Argentina, 13 de Noviembre 2015
Nota: genial.guru
A veces nos parece que nuestra vida no marcha bien, y estamos listos para cambiarlo todo, pero no sabemos qué.
Te invitamos a leer este artículo que te ayudará a salir de esa trampa invisible.
— La vida no es como una línea recta. Ni se trata
de un conjunto de horarios y gráficos. No tiene nada de malo que
no hayas acabado tus estudios al cumplir cierta edad, o no te hayas
casado, encontrado un trabajo estable, o hayas empezado tu propia
familia, etc. Va muy bien entender que si no te has casado a tus 25-30,
no te has convertido en vice presidente a los 33, o aún no has
encontrado la felicidad a X edad nadie va a juzgarte (y si lo hacen
no importa, porque es tu propia vida, no la de alguien más).
Puedes retroceder en cualquier momento, puedes detenerte y encontrar
lo que te inspira; tienes derecho a tomarte un tiempo. Por alguna razón
muchos lo olvidan.
Aún estando en la escuela empezamos a planear nuestra vida, y como
dicta el plan, nos inscribimos en la facultad. Siendo estudiantes
universitarios pensamos en elegir un trabajo, e incluso si no nos gusta
mucho el plan que tenemos para nuestra vida, seguimos adelante porque
ya le hemos dedicado tiempo. Cada mañana nos levantamos y vamos a ese
trabajo porque debemos respaldar la desición que tomamos un día, y así
damos un paso tras otro pensando que estamos tachando tareas en la lista
de comprobación de nuestra vida. Pero un buen día nos despertaremos
sumergidos en la más profunda depresión, un día sentiremos que hay algo
que nos presiona y no nos deja vivir, pero no sabremos de qué se trata.
Así destruímos nuestra vida.
Destruimos nuestra vida eligiendo a la persona incorrecta.
¿Por qué sentimos esa necesidad de acelerar las relaciones? ¿Por qué
estamos tan obsesionados con la idea de estar con alguien y no la de
-ser- alguien? Créeme, el así llamado amor que “nace“ por conveniencia,
aquel que florece junto a la necesidad de dormir con alguien, y el que
está ahí para satisifacer nuestra necesidad de atención y no nuestros
verdaderos sentimientos, no es el tipo de amor que nos inspirará
a despertarnos a las 6 de la mañana y abrazar a esa persona que duerme
al lado. Intenta descubrir ese amor que te hace ser mejor persona,
no te enceguezcas con un ”no quiero dormir solo". Pasa tiempo contigo
mismo, come solo, duerme solo y dentro de algún tiempo descubrirás cosas
nuevas e interesantes sobre ti, cosas que ni sospechabas; crecerás como
persona y encontrarás lo que te inspira, podrás ser quien domine tus
sueños y creencias. Cuando finalmente encuentres a esa persona que haga
que cada una de las células de tu cuerpo baile, te sentirás seguro
de él o ella, porque tendrás seguridad en ti mismo. Espera. Te pido que
esperes ese amor, luches y te esfuerces por él porque el verdadero amor
es una de las cosas más maravillosas que puede sentir tu corazón.
Destruimos nuestra vida al permitir que el pasado tenga el control sobre nosotros.
En la vida muchas cosas pasan y pasarán, esa es su principal
característica: desengaños, frustraciones, dias en los que te sientes
inútil, pareciera que esos momentos y palabras vinieron para quedarse,
pero no debemos permitirles controlarnos por cuanto son sólo palabras.
Si le permites a cada situación desagradable ser el prisma que defina
tu percepción de las cosas, verás el mundo de forma negativa
e incorrecta; si lo permites corres el riesgo de estancarte en un mismo
lugar durante años por estar convencido, por ejemplo, de que eres tonto;
dejas pasar el amor porque sientes que tu ex pareja te dejó por no ser
lo suficientemente bueno y ahora no crees en las mujeres (o en los
hombres). Es como un círculo vicioso. Si no te das la oportunidad
de dejar atrás tu pasado, lo que ocurrió en algún momento, lo que
alguien te dijo alguna vez o lo que sentiste, entonces seguirás viendo
el mundo a través de la ventana súcia del pasado.
Destruimos nuestra vida cuando nos comparamos con los demás.
La cantidad de seguidores que tengas en Instagram no aumentará
o disminuirá tu valor como persona; la cantidad de ceros a la derecha
en tu cuenta bancaria no tendrá un efecto real sobre tu compasión,
inteligencia o felicidad. Alguien que tiene dos veces más propiedades
que tú no experimenta un tipo especial de gozo. Estamos atrapados
en el mundo falso de las redes sociales y aunque eso seguramente no nos
causará la muerte al final del día, sí la destruye poco a poco al crear
en nosotros la necesidad de sentirnos "importantes“ y presionar a otros
para que también vayan tras ese ideal.
Destruimos nuestra vida al privarnos de las emociones.
Tememos decir demasiado, sentir demasiado, y de que las personas
se entere de lo mucho que significan para nosotros. Interés no significa
locura. Sí, expresar tus emociones por alguien te vuelve un poco más
”vulnerable", pero no hay nada malo en eso, por el contrario, hay algo
de mágia en desnudar el alma y ser sincero con quienes significan algo
en tu vida. Deja que tu pareja sepa que él o ella te inspira, dile
a tu mamá que la amas aunque estés delante de tus amigos, deja que
tu alma viva, no te conviertas en piedra; se valiente.
Destruimos nuestra vida cuando tenemos que soportarla.
Cuando nos conformamos con menos de lo que deseabamos inicialmente;
destruimos las posiblidades que viven en nuestro interior y es como
traicionarnos a nosotros mismos y a nuestro potencial. ¿Quién dijo que
el próximo Miguel Angel no está sentado ahora frente a la pantalla
leyendo esto y organizando documentos ajenos porque necesita pagar las
cuentas o porque trabajar así es más fácil seguir el conducto regular,
que ir a seguir sus sueños?. No permitas que eso te suceda, no destruyas
así tu vida. La vida, el trabajo y el amor están inevitablemente unidos
entre sí. Debemos luchar por tener el trabajo que queremos y un amor
excepcional, sólo así entenderemos la diversidad y la felicidad
en la vida.
http://genial.guru/psicologia/como-destruimos-nuestra-vida-sin-siquiera-darnos-cuenta-717/
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