Cada semana se incendia al menos una vivienda precaria

Martes 17 de Julio de 2012 
Diario UNO Mendoza
El auxilio de los bomberos y personal de Defensa Civil es inmediato, pero la asistencia social demora. Una pareja y sus seis hijos se salvaron ayer de las llamas. Perdieron todo lo que tenían.

Se registra un caso por semana de incendios en contextos marginales con daños graves y pérdidas materiales de viviendas, pero lo irreparable es que a veces también se cobran vidas humanas.

Cada episodio de este tipo genera un circuito de asistencia que comienza con los llamados al 911, que activan la presencia de bomberos y personal de Defensa Civil de cada localidad. El socorro es inmediato, pero paliar los efectos de un siniestro en este escenario, después del primer auxilio, en cambio, implica demoras.

“La asistencia social no responde instantáneamente como un bombero. Hay trámites administrativos para generar una respuesta, mientras que el trabajo de un policía es meramente operativo: recibe el alerta y se dirige a auxiliar a las víctimas”, explicó el titular de Defensa Civil de la Provincia, Marcelo Dapaz.

La cifra informada por el Ministerio de Desarrollo Social corresponde a las intervenciones del Estado cuando los municipios que cuentan con fondos oficiales descentralizados para asistir contingencias –según lo establece el decreto 1.026–, no tienen recursos para solucionar las pérdidas.

Ejemplos hay, como la estadística lo indica, cada semana. En la madrugada de ayer una pareja salvó a sus seis hijos –de uno a 14 años– de las llamas que consumieron su precaria vivienda en un asentamiento ubicado en la periferia del barrio Nuestra Señora de Lourdes, de Las Heras. La familia se quedó sin nada y el peligro estuvo cerca de perjudicar a otras dos que vivían contiguas a las víctimas, cuyas construcciones estaban cubiertas de nailon.

“El Gobierno actúa en la mayoría de las situaciones porque coordina sus tareas con las municipalidades. Entonces, la cifra total de hechos de este tipo no sería superior a la expuesta”, dijo Claudia Suárez, directora de Emergencia Social del mencionado Ministerio.

El dato que surgió desde la esfera oficial es sobre episodios ocurridos en los meses de bajas temperaturas, cuando la situación extrema de muchos mendocinos se revela ante los ojos del resto del conjunto social por las consecuencias de la falta de medios adecuados para sobrevivir, entre otras cosas, al frío.

La ayuda se toma su tiempo
Dapaz explicó que el promedio estimado de tiempo que un especialista en la extinción de fuego tiene para llegar al lugar del siniestro es de 6 a 8 minutos, según la distancia. Como contrapartida, Claudia Suárez aportó que la asistencia material llega, en el mejor de los casos, 24 horas después, dado que “siempre se coordina con el Municipio donde se suscitó el incendio”, según dijo.
“Los recursos de emergencia social son para personas sin ingresos. El mecanismo es rápido, pero hay un procedimiento interno. Actúa la Municipalidad, con los fondos que le envía la Provincia. Cuando estos son insuficientes asiste el Estado”. El rol de la Comuna es, a los ojos de Suárez, fundamental: “Las municipalidades tienen la movilidad adecuada para trasladar materiales y en general, saben cómo acceder a lugares alejados”. 


Enlace:
http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2012/07/17/nota305150.html

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