Lamentable pérdida (Brian Vidal)

Lunes 11 Junio 2012
Diario San Rafael

Brian Vidal era un excelente profesor de karate y estudiante de psicología. Dejó un grato recuerdo en sus familiares, compañeros y amigos. 


El joven sanrafaelino que el sábado en horas de la mañana perdió la vida trágicamente mientras escalaba un cerro en Valle Grande, era un excelente deportista, profesor de karate y mejor alumno en la universidad donde estudiaba psicología. Apreciado por sus compañeros y amigos, la noche anterior había estado compartiendo con ellos en la plaza San Martín.

Viernes. La tardecita sanrafaelina está teñida de otoño y en la plaza San Martín el oro de las hojas es un paisaje urbano inigualable. Los jóvenes congregados en ese paseo, ríen, cantan, conversan y se dispersan entre los bancos de madera y los bordes que rodean el monumento del General San Martín. Entre ellos estaba Brian. Con su risa contagiosa, su alegría por las cosas lindas de la vida, tenía necesidad de compartir con sus amigos lo que le salía del alma.

Nadie podía imaginar que la tragedia estaba tan cerca. Horas después de ese encuentro en la plaza, Brian quedaría sin la llama de su vida, sin la luz de su sonrisa. Solo quedó el inmenso dolor que sintieron todos, padres, hermanos, familiares, novia, amigos, y la ilusión de ese diploma de psicólogo que tanto ansiaba para disfrutarlo con los suyos y que no pudo ser. Brian Vidal quiso buscar entre piedras y senderos serranos una nueva satisfacción para sus ansias de logros deportivos… y tampoco pudo ser.

En la vereda de la cochería decenas de personas esperan la despedida final. Ojos brillosos por el llanto, voces que apenas se escuchan, abrazos de amigos interminables, manos apretadas como tratando de superar el dolor, era la imagen de una mañana fría. Un amigo de Brian expresa, casi sin ganas de hablar más sobre el tema, que “fue una idea de todos, queríamos subir la montaña por conocerla de noche, pero no por alguna locura nuestra. Uno de los chicos que fueron con Brian me contaba que lo veían muy feliz, alentaba a los compañeros de escalada, los animaba a subir, quería llegar a la cumbre y les pedía que no aflojaran”. El chico agrega con inmenso dolor que de pronto sintió que se deslizaban las piedras sueltas y apenas un grito: Brian había caído. Le siguieron unos segundos de confusión, y al alumbrar hacia el vacío vieron al joven allá abajo, a unos 70 metros de profundidad, inmóvil. Lo que vino después es conocido”. La tragedia se había producido a las 6.30.

Ese cuerpo exámine que trataban de rescatar los bomberos era del joven estudiante de psicología que días antes había rendido su mejor parcial en la Universidad de Mendoza, en esos ojos sin luz persistían los logros conseguidos como profesor de karate en su especialidad Shotokan que le permitieron integrar el Seleccionado Nacional de Karate, que lo facultaba para competir en el próximo mundial de la categoría. En pocos segundos esos 70 metros de profundidad se llevaron a un chico que dejó gratos recuerdos y muchas lágrimas en quienes lo conocieron.

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