22 de Agosto de 2013
Nota; entremujeres.com
Automotivación, apoyo familiar y abordaje profesional son los ejes
centrales en la lucha contra esta adicción que cada año produce 40 mil
muertes en Argentina.
Pese a las innumerables campañas de prevención y concientización que
se realizan en relación a las consecuencias negativas del acto de fumar,
el cigarrillo sigue diezmando nuestras sociedades y genera una adicción
aparentemente inmanejable para quienes lo consumen. Pero el fumar es
una dependencia, por eso cuesta tanto abandonar esta práctica.
El
Ministerio de Salud de la Nación calcula que sólo en Argentina mueren
cada año 40 mil personas como consecuencia de fumar. La cifra cobra
dimensiones aún más alarmantes a nivel internacional; de hecho, la misma
Organización Mundial de la Salud determinó que ésta es la primera causa
de muerte prevenible en los países desarrollados, y también la causa
más importante de años de vida perdidos y/o vividos con discapacidad.
Las
publicidades contra esta práctica no son del todo efectivas. Por eso,
es fundamental que desde la familia, la comunidad médica y los gobiernos
se apoye al fumador a través de mensajes positivos de aliento. Solo
así, y con el compromiso de todos, se podrá erradicar el cigarrillo de
la sociedad.
Tratarlo a tiempo
El
consumo de cigarrillos es el principal factor de enfermedad pulmonar
obstructiva y cáncer de pulmón. Genera también enfermedades
cardiovasculares que pueden llevar a la muerte. Sin embargo, se demostró
que la mayoría de los riesgos son reversibles si se deja de fumar,
especialmente a temprana edad. De hecho, quienes abandonan el cigarrillo
antes de los 30 años de edad igualan los años de sobrevida que tendrían
si nunca hubieran fumado, y ganan 10 años de expectativa de vida.
Los tres pilares de apoyo
Se
piensa que el cigarrillo es solo un hábito, cuando en realidad es una
verdadera adicción. Y, como tal, es una enfermedad que debe ser tratada
con seriedad y bajo supervisión profesional. Bajo la excusa de "no
quiero dejar de fumar" muchas veces se esconde una sensación de
impotencia, de "no puedo hacerlo".
Existen tres pilares fundamentales para toda aquella persona que quiere dejar de fumar:
Pilar 1: la automotivación
Sin
ella sería sumamente difícil obtener resultados positivos, al menos
sostenibles en el tiempo. Sin embargo, debemos entender que la
automotivación es variable, y que en realidad puede esconder elementos
que no se manifiestan a simple vista.
El disparador que propicia
el cambio, es una de las cosas más importantes. Algunos deciden dejar el
cigarrillo por alertas de su propio organismo, por enfermedades y hasta
fallecimientos producidos en el círculo social cercano o familiar a
consecuencia del tabaco. Aunque, también muchos lo hacen a partir de
hechos positivos, como el nacimiento de un hijo. Esto dependerá de cada
persona pero, lo cierto es que cuando surge o incrementa la motivación
es tiempo de intentarlo.
Pilar 2: el apoyo familiar
En
muchas ocasiones el fumador decide dar los primeros pasos hacia la
desintoxicación, y aquí es cuando se topa con la complicación de la
falta de apoyo familiar. Así como los gobiernos de todo el mundo han
propiciado leyes para generar espacios libres de humo, muchas veces el
fumador que quiere desintoxicarse encuentra ambientes favorables en su
trabajo y en lugares públicos, pero al llegar a sus hogares se topan con
espacios colmados. Un buen primer paso, si aún no lo hicieron, es
liberar la casa de humo de tabaco.
Pilar 3: el abordaje profesional
La
motivación es el punto de partida de toda recuperación pero, por lo
general, es insuficiente. La cesación sin el acompañamiento terapéutico,
individual, grupal y/o farmacológico resultará casi indefectiblemente
en un duro fracaso para el tabaquista, que puede llevarlo a bajar los
brazos definitivamente.
Todo fumador tiene a lo largo
de su vida uno o varios intentos fallidos hasta poder dejar el
cigarrillo definitivamente. Muchos de estos intentos van de la mano de
fórmulas mágicas que no hacen más que generar mayor decepción.
Tener
voluntad para dejarlo sigue siendo el método más empleado, pero apenas
el 3% logra dejar de fumar de esta manera. Es una cifra insignificante
que no hace más que confirmar que esta dependencia debe ser tratada con
seriedad y acompañamiento especializado. El camino será, de acuerdo a la
situación de cada paciente, más o menos difícil, pero nunca imposible.
Por
la doctora Raquel Pendito, especialista en neumonología y responsable
del “Programa de Dehabituación Tabáquica” de Sanatorio Diquecito.
Enlace:
http://www.entremujeres.com/vida-sana/salud/Cigarrillo-fumar-dia_mundial_sin_tabaco-dejar_de_fumar-humo-tabaco-adiccion-enfermedad-salud_0_928107241.html
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