estrada se puso a disposición de la Justicia. Es más, confesó que fue el quien disparó y terminó con la vida de la mujer.

El fiscal natural del caso por jurisdicción, Darío José Nora, ordenó su detención y lo envió a Contraventores mientras esperaba el resultado de las pericias balísticas de Policía Científica. Sin embargo, el caso pasó ayer a la Fiscalía Especial.

Fuentes del caso sostuvieron que Científica comenzó a realizar los peritajes y cotejos correspondientes, pero anoche, no habían concluido. Uno estaba enfocado en determinar si el plomo que hallaron en el cadáver de la víctima, de calibre 9 milímetros, fue disparado por el arma del policía.

Otros, por su parte, también iban a determinar el recorrido que hizo el proyectil que terminó con la vida de la mujer después de atravesar una chapa utilizada para marcar el límite del terreno de la vivienda.

En total, se incautaron tres armas de fuego. Dos 9 milímetros –la del policía imputado y la de su compañera, Maira Zaya– y una Itaka que llevaban en la patrulla en la que se desplazaban y también fue accionada hacia arriaba para intimidar a los dos malvivientes que escapaban.


Enlaces:
http://www.elsol.com.ar/nota/239042/policiales/para-la-justicia-el-crimen-de-rosita-fue-un-caso-de-gatillo-facil.html

http://www.elsol.com.ar/nota/238969