Mendoza, CAMPAÑA SOLIDARIA Ayudando a pablo para que pueda realizar su tratamiento en China…

Mendoza, 27 de Junio de 2013
Diario Los Andes

Cada vez más mendocinos deciden viajar al país asiático, con un gran esfuerzo económico mediante, para tratarse enfermedades neuromusculares con células madre. 


Los médicos aquí no garantizan una mejoría, pero ellos igual confían en su recuperación.

El caso de Benjamín Luengo se transformó en emblemático en la provincia a raíz de la exposición mediática que tuvo la situación de este chico mendocino de sólo seis años, que tiene parálisis cerebral y que viajó a China para someterse a un tratamiento con células madre.

" CAMPAÑA SOLIDARIA"
AYUDA A PABLO CUMPLIR SU SUEÑO 
" EL TENER UNA MEJOR CALIDAD DE VIDA"
¡GRACIAS POR AYUDAR!
 

CRISTINA GERALDES 2613863002
 

JAVIER LUJAN 2613012546
 

CUENTA DEL BANCO NACION 0110628830062812926865 A NOMBRE DE 
JAVIER LUJAN
 

ENTRE TODOS PODEMOS, VAMOS QUE SE PUEDE...

Pero el niño no está solo: Matías Ceballos (14) también está en el gigante asiático haciendo un tratamiento similar para contrarrestar su distrofia muscular, mientras que Roberto Martínez (39) ya lo finalizó y volvió a Mendoza para continuar con su recuperación. Mariana Vélez (31), por su parte, fue una de las primeras mendocinas que viajó. Todos pasaron por la misma clínica: la Wu Stem Cells Medical Center de Pekín, una de las más renombradas del mundo.

En fase experimental en Argentina y en América Latina (situación que para algunos especialistas determina que no garantice resultados óptimos y no esté avalado en plenitud, como advirtió Los Andes en noviembre de 2012), el tratamiento de regeneración en base a células madre en China avanza a pasos agigantados, por lo que cada vez más mendocinos con enfermedades neuromusculares se deciden por esta posibilidad.

Dependiendo de la patología y del tratamiento, el costo oscila entre los 30 y los 50 mil dólares. Más o menos esa cifra de dinero están tratando de recaudar otros dos mendocinos hoy, esperanzados en que la terapia en China les brinde la mejoría para sus dolencias que no encuentran aquí.

“Cuando se enteró de lo que le pasa a mi hijo, un matrimonio mendocino se acercó a consultarnos en búsqueda de información. Porque ellos tienen dos hijos de 14 y 19 años que tienen distrofia muscular y quieren viajar a China también. Son muchas las personas con este problema”, contó Javier Luján, padre de un chico de 14 años que está en campaña para poder viajar a tratarse.


Sin aprobación médica

Javier está casado con Cristina, vive en Las Heras y tiene ocho hijos. Uno de ellos es Pablo (14), quien padece el síndrome de distrofia en el tejido muscular conocido como Duchenne y por quien desde hace meses la sociedad mendocina se está moviendo solidariamente para conseguir los 50 mil dólares que necesita para poder tratarse en la renombrada clínica (ver aparte).

“Los médicos de acá nos dicen que el tratamiento no está aprobado en Suramérica, que está en la fase 3 de etapa experimental y que no está avalado en plenitud. Pero cuando averiguamos lo que se hace en China, nos enteramos de que trabajan con células madre desde hace 11 años.

Y cuando les preguntamos a los médicos que tiene Pablito acá, nos confesaron que no nos iban a impedir que lo llevemos, aunque no haya a nivel mundial antecedentes de que salga bien”, sostuvo el padre del adolescente.



Roberto Martínez (39) vive en la Ciudad de Mendoza y se ha transformado en el “padrino moral” de Pablo Luján. En marzo de este año viajó al país asiático para someterse a un tratamiento con células madre ya que padece de distrofia muscular de la cintura.

“Estoy en mejor situación, porque puedo pararme con ayuda. Por lo que me explicaron, lo que se hace es frenar la enfermedad y estancar la distrofia, no curarla. Cuando se trasplanta la célula madre, desecha a las muertas y empieza a regenerar. Cuando volví a Mendoza seguí con la rehabilitación y ahora estoy en el proceso, se están regenerando las células.

La pierna derecha me ha crecido 3,5 centímetros de diámetro y eso significa que va funcionando. Además noto más fuerza en brazos y piernas y puedo caminar 200 metros”, destacó Roberto, quien admitió que su médico personal también se mostró un tanto reacio a la propuesta del tratamiento cuando él le manifestó su deseo de viajar.

“Pero no me frenó, me dijo que no estaba muy al tanto de qué es lo que se hace en China, nada más”, explicó.


Todos conectados

Todos los mendocinos que pasaron por la clínica china (o quienes están preparándose para ir) se enteraron de esta lejana posibilidad contactándose entre sí. Luego de interiorizarse de la situación y en lo que tiene que ver con los preparativos y precios, debieron enviar sus antecedentes y análisis al establecimiento.

“Luego del primer contacto, nos pidieron que enviemos antecedentes y unos análisis especiales que nos solicitaron. Eso se lo pidieron a toda la gente que decidió empezarlo. Cuando nos contactamos con Mariana Vélez, nos contó que había viajado el año pasado y lo llevé a Pablo para que hablara con ella. Nos sorprendió ver cómo movía los brazos y pies y caminaba”, siguió Javier.

Mientras Benjamín y Matías ya están en China en pleno proceso, desde Las Heras cada mañana la familia Luján (con Pablo a la cabeza) se conecta vía Skype con los dos jóvenes y comparten absolutamente todo lo que viven en la otra punta del planeta. Y Roberto también sigue día a día las novedades, al igual que Mariana.


“No creo que ahora se dé más que antes, creo que se conoce más ahora. Antes sólo era una enfermedad rara”, agregó Javier.

Los médicos mendocinos, en general, se muestran muy cautos a la hora de opinar sobre el auge de estos tratamientos que se llevan adelante en China.
“Acá se sigue haciendo lo convencional, que es el trasplante de médula ósea, pero el de células madres está en etapa experimental. Respecto al tipo de terapia que se promueve en China, es algo diferente y sobre lo que no estoy al tanto por lo que no podría opinar sobre ello”, indicó Flavio Albarracín, hematólogo del Hospital

Enlace:
http://www.losandes.com.ar/notas/2013/6/13/china-esperanza-tratamientos-720308.asp